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El cultivo de cebada cambia el paisaje en diez provincias
Cañicapa y Scarlet son las variedades de cebada que comienzan paulatinamente a tomarse los campos de la Sierra ecuatoriana. Actualmente, según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), 778 agricultores están dedicados a sembrar las dos variedades en Loja, Azuay, Bolívar, Cañar, Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Imbabura y Carchi.
En los primeros siete meses del año en curso, en aquellas provincias, se sembraron 1.471 hectáreas de la cebada Cañicapa y 504 hectáreas de la variedad Scarlet o Maltera. En total, Ecuador tiene sembradas 1.975 hectáreas, a partir de las cuales se estima que se obtendrá una producción aproximada de 64.241 quintales, un resultado que no se había logrado desde hace muchos años.
Recordando su infancia, Jorque Lliquí, agricultor de la comunidad Puculpala, ubicada en la parroquia Quimiag del cantón Riobamba, mencionó que los vientos de verano movían los cultivos de cebada como si los estuviesen ‘peinando’ de un lado y otro. Esta imagen, muy habitual en su provincia décadas atrás, le animó a retomar el cultivo del grano.
“Hace unos 30 años sí sembrábamos la cebada. Teníamos una semilla diferente y era bastante productiva y grande”, expresó Lliquí, quien preside la Asociación de Productores Agropecuarios de Puculpala, conformada por 32 socios.
La buena semilla y el manejo técnico ahorran trabajo
El productor dijo que es la primera vez que siembran cebada como asociación. Se animaron a hacerlo porque el programa era nuevo y ofrecía apoyos concretos a los agricultores.
Mediante un convenio entre el Magap y la empresa Cervecería Nacional, suscrito el 23 de julio de 2015, se está fomentando la expansión del cultivo de cebada Maltera en Carchi, Imbabura, Chimborazo, Cotopaxi, Tungurahua, Azuay, Loja y Bolívar.
Para incrementar la superficie cultivada y su productividad, el Magap entrega a los agricultores un paquete tecnológico que comprende semillas, fertilizantes edáficos, potasio y sulfato de magnesio.
Hugo Mendieta, productor del sector Buravalle, ubicado en el cantón Nabón (Azuay), confirmó la recepción de esa ayuda y agregó que “también los técnicos de la Estrategia ‘Hombro a Hombro’ del Magap nos capacitan para cultivar cebada y mejorar la siembra, la cosecha y la poscosecha”.
En la media hectárea en la cual sembró este serial, Mendieta aspira a obtener unas 2,5 toneladas en la cosecha que comenzará en septiembre. “Este ciclo se extiende de junio hasta noviembre, pero la mayoría de cosechas se producen entre agosto y septiembre”, explicó.
Por su parte, Danilo Chiliquinga, agricultor de la parroquia Panzaleo (Cotopaxi), manifestó que “el trabajo realizado es mínimo, la inversión es baja y los resultados son muy buenos”. Para que así suceda, dijo, se torna primordial, tanto para la cosecha como para la poscosecha, conocer las medidas técnicas y visuales necesarias.
Chiliquinga indicó también que “es muy provechoso trabajar con el Magap porque nos capacitan para el quehacer diario con nuestro cultivo”.
En un sentido similar, Lliquí ratificó que “el beneficio lo experimentamos desde el mismo momento de la siembra. Hemos recibido la semilla y los fertilizantes. Pero las capacitaciones con los técnicos son lo más importante para nosotros”.
El cereal sirve para consumo humano y animal
Para beneficiarse del programa ‘Siembra Cebada’, los agricultores deben estar acreditados ante el Magap, luego de lo cual recibirán los insumos y la capacitación desde la preparación de la tierra hasta la cosecha.
Lliquí, quien participó en todo el proceso de capacitación, cuenta que “el análisis de la tierra en enero sirvió para conocer qué nutrientes necesitaba. Faltaba nitrógeno y úrea”.
También, con los técnicos, descubrió que es importante la ubicación del terreno. Por eso recibió semilla Scarlet, que crece a menos de 2.700 metros sobre el nivel del mar. “Con este programa estamos experimentando el cultivo de esta variedad nueva; estamos viendo cuál es el rendimiento que tiene”, dijo.
Además de servir para harina, esa variedad se usa para la producción cervecera tradicional y artesanal. En cambio, la cebada Cañicapa suele utilizarse para la elaboración de arroz de cebada, pinol, máchica, y balanceado para ganado bovino y ovino. (I)
DATOS
La cebada Maltera, que produce 42 quintales por hectárea (ha), está sembrada en Carchi (315 ha), Chimborazo e Imbabura (50 ha), Tungurahua (27 ha); Bolívar (21 ha); Azuay (20 ha) y Loja (13 ha).
La cebada Cañicapa, que rinde 40 quintales por hectárea, es cultivada en Pichincha (387 ha), Chimborazo (360 ha), Imbabura (300 ha), Bolívar y Cañar (100 ha), Carchi (97 ha), Tungurahua (50 ha), Cotopaxi (32 ha), Loja (30 ha) y Azuay (15 ha).