Es casi seguro que cuando no tenemos mayor experiencia en colocarnos las tradicionales pestañas postizas de banda se nos derrame la goma y terminemos con el accesorio mal puesto, los párpados pegados y hasta con los ojos irritados. Retirarlas también puede ser otro problema, ya que es probable que perdamos algunas de las naturales.

La nueva tendencia en este artículo de belleza, que tiene su origen en el cine mudo de 1930 y su mayor apogeo en la moda que marcó la década de 1960, reemplaza a la goma por unos pequeños imanes distribuidos en los extremos y el centro de la banda del accesorio.

Aunque en el mercado internacional están desde hace más de 2 años, a Ecuador llegaron hace 4 semanas con tres modelos de la marca Ardell, empresa estadounidense con 47 años en esa linea, explica su vocera, Leonor Anchundia.

“La innovación de este producto, que es de cabello natural, está en los microimanes que tienen el propósito de facilitar su colocación para que las pestañas no falten en la rutina de maquillaje de la mujer, ya que proporcionan el toque final y realzan su belleza”.

En cada estuche de presentación vienen 4 bandas de pestañas magnéticas, ya que se coloca un par en caja párpado superior; una arriba y otra debajo de las naturales que sirven de soporte de las postizas. En la caja se indica la posición en que se ubican.

Leonor explica que primero hay que rizar las pestañas naturales con una fina capa de máscara (rímel) que no sea a prueba de agua porque esta se seca rápido y después no da oportunidad de aplicar las postizas.

Luego se pone una de las magnéticas arriba de las naturales, tratando de adherirlas con el rímel previamente aplicado. De inmediato se ubica la inferior haciendo coincidir los microimanes que tienen las dos postizas para que las tres (naturales y magnéticas) queden selladas. Similar procedimiento se realiza en el otro párpado superior.

La vocera afirma que el accesorio puede utilizarse diariamente por varias horas si están bien adheridos los imanes. Pero advierte que es preferible no usarlas en actividades deportivas de alto impacto ni tampoco en otras como natación “porque la transpiración y el agua de la piscina pueden despegarlas”.

Es recomendable retirarlas al dormir. “El procedimiento es un leve movimiento tratando de despegar los imanes, algo que no va a lesionar las pestañas naturales, como puede hacerlo la goma”. Anchundia señala que también están por llegar las magnéticas de “acento” que realzan los párpados caídos. (I)