Ecuador, 24 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Los menores aprenderán deportes y arte

500 hijos de los internos asistirán a curso vacacional

Los menores recibieron uniformes que usarán durante el campamento que iniciará este lunes y se realizará en el Parque Samanes. Foto: José Morán/ El Telégrafo
Los menores recibieron uniformes que usarán durante el campamento que iniciará este lunes y se realizará en el Parque Samanes. Foto: José Morán/ El Telégrafo
05 de marzo de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Desde el próximo 9 de marzo las mañanas y tardes para Kenneth F., de 9 años, no serán iguales. Iniciará un curso vacacional en el que aprenderá uno de sus deportes favoritos: karate. Además, de fútbol, clases de canto, actuación y bailoterapia.

Él es uno de los 500 menores inscritos en el vacacional, que lanzó ayer el Ministerio de Justicia, para hijos e hijas de presos privados de la libertad (ppl).

La ministra, Ledy Zúñiga, aseguró que en este segundo año aumentó el número de inscritos. El año pasado accedieron 180 niños.

Para la titular de esta cartera de Estado, la razón se debe a que los privados de la libertad vieron el resultado del campamento anterior y el aprendizaje que sus hijos tuvieron en diferentes disciplinas.

Explicó que el curso vacacional surgió como una estrategia de doble vía, “por un lado los privados de la libertad cuando ven a sus hijos en estas actividades, a través de videos que se les muestra, se motivan. Ellos reflexionan que por el error que hayan cometido se privan de los mejores momentos. Mientras que los niños pueden tener una opción en su tiempo libre”, dijo Zúñiga.

Agregó que este año se implementaron un transporte y los uniformes que usarán durante el curso. El vacacional será un mes, de 09:00 a 12:00, en el Parque Samanes.

Para Kathiuska F., quien es madre de Kenneth, las clases permitirán que su hijo pierda la timidez y deje de ser tan introvertido. “El psicólogo me ha explicado que su comportamiento se debe a la falta de su padre”.

Hace 7 años, el padre del menor cumple una condena y ha pasado más de 7 meses desde que no lo ve, contó Kathiuska.

Lucrecia L., también, inscribió a su hija, de 7 años. “Ella extraña mucho a su papi, todos los días me pregunta por él. Creo que el curso la ayudará a distraerse. Siempre le ha gustado cantar y aquí le van a dar esa clase”.

Verónica P. llevó por segunda vez a su sobrino al curso. “Mi hermano hace 3 años que está en la peni por tentativa de robo, pero ya falta poco para que salga”.

Contenido externo patrocinado