Con la muerte del cóndor ‘Felipe’, el único que tenía chip de rastreo, múltiples son las interrogantes que se han generado sobre las causas para cazar este tipo de animales, cuya población en el país no supera los 50 ejemplares.

Según el director de biodiversidad del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), Francisco Prieto, la razón de que se dé este tipo de eventos  está ligado a una tradición del hacendado de poseer en su vivienda un ejemplar de estos como trofeo.

“El cóndor no es un ave de plumaje vistoso, sino todo lo contrario. Su carne es dura y apestosa por lo que el único justificativo para cazarlo es porque su figura está asociada con el poder”, indicó.

Pese al limitado número de cóndores en el país no es una especie amenazada porque en los territorios de Argentina y Chile existe un buen número de esta especie.

En cambio, para Andrés Ortega, profesor de la San Francisco de Quito, la caza del ave está relacionada a una errónea interpretación de que la sangre sirve para solucionar problemas respiratorios en las personas.