El 13 de mayo de 2015, mediante Decreto Ejecutivo N°. 677, el presidente de la República, Rafael Correa, anunció la creación de BanEcuador, una entidad financiera pública con autonomía técnica, administrativa, financiera y presupuestaria.

A tal efecto, desde aquel entonces, se abrió un período de transición a través del cual el Banco Nacional de Fomento (BNF) entró en liquidación. De manera simultánea, el equipo técnico de BanEcuador impulsó un proceso de diálogo con los ciudadanos rurales y urbano-marginales para ubicar así el modelo de banca efectivamente requerido por los productores.

Mediante estas transformaciones, el Gobierno Nacional buscó superar las tareas cumplidas por el BNF hasta inicios de la presente década. El propósito de BanEcuador es democratizar el crédito para micro, pequeñas y medianas empresas asociativas, agronegocios, pesquería artesanal, comercio y servicios; y además, fortalecer redes, cadenas productivas y circuitos de comercialización.

El banco tendrá mayor cobertura y mejor atención

BanEcuador tiene 24 sucursales provinciales, 98 agencias cantonales, 35 oficinas especiales y 11 ventanillas de extensión de servicios distribuidas en siete zonas del país. Posee activos cercanos a $ 1.500 millones y un patrimonio aproximado de $ 200 millones.

BanEcuador nace de la necesidad de una banca pública sostenible con servicios integrales y enfoque incluyente, que opere en base a los requerimientos de pequeños y medianos productores, comerciantes y emprendedores de las zonas rurales y urbano-marginales. Por ello, BanEcuador brindará una diversidad de productos y servicios financieros.

Uno de los pilares del nuevo banco es fortalecer la cultura del ahorro en todos sus grupos prioritarios de atención. Y ello en razón de que el ahorro genera círculos virtuosos que, además de facilitar la consecución de metas individuales y colectivas, disminuyen la vulnerabilidad familiar.

BanEcuador ofrecerá microcréditos por un monto equivalente a 150 salarios mínimos, es decir, unos $ 54 mil. También se otorgarán préstamos a pequeñas y medianas empresas, asociaciones y organizaciones comunitarias. Estos préstamos pueden cubrir actividades de emprendimiento y consumo. A esa oferta, además, se incorporan créditos de desarrollo humano, dirigidos a los beneficiarios del bono de desarrollo humano.

Por otra parte, una innovación de BanEcuador es el crédito asociativo y comunitario que, como valor agregado, robustece a las organizaciones, mediante la interrelación institucional con asociaciones de productores, cooperativas de producción, comunas y organizaciones locales. Asimismo, la nueva institución pública concederá servicios para cuentas corrientes, cuentas de ahorro y depósitos a plazo fijo acumulativo.

La oficina matriz operará en Quevedo y su sucursal mayor será en Quito. Todos los servicios contarán con asistencia personalizada en balcones de servicios, oficinas especiales y ventanillas de extensión, de 09:00 a 16:00. Pero también habrá horarios especiales, según las necesidades de los clientes, mediante unidades móviles montadas en ferias y mercados, y visitas a domicilios y lugares de trabajo. La atención será continua a través de los cajeros automáticos, banca en línea y call center.

La nueva institución responde a necesidades históricas

El concepto del nuevo banco en territorio está enfocado en servicios y productos financieros ágiles y oportunos, para los clientes de los sectores rurales y urbano-marginales. Javier Ponce Cevallos, titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), y presidente del Directorio de BanEcuador, destacó que “el Banco trabajará directamente con sus clientes en 168 oficinas, instaladas en 146 cantones, además de puntos especiales en territorio y tecnología de punta, a escala nacional”.

Esta iniciativa constituye una forma efectiva de impulsar la producción agropecuaria ecuatoriana con apoyo financiero institucionalizado, aseguró el Ministro de Agricultura quien destacó: “BanEcuador es un hito histórico, como lo fue la Reforma Agraria en 1970”.

A su vez, en su calidad de presidente del Directorio de BanEcuador, Ponce puntualizó que “el 70% de la gestión del banco se realizará en el campo, junto a los pequeños y medianos productores, comerciantes y emprendedores del país”.

Los nuevos tiempos exigían una revisión de las directrices que rigieron al BNF durante 88 años. Y esa reflexión fue realizada en el marco de la estrategia del cambio de la matriz productiva y la soberanía alimentaria.

El modelo de gestión apunta a crear una diferencia palpable

Según su decreto constitutivo, el Directorio de BanEcuador está conformado por: el Ministro de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, en calidad de delegado permanente del Presidente de la República, quien lo presidirá y tendrá voto dirimente; el Ministro Coordinador de la Política Económica o su delegado permanente; el Ministro Coordinador de la Producción, Empleo y Competitividad o su delegado permanente; el Ministro de Industrias y Productividad o su delegado permanente; y el Ministro de Inclusión Económica y Social o su delegado permanente.

Mediante esta composición multisectorial de la principal instancia de decisión estratégica del nuevo banco, se busca potenciar los beneficios emanados del préstamo y vincularlos con otras acciones técnico-productivas. “Por sí solo, el crédito no es eficiente. Siempre se requiere de acompañamiento”, dijo Ricardo Zurita, gerente general de BanEcuador.

Por ello, se implementaron esquemas de participación ciudadana que permitirán consolidar una oferta de asesoría técnica en los procesos impulsados desde el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Inclusión Económica y Social, el Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria, el Ministerio de Industrias y Productividad y el Ministerio de Turismo.

Al respecto, el gerente de negocios, Diego Andrade, explicó: “Los productos de BanEcuador están adaptados a las necesidades de sus clientes, identificadas en base a un diálogo social continuo sobre sus actividades agrícolas, pecuarias, comerciales y de servicios, en el contexto de las cadenas de valor”.

Para el modelo de gestión, se consideró que los sectores rurales y urbano-marginales demandaban un banco público que tenga presencia en territorio, que conozca las dinámicas productivas y comerciales locales, que promueva la asociatividad entre productores y que favorezca el encadenamiento productivo y las cadenas de valor.

Zurita afirmó que “el nuevo banco público otorga un servicio adecuado, para que la captación y el ahorro, sean los pilares de la confianza de quienes fueron clientes del BNF y que, ahora, mantienen sus cuentas y depósitos en BanEcuador”. El gerente señaló que “los clientes de BanEcuador procederán exactamente igual como lo hicieron con el BNF, tanto en las operaciones comunes, como en el cumplimiento de sus obligaciones, en las fechas y condiciones correspondientes”. (I)