Visitar un baño público puede resultar una pesadilla para muchas mujeres y probablemente también para algunos hombres, debido a la falta de higiene y el temor a posibles enfermedades. Esto llevó a Karla Altamirano y a Paula Salazar a crear un cobertor de inodoro desechable, confeccionado a través de biotecnología, que evita afecciones por su capa antibacterial y que al mismo tiempo cuida el planeta porque se degrada en la tubería.

Con el producto, denominado Comfy, las jóvenes ganaron el Eco Reto 9.0 en la categoría femenina, en abril pasado. El concurso fue organizado por Young Americas Business Trust (YABT), PepsiCo y la Organización de Estados Americanos (OEA), con el apoyo de CBC en Centroamérica y Postobón en Colombia. La premiación se realizó en Lima, Perú en el marco del V Foro de Jóvenes de las Américas.

“El 86% de personas evitan ir a un baño público. Sin embargo nueve de cada 10 mujeres se enferman por su uso, según datos de un estudio nacional sobre baños públicos elaborado por la Escuela Politécnica de Chimborazo (Espoch) y otro a nivel regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, afirma Karla, ingeniera en Tecnología de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), en Quito.

Advierte que desde una simple gripe, diarrea, infecciones de vías urinarias y posiblemente un tipo de papiloma, así como herpes, pueden contraer usuarios desde la tapa sucia del inodoro y por salpicaduras de agua con los desechos humanos.

“El cobertor es una mezcla de extractos naturales que disipa los malos olores que generalmente existen en los baños públicos. Se asemeja al algodón y es impermeable”.

Karla, estudiante de Administración de Empresas de la UPS, contó que al principio el artículo era un simple papel que se mojaba si el baño estaba sucio. Pero para satisfacer la demanda innovaron el producto que está en el mercado desde noviembre de 2017.

“Comfy tiene capacidad antimicrobiana porque elimina el 98% de los gérmenes del inodoro. Protege a quien lo usa y guarda un rango de defensa de 10 minutos después que se va por la tubería del inodoro”, añade.

Hace un año, las jóvenes ganaron un concurso de la universidad con el cual obtuvieron un capital semilla que les sirvió para financiar este nuevo proyecto de los cobertores. El nuevo premio les ha abierto las puertas con algunas dependencias públicas como los ministerios de Salud y Medio Ambiente, cadenas hoteleras y otras entidades.

Al momento elaboran cien unidades por semana bajo pedido, que reciben en sus redes sociales con el nombre de Comfy Ec, pero aspiran a ampliarse hacia instituciones públicas y privadas como colegios, universidades en donde se accederá a ellos por medio de dispensadores. (I)