Por cientos de años, el maquillaje ha jugado un papel fundamental al momento de mejorar la apariencia física y elevar la autoestima de las personas, principalmente, de las mujeres solteras y de quienes son mamás.

Actualmente el uso y la variedad de cosméticos se han intensificado. Y con ello, la necesidad de manejarlos adecuadamente.

Lissette Romero, psicóloga clínica, explica que más allá de ver al maquillaje como un recurso que proporcione mayor confianza por mejorar el físico, se debe entenderlo como un potenciador de la personalidad. “Al usar maquillaje, lo que una mujer proyecta es la forma en la que se siente consigo misma”, indica.

“Las redes sociales, el trabajo, o simplemente el deseo personal de verse y sentirse bien han motivado a la gente a conocer más del arte del maquillaje y ponerlo en práctica”, explica Stefany Tejada, empresaria ecuatoriana que lidera un centro de belleza de la capital.

Para ella, la cosmetología es una herramienta que aporta seguridad y bienestar, además de una oportunidad de independencia económica. La mayoría de participantes de sus talleres de maquillaje profesional son mujeres que, al finalizarlo, estarán en capacidad de emprender su propio centro estético, con conocimientos vanguardistas.

Por todo esto, hoy es común ver una gran cantidad de espacios donde hombres y mujeres se preparan para formar parte del mundo de la cosmetología.

Para Tejada, lo importante es que estos sitios cuenten con personal capacitado, que pueda transmitir los conocimientos de manera sencilla pero eficaz. En su experiencia, lo fundamental es enseñar las bases para que, poco a poco, los estudiantes sigan desarrollando sus habilidades. Posteriormente podrán continuar con su preparación, aprendiendo técnicas más especializadas.

En el curso que ella dicta, los participantes aprenden   preparación de piel, colorimetría, diseño de cejas, análisis morfológico de rostros, entre otros temas que les brindarán la capacidad de mejorar su apariencia física.

“Sabrán cómo maquillarse para una entrevista de trabajo, para una reunión con amigos o para el diario. Es algo muy útil”, dice la empresaria.

Coincide con ella Tatiana Casa, madre de familia y dependiente farmacéutica, quien asegura que la presentación juega un papel importante. “Como te ven, te tratan”, dice Casa, por lo que se decidió a invertir en un taller de automaquillaje.  Al respecto, Lissette Romero rescata la importancia de mostrar una buena imagen, que magnifique las potencialidades de la persona, pero que no oculte la verdadera forma de ser o cree una nueva. “En ningún caso el maquillaje debe actuar como una máscara”, dice. (I)