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Las mujeres dedicadas a las actividades domésticas tendrían la posibilidad de recibir atención médica

2 millones de amas de casa podrían afiliarse (Infografía)

2 millones de amas de casa podrían afiliarse (Infografía)
19 de septiembre de 2014 - 00:00 - Redacción Sociedad

Ama de casa: persona que se dedica con exclusividad a los quehaceres domésticos, no estudia, no trabaja, no busca trabajo ni percibe rentas o pensiones. Así de distante y hasta de forma fría describen las entidades estadísticas a este ‘servicio’, que en realidad se encarga de dar forma a una familia.

Mixi Coello, quien se dedica a las labores de su hogar desde hace 17 años, califica su trabajo de agotador. Por momentos es cálido cuando recibe la sonrisa de sus hijos. Ha sido su rutina desde que nació la primera de los 3 que tiene. Hoy, con 51 años, aún se levanta a las 05:30 para cocinar, lavar, planchar y limpiar. “El trabajo que hacemos nadie nos reconoce, ni los hijos”, expresó.

Su vecina Fátima Galán, de 52 años, vive una realidad similar, pero ella ha optado por ganarse a la par unos dólares mientras pinta con diseños las uñas de sus amistades. “Mis hijos tienen 32, 25 y 22 años. Todos trabajan y viven conmigo, los sigo atendiendo, porque dicen que no les alcanza el sueldo”, comentó.

Ellas forman parte de los 2’403.521 mujeres que son amas de casa en el país, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Aunque el índice de quienes trabajan exclusivamente en el hogar se redujo del 80% al 30%, las mujeres aún dedican 31 horas y 49 minutos al trabajo no remunerado en el hogar. Los hombres solo 9 horas.

En el último enlace sabatino, el presidente Rafael Correa se refirió a la posibilidad de que las amas de casa se beneficien del seguro social. Es una propuesta que aún se define, pero la idea sería que la cuota mensual de afiliación provenga de la familia, del cónyuge y del Estado.

Para el analista y abogado laboral, Joaquín Viteri, la propuesta es viable. “La Constitución, en su artículo 34, garantiza la universalidad del sistema de seguridad social para todos con prioridad a los sectores más vulnerables, entre ellos las amas de casa”. Asimismo, opinó que es urgente reformar la Ley de Seguridad Social. “La actual ley no tiene coherencia con el sistema universal”, añadió.

Para Viteri, el principal beneficio de esta afiliación para las amas de casa será el acceso a salud, en el que también podría incluirse la atención en el caso de ocurrir un accidente laboral.

A su criterio, el derecho a pensión jubilar todavía deberá ser discutido para analizar la posibilidad de incluirlo como beneficio.  

Según Iván Espinel, director del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en un mes podrían tener listo un proyecto de reformas a la Ley de Seguridad Social, en el cual se incluiría esta propuesta de afiliación universal que en principio podría descontar el 3,41% del sueldo del cónyuge para que afilie a su pareja.

Viteri señaló que parte de la cobertura también la debería asumir el Estado. “Tiene que hacerse presente cuando hay una situación de incapacidad económica y vulnerabilidad. El Estado no va a asistir a todas las amas de casa, sino a los jefes de hogar que no pueden aportar”, especificó.

Actualmente también hay quienes se afilian de forma voluntaria y también por extensión de cobertura. Son, por lo general, personas que laboran de forma independiente o amas de casa. Este es el caso de Lourdes Hidalgo, de 64 años, que ahora cuenta con una extensión del seguro social de su esposo. Lourdes ha  estado afiliada al IESS desde hace 2 años. Se ha beneficiado con citas médicas y medicinas para tratarse el problema de hipertensión que le diagnosticaron. A su esposo le descuentan el 3,41% de su salario. En el caso de préstamos o jubilación, este tipo de beneficios le corresponde al afiliado principal.

El factor económico

Alicia Vásconez, doctora en Economía de Desarrollo, analiza la seguridad social del trabajo no remunerado en su más reciente libro Mujeres y protección social en Ecuador. Cita a Antonella Picchio, quien dice: “El homo economicus va al trabajo planchado, lavado y comido”. Es decir quienes forman parte de la población ocupada formalmente se sustentan en todo un proceso de trabajo invisible, que no es reconocido: las labores del hogar.

Para Vásconez, la falta de cobertura hacia las amas de casas es altamente injusta porque “la economía monetaria -la que se ve- está basada en una economía que no se ve y que es fundamentalmente un aporte de mujeres, a través del trabajo de cuidados”.

En el nuevo Código Orgánico Laboral también se incluiría la afiliación universal. En el último borrador del proyecto, presentado en Esmeraldas, ya se reconoce al trabajo del hogar como una actividad que aporta al desarrollo económico y social. El artículo 6 plantea que se garantice a las y los trabajadores del hogar el derecho al acceso a servicios y prestaciones de la seguridad social.

Hay quienes aplauden la medida porque, en parte, visibiliza el trabajo de la mujer en casa. “Será una forma de reivindicar los derechos de ellas, puesto que la seguridad social debe ser universal”, expresó la socióloga Stephanie Ortega.

A su criterio, el machismo cultural y social sigue latente, pues la responsabilidad del cuidado de los hijos se delega -en su mayor parte- a la mujer. Agregó que, en caso de que la cobertura al seguro social deba ser pagada solo por el cónyuge generaría una especie de mando sobre la mujer. “Simplemente se mantendrían los patrones porque las mujeres solo tendrían acceso a seguridad social si están casadas o viven con una persona que las pueda ayudar a sobrellevar esto”, señaló.

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