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El Telégrafo

La vela olímpica en Río 2016, una deuda ambiental

La bahía de Guanabara recibe las aguas residuales de 55 canales que atraviesan Río de Janeiro. En su cauce se descargan más de 100 toneladas de basura sólida al día.
La bahía de Guanabara recibe las aguas residuales de 55 canales que atraviesan Río de Janeiro. En su cauce se descargan más de 100 toneladas de basura sólida al día.
Foto: Pablo Giuliano / para El Telégrafo
20 de julio de 2016 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

A tres semanas de los juegos olímpicos, las aguas siguen turbias en la Bahía de Guanabara, escenario de las competiciones de vela de los Juegos Olímpicos  Río de Janeiro 2016. Aguas contaminadas, con descargas cloacales sin tratar, uno de los fracasos del legado ambiental de Río, más basura flotante, son las amenazas para el yachting.

Sin embargo, protagonistas de la vela olímpica en Brasil admiten la existencia de contaminación y de residuos flotantes en la Bahía de Guanabara pero consideran que no habrá, problemas para los participantes de las competiciones del yachting, ante la alerta y las críticas realizadas internacionalmente.

Durante la 43ª Semana de la Vela en Ilhabela (estado de Sao Paulo), el mayor certamen de América Latina por la variedad de modalidades, atletas, organizadores y árbitros que participarán de los Juegos Olímpicos 2016 confiaron en que las medidas a ser tomadas para retirar los desperdicios flotantes serán satisfactorias para recibir las pruebas de vela olímpica.

“En los entrenamientos encontramos algo (residuos sólidos) que evidentemente te pueden hacer perder velocidad en alguna maniobra. Confío en que habrá una contención a este problema, con medidas que fueron tomadas en los eventos-test, y no tendremos este problema en Río 2016”, dijo a EL TELÉGRAFO Samuel Albrecht, velerista del equipo olímpico de la clase Nascar 17 que participará en Río.

La bahía donde se desarrollará la vela en Río 2016 es uno de los lugares más espectaculares de la ciudad, ya que su contorno, que incluye al mítico cerro Pao de Azúcar, fue elegido por la organización como forma de atraer a más turistas y televidentes en cuanto a una prueba no masiva como el yachting.

El fracaso de la limpieza de la bahía de Guanabara es uno de los puntos negativos de la falta de legado ambiental de la olimpiada. El gobierno del estado de Río de Janeiro admitió el año pasado el fracaso en el objetivo para dejar una herencia ambiental con la descontaminación de las aguas producto de la falta de saneamiento básico.

Son 13 municipios que descargan desechos cloacales a la Bahía de Guanabara. El objetivo de la candidatura de Río 2016 había sido reducir en 80% la contaminación con tratamiento cloacal, pero el objetivo fue logrado apenas en un 48%. “Los juegos eran una oportunidad para tener un sistema de saneamiento básico decente,  es una frustración”, comentó por su parte el árbitro de vela Nelson Ilha, quien actuó en los últimos cinco juegos olímpicos para la federación internacional de vela y participará en Río.

No obstante, es “optimista” con el operativo que la autoridad olímpica realizará frente a la presencia de basura flotante. “Durante los Panamericanos de 2007, en todo el calendario de vela carioca y en los eventos test para Río 2016 fueron tomadas medidas paliativas contra el residuo flotante, como el uso de ecobotes, pescadores de basura y el seguimiento que se hace por satélite sobre las corrientes y la basura flotante”, dijo el réferi olímpico de vela, que corrió la Semana de Vela en Ilhabela, en el litoral paulista, con 136 barcos participantes de 13 clases.

Según Ilha, hubo una experiencia con residuo orgánico –algas- en China, en Pekín 2008, que molestaba mucho a los veleros “y era peor que un plástico”.

A inicios de año, los organizadores de los Juegos Olímpicos realizaron una competencia de ensayo en la Bahía de Guanabara. Foto: Pablo Giuliano / para El Telégrafo

El juez dijo que la prensa internacional y algunos atletas se quejaron sobre estos escombros flotantes en las mencionadas aguas como una “forma de presión deportiva” ya que se estima que los locales conocen muy bien ese difícil lugar y pueden tener ventajas en las pruebas.

“Los juegos son un hito para Sudamérica –los primeros en la región- y las eventuales fallas que pueda tener Río motivarían a los países vecinos, que también dirán ‘nosotros podemos hacerlo’”.

El uruguayo Pablo Defazio, competidor en la Semana de Vela de Ilhabela, también correrá en Río 2016 para su país en Nacra 17, doble mixto y coincide con los brasileños en que no habrá problemas para los veleristas.

“La contaminación existe pero para nosotros no será un riesgo, nunca me pasó nada con la calidad del agua. Es verdad que hay lugares con más mugre. Lo que sí me preocupa son los desechos flotantes para la competencia porque el catamarán es muy rápido y en esto creo que trabajarán los ecobarcos”, comentó Defazio, ya preparado en Brasil para representar a Uruguay.

También navegante en la competición de Ilhabela, el brasileño Claudio Buckup será uno de los gerentes de las clases 470 de la Federación Internacional de Vela (Isaf) y es uno de los responsables técnicos por determinar si existen condiciones higiénicas y técnicas para el desarrollo de las competiciones.

“Es evidente que las aguas de la Bahía de Guanabara no son las del Caribe pero pocas personas en la historia tuvieron algún problema por hacer deporte en estas aguas. Nunca necesité suspender una prueba en todos los eventos-test ni en las tres semanas de la vela brasileña, siempre tuvimos el apoyo de los ecobarcos para hacer un seguimiento de la basura flotante, nunca necesité accionar alguna alerta”, dijo a EL TELÉGRAFO.

La polémica se aceleró este año sobre la Bahía de Guanabara y el fracaso del legado ambiental cuando el extitular de la Comisión Nacional de Atletas, Lars Grael, uno de los ‘próceres’ de la vela brasileña con dos bronces olímpicos, afirmó que la competición debió haberse trasladado a Buzios para evitar cualquier polémica sobre los residuos o las aguas contaminadas.

Directora de la escuela pública de vela de Ilhabela llamada justamente “Lars Grael”, la medallista de vóleibol Ida Alvarez reflexionó: “Queremos que sean unos súper juegos olímpicos y que se lleven un mensaje bueno de mi país, estamos felices porque en todas las escuelas se comienza a hablar de deporte, de educación física.

Sería una pena que los trabajos de limpieza en la bahía se detuvieran luego de los JJ.OO. para así por fin tener un verdadero legado de cuidado del medioambiente”. (I)

DATOS

En los últimos meses, el preocupante estado de las aguas en la bahía llevaron al presidente de la Comisión Nacional de Atletas de Brasil, Lars Grael, a asegurar que no se puede navegar en “agua inmunda”.

El director de la Federación Internacional de Vela, Alastair Fox, solicitó al Comité Olímpico Internacional, (COI) la celebración de estas modalidades olímpicas en mar abierto, una petición que se relacionó directamente con las sugerencias de Grael. (I)

Hace tres meses aparecieron miles de peces muertos en los alrededores. Foto: Pablo Giuliano / para El Telégrafo

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