7 drones ayudan en el resguardo ambiental del manglar y los cerros en Ecuador

En el Cerro Colorado continuaban  hasta el viernes los trabajos por apagar las llamas que avanzaron hasta la parte alta del bosque seco. Con 30 motobombas y más de 150 efectivos -varios de ellos subían con mochilas cargadas de agua-, trataban de aplacar la vegetación más densa, ubicada a un costado de la lotización Valle de los Geranios y frente a Mucho Lote 2. Ante esta problemática, que este año se ha repetido en varios cerros de Guayaquil, la implementación de drones (aviones no tripulados) es una acción de prevención para detectar incendios forestales prematuramente. Además pueden ser utilizados en áreas en peligro de deforestación.

Este año el Ministerio de Ambiente apostó por la adquisición de 7 drones que son utilizados en Esmeraldas y algunos manglares como parte del Sistema Nacional de Monitoreo de Patrimonio Natural. También fueron ubicados en cerros como el de Catequilla (Pichincha), donde 57 hectáreas fueron reforestadas en el proceso de restauración con 24.000 plantas.

La cartera indicó que el costo de cada uno es $ 150.000 y fueron comprados  a la empresa que fabrica drones AEREUM, sistema Scout.

“Los drones son utilizados en 3 campos: restauración, áreas de reforestación y áreas de cobertura boscosa. Así también, son usados para el control de incendios forestales y áreas protegidas. Es de suma importancia para la detección de incendios, puesto que se encarga de 2 procesos claves: prevención y el control”, agrega el MAE.

Según el mayor Fernando Ayala del Cuerpo de Bomberos, contar con estos dispositivos permitiría reducir tiempo para intervenir el lugar afectado por el fuego. “En el área forestal nos ayudaría a saber por dónde ingresar las líneas de defensa y hacer el corte para apagar las llamas”. Agrega que en la superficie terrestre ayudaría a implementar las estrategias de cómo deben actuar sea por tierra o vía aérea.

Es por eso que adelanta que para el 2015 el Cuerpo de Bomberos tiene planes de comprar un par de estos dispositivos, cuyo valor oscila entre 3.000 dólares, por tratarse de drones básicos.

Cuenta que desde mediados de año se han dado conversaciones para adquirirlos. Ya tuvieron una primera experiencia con el incendio ocurrido en una empresa de química, donde contaron con un dispositivo de este tipo.

Los drones se están convirtiendo en herramientas prácticas por varias razones, son un sistema confiable de obtención de información que no involucran vidas humanas, no cometen errores en la toma de datos y no corre riesgos inherentes a la vigilancia en varios países.

Jimmy Vargas,  quien se dedica a armar drones para cinematografía, pero que desde hace unos meses debutó en el campo de seguridad y vigilancia, explica que la función de un drone es sobrevolar la zona y moverse 6 metros por segundo. Durante 25 minutos pueden recorrer de 1 a 2 kilómetros.

“Las aplicaciones de drones son casi infinitas en cuestión de vigilancia. Llevan una cámara térmica para que detecte las variaciones de temperatura y el momento en que haya iniciado el incendio”.

Agrega que dependiendo de cuántos kilómetros cuadrados tenga el área, se puede hacer que varios drones - un mínimo de 5-  vigilen ese sector, se dividan y asignen las rutas.  Asimismo, dijo que los drones pueden alcanzar 200 vuelos y funcionan con un pila de litio.

Vargas fue estudiante de la Espol. y recuerda que le tomó 3 años armar un drone, por todo lo que implicaba; pero con las herramienteas y técnica actuales, solo toma 2 semanas.

En países como Perú, el uso de drones ha servido para comprobar derrames de petróleo en el oleoducto Yanayacu-Saramuro. “Nunca habíamos podido comprobarlo, pero con los drones demostramos que las áreas naturales no están tan protegidas como se afirma y sus fotos sirven para cualquier tipo de justicia ambiental, ya que muestran los incumplimientos y violaciones de las normativas”, dijo la especialista forestal de Aidesep, Wendy Pineda.

También en Chile y Nicaragua ha sido incorporado su uso para el monitoreo de plantaciones forestales y el control de incendios.