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Turismo y folclor conectan a Nueva Loja y Putumayo
Pese a que Ecuador y Colombia poseen una ideología, gastronomía, folclore y demás rasgos de identidad propios, existen raíces muy profundas que mantienen unidas a ambas naciones.
Además del insondable anhelo por la paz y el progreso, las expresiones artísticas, la geografía, la producción, los sistemas comerciales y turísticos de estas naciones guardan cierta similitud.
Esto se debe un poco a que ambos países formaron parte de la Gran Colombia entre 1821 y 1831, década en la que se consolidó una hermandad que subsiste hasta hoy y se refleja en el tricolor de sus estandartes.
Las semejanzas se observan con mayor fuerza en la frontera norte amazónica. Sucumbíos, en el lado ecuatoriano, y Putumayo, en el colombiano. Estas localidades limítrofes, año tras año, hacen grandes esfuerzos por reforzar la fraternidad. Uno de estos esfuerzos fue el que se realizó el 8 y 9 de octubre, en el cantón Lago Agrio, de la provincia de Sucumbíos.
El Parque Recreativo Nueva Loja —lugar que toma el nombre de la capital de Sucumbíos— fue el escenario para el Encuentro Cultural, Turístico e Integración Amazónica, que reunió a chefs, operadores turísticos, actores sociales, autoridades y artistas de la localidad así como de Orellana, Napo y las vecinas alcaldías de La Dorada y La Hormiga, del departamento de Putumayo.
Diez horas de danza, canto y más demostraciones artísticas, así como la venta de artesanías, promoción turística y degustación de comida nativa, evidenciaron que la hermandad binacional trasciende los tratados y más documentos que la avalan.
Importancia del turismo
Vinicio Vega, alcalde de Lago Agrio, destacó la importancia que el turismo tiene en la economía y cultura local.
“La urbe fue conocida por décadas como uno de los puntos petroleros más grandes del país. Si bien la extracción fue una actividad muy influyente es hora de mostrar la cara turística de Lago Agrio. Es fundamental entonces unirnos en torno a este tema con los hermanos colombianos, quienes tienen similares características geográficas”.
Además, el funcionario dijo que la cifra anual que el Cabildo invierte para impulsar el turismo es de $ 60 mil.
En el encuentro también estuvieron representantes de la Cámara de Comercio de Putumayo y de operadores turísticos de las vecinas alcaldías de La Hormiga y
El Dorado, en Colombia.
Uno de ellos fue Roberto Calero, dueño de una agencia de viajes. “Si bien han existido episodios de violencia en la frontera, hoy queremos dejar atrás esa imagen y proyectarnos a un futuro de cooperación. El turismo no solo es un proyecto futurista del Ecuador, también lo es en Colombia”.
Mientras tanto, Flor Fonseca, esposa de Calero, señaló que esperan que las autoridades de Putumayo organicen en los próximos meses encuentros similares en suelo colombiano.
Siekopai, siona, shuar, cofán, afroecuatorianos y kichwas, fueron las nacionalidades de Sucumbíos que estuvieron en la cita y que animaron a los presentes con bailes ancestrales y con la exposición de artesanías.
Jilme Tsipak, integrante del pueblo siekopai, manifestó: “Gracias a Dios estamos dejando de lado el estigma de ‘peligroso’ o ‘sospechoso’ que tenían nuestros amigos del norte. Esto se debe, en parte, a que tenemos los mismos objetivos: vivir en paz y progresar, además de tener un flujo comercial importante en la frontera”.
La gastronomía de los grupos afros fue una de las más apetecidas. El encocado de pescado, los camarones fritos y la yuca con chicharrón de tilapia, entre otros platos, deleitaron el paladar de los comensales. Otras de las delicias fueron los postres de frutas y tubérculos amazónicos.
Esta actividad fue un preámbulo para el Encuentro Binacional entre Ecuador y Colombia que se efectuará el 8 de diciembre en el colegio Camilo Gallegos, de Nueva Loja.
El alcalde Vega añadió que “aspiramos a que los mandatarios de ambos países recorran el puente fronterizo sobre el río San Miguel, un importante paso comercial de Sudamérica”. (I)