Ecuador, 16 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Especial

Una casa a prueba de sismos, lluvias y el paso del tiempo

Luis Torres, hermano mayor del propietario del lugar, recibe con frecuencia a los turistas, quienes hacen fotos del inmueble y escuchan con atención los relatos que hace el anciano, de 88 años, sobre el terremoto.
Luis Torres, hermano mayor del propietario del lugar, recibe con frecuencia a los turistas, quienes hacen fotos del inmueble y escuchan con atención los relatos que hace el anciano, de 88 años, sobre el terremoto.
Fotos: Roberto Chávez / EL TELÉGRAFO
06 de agosto de 2017 - 00:00 - Carlos Novoa

Pelileo, Tungurahua.-

Un penetrante olor a fritada, plátano asado y mandarinas invade cada tarde la vivienda de Galo Torres Recalde.

Estos alimentos se preparan y cultivan en el barrio Pelileo Grande, sector del cantón tungurahuense del mismo nombre, del cual es oriundo Galo.

Ubicada a un costado del estadio de la localidad está la casa de este pelileño de 73 años, la cual guarda varios elementos que resultan cautivantes para cualquier turista.

Entre ellos un diseño colonial marcado por la presencia de 2 enormes y ondulantes palmeras, un amplio patio, huertos frutales, una pequeña pero llamativa gárgola tallada en piedra y un viejo tejar que destaca entre 2 construcciones modernas.

Pero sin duda el mayor atractivo de esta propiedad es la estructura que las vetustas tejas de arcilla, en las que han empezado a brotar coloridas flores, resguardan hace 68 años.

Este lapso de tiempo es justamente el que ayer se cumplió desde el terremoto del 5 de agosto de 1949, en el que, según la historia, la mayor parte de casas de Pelileo se desplomó a cauda del fuerte sismo.

Cerca de la vivienda de Galo está el monumento en honor a los fallecidos que la comunidad de pelileños, residentes en Quito, edificó en el parque de Pelileo Grande, un año después del sismo.

Por esta razón, más de 5.000 personas fallecieron en este cantón y otros de la región. El remezón tuvo una intensidad de 8 grados en la escala de Richter, por lo que además se destruyeron cultivos y criaderos de ganado y especies menores.

¿Por qué razón esta vivienda constituye un atractivo turístico en Pelileo Grande? “Porque esta es la única estructura del cantón que el sismo no pudo derribar”, explica Luis Torres Recalde, hermano mayor del propietario del inmueble.

Si bien nadie la conoce tanto como Galo, él prefiere que ‘Luchito’ -como se refiere a él de cariño- relate esta historia, pues el día del terremoto él tenía apenas 5 años.

Como cada tarde, ambos hermanos salen a tomar el sol en el patio de la propiedad. Desde un asiento amplio, colocado al pie de una palmera, Luis, de 88 años, saluda con turistas y curiosos que se asoman por las rejas para fotografiar la vivienda.

“En Pelileo todos conocen la historia de esta casita de la cual solo se cayeron las tejas durante el terremoto. Aunque parezca mentira, las paredes de esta pequeña edificación ni se cuartearon y por ello con mi familia bromeamos con frecuencia diciendo: el secreto de la arquitectura antisísmica está en las pilastras de esta casa”, comenta Luchito ante la mirada atenta de su hermano menor.

Con voz firme y su mano derecha a la altura del corazón, el anciano continúa relatando que, pese a que a los costados de la resistente casa se han levantado 2 estructuras en los últimos años, su hermano Galo no la ha querido derribar, pues se ha convertido en el único testigo del terremoto que no ha sufrido daño hasta la fecha.

“No obstante, en las paredes de la casita vieja aún se conservan las huellas de un incendio que se originó por motivos desconocidos hace pocos días. Las llamas tampoco pudieron echarlas abajo, por lo que ahora ya no solo es antisísmica sino también resistente a las llamas y al granizo que de vez en cuando cae en medio de fuertes vientos”, comenta Galo.

En el patio, cada tarde, una antigua radio es encendida; en ella se sintonizan emisoras locales que emiten música nacional, noticias y radionovelas.

“La programación radial incluye mensajes alusivos a la tenacidad y pujanza que nos caracteriza y que nos levantó del dolor en que nos sumió el terremoto. No obstante, cada 5 de agosto, como ayer, visitamos las tumbas de nuestros familiares y amigos, muchos de los cuales no tuvieron la suerte que esta casa y fueron enterrados aquí cerca”, expresa Lourdes Miranda, vecina de Pelileo Grande. (I)

Una de las tumbas que existen al interior del parque de la localidad es la de Fernando Espinosa, estudiante baneño del colegio Marino Benítez, quien falleció junto con otros compañeros el 5 de agosto de 1949.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media