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Las diferencias del cerebro masculino y femenino generan controversias

Las diferencias del cerebro masculino y femenino generan controversias
Ilustraciones: Carlos Benavides/El Telégrafo
30 de octubre de 2016 - 00:00 - Andrea Rodríguez Burbano

¿Existe un cerebro femenino y otro masculino? ¿Hay diferencias anatómicas? ¿El cerebro tiene género? Sobre este órgano hay decenas de preguntas no resueltas y criterios disímiles.

Mientras algunos científicos aseguran que el cerebro es un mosaico con elementos tanto femeninos como masculinos, otros señalan que existen diferencias notorias que inciden en determinadas habilidades.

La neuróloga ecuatoriana Lisette Duque está convencida de que hay muchos mitos sobre el tema. “Se cree que hay diferencias de estructura, que el cerebro masculino es más ágil; la verdad es que eso carece de sustento. Es verdad que el cerebro del hombre pesa un poco más, pero no eso no implica que sea más inteligente”.

Al referirse al cerebro del hombre, Duque puntualiza que en este se constató el desarrollo de la función visoespacial que permite calcular los espacios, lo que podría interpretarse como una mayor habilidad de los hombres para estacionar el vehículo en espacios reducidos, por ejemplo.

Las habilidades visoespaciales a las que se refiere la especialista son las funciones mentales implicadas en distinguir por medio de la vista, la posición relativa de los objetos (arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha) en relación con uno mismo.

Serge Ginger, fundador de la escuela parisina de la Gestalt, planteó que las mujeres escuchan con sus 2 hemisferios, mientras que los hombres solo con el izquierdo: el verbal y el lógico. Ellas, por otro lado, movilizan al mismo tiempo ambos hemisferios, lo que implica una mejor interconexión entre ambos. Las mujeres no solo escuchan lo que se les dice sino cómo se les dice, son más sensibles a las inflexiones de la voz y a la emotividad.

Al hablar sobre las diferencias entre el hemisferio izquierdo y el derecho, Duque precisa que en el cerebro del hombre se ha observado una cierta asimetría; el derecho está más desarrollado.

En el caso de las mujeres, esta asimetría no es tan notoria, pero recalca que ellas tienen más habilidades verbales y de comunicación, mientras que los hombres se centran en la acción. Duque es contraria a la afirmación según la cual los hombres tienen mayor capacidad para involucrarse con la ciencia que las mujeres. “Hay más hombres galardonados con el premio Nobel en ciencias, porque quizás ellos tuvieron más oportunidades. Hay que insistir en que las funciones de nuestro cerebro están determinadas por factores sociales, culturales, ambientales y económicos, más que por factores biológicos”.

En esto concuerda el neurólogo Marcelo Cruz, miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Neurociencias, quien sostiene que el debate actual radica en si las diferencias son innatas (de nacimiento) o si son moldeadas por la sociedad. “No debemos olvidar que siempre hubo roles asignados a los hombres y a las mujeres”.

Según el médico, el cerebro de los seres humanos está formado por la exposición a las hormonas en el vientre materno, donde recibe un influjo hormonal que tiene cierta incidencia en las habilidades tanto de hombres como de mujeres.

“Los hombres son más diestros para leer mapas mientras que las mujeres se conectan mejor con las emociones de las personas”. En términos generales —indica Cruz— hay 2 tipos de cerebros: están los que empatizan y son buenos para identificar cómo se siente y qué piensa la otra persona y también los que están más interesados en tratar de desmontar y analizar sistemas, pero todos somos una mezcla de los 2.

El modo en que el cerebro masculino está organizado lo hace más capaz en las percepciones espaciales, por eso confía en su sentido de orientación e intenta encontrar su destino sin ayuda, lo que no ocurre con la mujer que para llegar a una dirección suele plantear preguntas referenciales como “¿disculpe está cerca de?”, “¿a una cuadra de?”, por ejemplo.

Según el libro Cerebro de hombre, cerebro de mujer del español Hugo Liaño, el modo en que el cerebro femenino está organizado hace a la mujer más capaz en áreas verbales, lo cual le lleva a intentar resolver el problema por medio de la palabra. En esta investigación, Liaño advierte que la influencia de la testosterona cuando el feto está formándose en el útero hace mucho más que establecer las características sexuales externas. En definitiva, la testosterona potencia un cerebro masculino y la ausencia de testosterona lo feminiza.

De acuerdo con el investigador, esto supone que hay respuestas biológicas a por qué, en general, las estadísticas demuestran que las mujeres aprenden a leer antes o perciben mejor el talante de su interlocutor, por qué hay más hombres dedicados a las matemáticas y la composición musical. Además, por qué los juegos de los niños son más agresivos que los de las niñas; por qué las mujeres tienen más facilidad para los idiomas y hasta por qué los hombres son, por lo general, más competentes a la hora de estacionar un carro en espacios extremadamente reducidos.

“Luego, que algunas personas digan que estas diferencias reflejan algo más, como capacidad de liderazgo, o que los hombres son más aptos para el trabajo fuera de casa y las mujeres para el hogar, es pura subjetividad y provoca polémicas estériles”, enfatiza el autor de esta publicación.

Sandra Espinoza, médica neuróloga, precisa que las áreas donde se interpretan las expresiones están más desarrolladas en las mujeres. Esto explica por qué ellas son más perceptivas. “También tenemos más desarrollada la afinación de colores. Nosotras decimos este es un rojo tirando a vino; los hombres dirían simplemente es rojo y punto”.

La especialista explica que hay múltiples investigaciones en las cuales se sugiere que los cerebros de los hombres y de las mujeres tienen estructuras genéticas distintas y, por ende, numerosas diferencias anatómicas. En todo caso, las diferencias no hacen superiores ni a los hombres ni a las mujeres. “Cada uno tenemos habilidades particulares y nos complementamos”.

El neurólogo Óscar Vaca explica que tanto el cerebro del hombre como el de la mujer tienen 16.000 millones de neuronas. “El hombre desarrolló en mayor medida la hormona de crecimiento, eso explica por qué se desarrolla más la musculatura y los huesos. “El coeficiente de inteligencia es igual. Si queremos establecer una diferencia, se podría indicar que el hombre difícilmente podrá ser maternal e intuitivo; las mujeres sí”.

Para Vaca, la mujer tuvo un mayor desarrollo del cerebro en el área prefrontal. “Sabe planificar mejor la economía familiar aunque siempre habrá excepciones. Hay estudios que revelan que las mujeres pueden comprender más rápidamente la personalidad de alguien que el hombre”.

El código universal del cerebro

La investigadora española Natalia López Moratalla revela en un estudio que hay un código universal de todo el cerebro.

Un primer artículo de ese código es que funciona en 2 direcciones: de abajo-arriba o de dentro-fuera (áreas sensoriales y límbicas-áreas de asociaciones), y de arriba-abajo, o de fuera-adentro (áreas de asociación–áreas sensoriales).

Un segundo artículo de este código es que el desarrollo del cerebro tiene que ver con la información genética, con los datos que se producen con el desarrollo corporal, y, especialmente, con las señales que recibe del entorno familiar y cultural y en definitiva con la biografía personal.

Por ello, los procesos psíquicos inmateriales, lo que podemos denominar como mente, emergen de la estructura funcional del cerebro labrado por la vida de cada persona. Al citar ejemplos de habilidades masculinas versus femeninas, los hombres, dice la especialista, sacan mejor puntuación en pruebas de memorización y detección de formas, en geometría, en la puntería en el tiro, etc.

Por otro lado, existe una diferencia en el patrón de activación de la corteza cerebral cuando varones y mujeres hacen girar mentalmente una figura geométrica en las 3 dimensiones. Las diferencias están, pues, en las estrategias cognitivas que requieren la intervención de diversas áreas cerebrales.

La estrategia femenina es, sobre todo, de “recuerdo y reconocimiento” mientras que la masculina es de “construir”, al manipular, de manera mental, el objeto con el propósito de reorientarlo en el espacio.

En ambos sexos la repetición de la tarea mejora el rendimiento. Es decir, estas áreas del cerebro son plásticas en todos los hombres. Al referirse a las destrezas femeninas, la neuróloga Sandra Espinoza indica que las mujeres tienen mayor fluidez verbal que los varones.

Las mujeres aventajan a los hombres en este tema, una actividad que requiere el flujo de información de uno a otro hemisferio (izquierdo o derecho). El área del lenguaje está concentrada en el hemisferio izquierdo en los hombres y, en cambio, en ambos hemisferios, en las mujeres.

Por otro lado, cada vez surgen más evidencias de que las mujeres son más vulnerables a situaciones de conflicto interpersonal y son más susceptibles que los varones a la presión psicológica en relación con los demás.

Louann Brizendine, doctora en medicina y neuropsiquiatra, autora del libro El Cerebro femenino es clara al señalar que los cerebros de los hombres y de las mujeres no son iguales y que esa diferencia tiene como origen que los códigos genéticos de mujeres y hombres son distintos en menos del 1%.

“Ese pequeño porcentaje de diferencia tiene una enorme importancia. Hasta la octava semana de vida fetal todos los cerebros son femeninos, y a partir de ese momento casi la mitad se vuelven masculinos debido a los aportes que reciben de testosterona”.

Plantea, además, que aproximadamente la otra mitad seguirá siendo cerebros femeninos, a lo que se añade una pequeña fracción de cerebros sexualmente orientados hacia los hombres en cuerpos de hombres y cerebros orientados sexualmente hacia las mujeres en cuerpos de mujeres (el porcentaje de los primeros es el doble que el de los segundos).

¿Qué cerebro envejece con mayor rapidez?

A principios de este año, un equipo de neurocientíficos liderados por András Király de la Universidad de Szeged, Hungría, publicó un estudio donde se revela que las estructuras subcorticales del cerebro, al parecer, envejecen más rápido en los cerebros masculinos que en los femeninos. Esto —según los científicos— podría ayudar a explicar por qué los hombres son más susceptibles a las enfermedades neurológicas, como el Parkinson.

Los investigadores también encontraron que la materia gris, en general, de los hombres se reducía a un ritmo más rápido que en los cerebros femeninos, lo que podría ser tomado como una señal de que el cerebro envejece más rápido en los varones. Uno de los aspectos que el estudio no pudo explicar fue por qué se observó esta diferencia, pero los investigadores especulan que es por los cambios causados por la edad y los niveles hormonales.

Los especialistas concuerdan en que los nuevos avances en el campo neurológico permitirán seguir desmontando mitos y conociendo de mejor manera el cerebro. (I)

DATOS

Mujeres

El lóbulo frontal, que alberga las funciones de toma de decisiones y resolución de problemas, son proporcionalmente mayores en las mujeres, al igual que la corteza límbica que regula las emociones.

El hipocampo, que tiene parte en la memoria de corto plazo y la navegación espacial, también es mayor en las mujeres. (I)

Hombres

Entre las zonas del cerebro que son más grandes en los hombres está la corteza parietal, que procesa señales de los órganos sensoriales e interviene en la percepción espacial.

La amígdala del cerebro, que controla las emociones y la conducta social y sexual, también es más grande en los varones, según un estudio de la U. de Harvard. (I)

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