Los aviones no tripulados, esos ojos móviles del presente -que todavía nos parecen del futuro- ofrecen retos y desafíos al periodismo. Los drones son una herramienta tecnológica que, según el portal web skytango.com, ayudan en la búsqueda de información a periodistas, organizaciones de noticias y ciudadanos a la hora de capturar y compartir sucesos -las imágenes que estos suscitan- de última hora. Estos dispositivos ofrecen perspectivas únicas y exploran nuevas fronteras comunicacionales, más allá de generar efectos visuales, mediante la recopilación e integración con las tecnologías emergentes de datos.

Como ha ocurrido con toda innovación en el oficio, el uso de aviones no tripulados en el periodismo tiene implicaciones jurídicas y conlleva preocupaciones éticas sin que su potencial sea del todo claro. Para Jorge Cruz Silva -quien es profesor adjunto de la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y autor de una disertación en la Universidad de Edimburgo titulada ‘¿Está Ecuador preparado para desplegar aviones no tripulados en periodismo?’-, las oportunidades del uso de drones con fines periodísticos tienen que ver con la evolución técnica y el acceso, la economización de recursos y la experimentación, y la versatilidad de géneros y productos.

A la detección avanzada de sucesos en menos tiempo, las aeronaves no tripuladas suman la posibilidad de tener una perspectiva amplia desde el cielo y, contrario a lo que podría suponerse, están bajando de precio en el mercado por la demanda.

El hecho de que cada vez más redacciones puedan adquirirlos amplía las opciones de explorar sus usos que, según Cruz, irían de informar sobre hechos de última hora, pasando por producir documentales, a hacer seguimiento de eventos deportivos. Los retos del artilugio volante, al que el periodismo aún no le ha sacado todo el jugo, incluyen la seguridad dado que su control se efectúa a distancia. “En noviembre de 2015, un avión no tripulado cayó cerca del portero de la Selección Uruguaya de Fútbol en un partido por la eliminatoria sudamericana contra Ecuador”, recuerda Cruz, quien tiene experiencia en radiodifusión y trabajó en las principales áreas de investigación sobre cultura digital y medios digitales.

Otro aspecto por considerar en el momento de conducir drones es la legislación de cada país, aunque aún no se especifiquen las normativas para uso de aviones no tripulados. Su popularidad ha hecho que se reglamente poco a poco su empleo, especialmente con fines comerciales, en Estados Unidos, por ejemplo. La privacidad es otro aspecto legal por considerar la ubicuidad aparente de estos artefactos.

“Las versiones más populares de aviones no tripulados solo pueden operar aproximadamente 15 minutos (por la fuente de energía, baterías portátiles); este aspecto afecta directamente la cobertura, que normalmente dura más tiempo”, señaló Cruz, sin ánimo pesimista pues estas condiciones mejorarán con el tiempo y los ensayos.

El mayor potencial de los aviones sin tripulación, dice el periodista, con base en entrevistas que hizo a fotógrafos y reporteros ecuatorianos, consiste en las facilidades que le brindan a la cobertura de concentraciones masivas de personas y desastres naturales.

El terremoto del pasado sábado 16 de abril -acaecido en la noche con gran incertidumbre sobre su magnitud-, por ejemplo, pudo tener un ojo avizor en un drone manejado por algún medio de comunicación. “Estaciones de televisión local e internacional (ABC o la BBC, entre ellas) han complementado su información de prensa con vistas aéreas obtenidas con estos aviones no tripulados: su pequeño tamaño permite la movilidad y su uso, a pesar de las condiciones difíciles y precarias de la zona, es de gran alcance. Otros aviones no tripulados se han utilizado para detectar rastros de personas atrapadas en los escombros de edificios caídos, y algunos ayudarán a hacer un mapa de la zona afectada”, explica Cruz.

En su investigación, los fotógrafos más experimentados señalaron que uno de los aspectos clave de la nueva herramienta es su posibilidad de capturar imágenes que pueden mostrar los detalles de un lugar específico y contextualizarlo. A todas luces, los drones significan para el periodismo una ampliación de sus aparentes fronteras. (I)