¿En el reporte de la FAO se cita que la pérdida de alimentos es por igual al momento de producirlos y de consumirlos. ¿Es más tolerable que las empresas tengan un desperdicio mínimo?

El reporte menciona que tanto en las etapas de producción y consumo se pierde y desperdicia aproximadamente el mismo porcentaje (28%), lo cual supera el volumen que se pierde en la fase de procesamiento y transporte. La pérdida y el desperdicio de alimentos no es tolerable en ninguna fase de la cadena; lo que las empresas consideran es un porcentaje base de pérdida en todos sus procesos; reducir ese porcentaje mejora sus índices de eficiencia, por tanto su rendimiento y desempeño.

Los alimentos que más se desperdician, según notamos en el boletín, son las frutas y los vegetales ¿Cuál es la razón de esto?

Son alimentos altamente perecederos, que se ven afectados por factores climáticos y tecnológicos. En Chile, los productores de lechuga de la zona central evidencian pérdidas por el limitado acceso a tecnologías de cultivo y protección a heladas y/o sequía. En los países del Caribe las pérdidas de tomate y yuca se dan principalmente en la fase poscosecha, al momento de recolección y distribución a puntos de venta, debido, principalmente, a malas prácticas y por condiciones limitadas de infraestructura y transporte. Finalmente muchas frutas y vegetales se pierden a nivel de mercado minorista por no cumplir con los estándares de calidad, o por criterios estéticos por parte de los consumidores.

¿Qué han hecho los gobiernos de la región, además de los citados como Argentina o Costa Rica, para evitar el desperdicio de alimentos? ¿Se reconocen esfuerzos desde Ecuador?

Países como República Dominicana, Chile, Brasil, o el Caribe, incluso, avanzan en la conformación de comités nacionales para la prevención de pérdidas y desperdicios, donde los gobiernos y demás actores del sistema alimentario se dan cita para evaluar opciones de política que favorecen la prevención de las pérdidas y desperdicios. Por otro lado, los gobiernos de Colombia, México y Perú se encuentran desarrollando estudios sobre la situación de las pérdidas y desperdicios de granos, legumbres y productos del mar. De Ecuador no tenemos registro de actividades hasta el momento, consideramos muy oportuno que el país inicie una reflexión y sensibilización al respecto.

A nivel de regiones en el mundo, ¿cuál es la que más comida desecha?

En América Latina los niveles de pérdidas y desperdicios son muy altos si tomamos en cuenta la cantidad de personas que aún padece hambre. Hay regiones con cifras aún más alarmantes, por ejemplo en la fase de consumo América del Norte y Oceanía son las regiones que más desperdician (61%). En la fase de producción, África subsahariana tiene los índices más altos (39%).

¿Tenemos una cifra de qué alimentos se desperdician más en el hogar o en cada familia y al por menor?

Actualmente se cuenta con estimaciones a nivel de país por algunos alimentos, como el caso del pan en Chile, donde se estima un desperdicio de 60 kl/ persona/año. Es un desafío para los próximo años el contar con datos reales. A nivel de los hogares, el desperdicio se genera por falta de conciencia a la hora de comprar los alimentos, de almacenarlos y de prepararlos. Prácticas tan sencillas como llevar una lista de compras al mercado, congelar la comida que no se consume, aprovechar al máximo todas las partes de los alimentos, unirse a una red de alimentos o donar aquello que no será consumido, sirven para reducir el desperdicio de alimentos y las consecuencias negativas que eso trae. (I)