Antecedentes inmediatos llenan de ilusión a la afición ecuatoriana a 11 días del reinicio de las eliminatorias a Rusia en el Atahualpa de Quito. Que la ‘Tri’ se parezca al equipo eficiente de las 4 primeras fechas es la expectativa base. Pero es evidente que ninguna de las 10 selecciones participantes llega en las mismas condiciones tras el pasado 13 de noviembre.

Gustavo Quinteros tiene confianza en Ecuador, pero no se alimenta de lo que ya fue y así lo puso de manifiesto en la última conferencia de prensa: “Ojalá podamos seguir haciéndolo. Son todos los partidos una final”.

Sabiendo que hay vacantes por llenar, como la de Miler Bolaños, y jugadores en vías de recuperar su ritmo de juego, el DT ha preferido ser cauto respecto a las posibilidades que tiene para poner en marcha su plan A. La clave sin duda estará en su capacidad de evaluar a los rivales para proponer en función de sus debilidades y fortalezas.

Las ausencias en Ecuador revisten gravedad en la medida de que no existen suplentes que las compensen. Enner Valencia, por ejemplo, retornará  ante Paraguay al rol estelar que durante su última para no se sintió por la presencia de un enchufado Miler Bolaños. Hoy es el ‘Killer’ quien devuelve la plaza vacante; pero se entiende que ese departamento está bien equiparado.  

No se estima lo mismo cuando se habla de la línea defensiva, la cual carece de variantes de un nivel parecido al de los referentes. Ante la probable falta de Achilier -inactivo por lesión desde febrero- Arturo Mina no logró ser visto como el acompañante de Frickson Erazo. Y ahora que él también es baja, el veterano Jorge Guagua es el más notorio para asumir la responsabilidad. Su experiencia lo respalda, aunque el paso de los años lo hace vulnerable. Con vistas al partido ante Paraguay, el 25 de marzo, y Colombia, 4 días después, Quinteros anunciará mañana la convocatoria.  

En la tienda guaraní, Ramón Díaz busca afianzar nuevos intérpretes a su libreto para que la propuesta de fútbol esté al nivel del puesto que ocupa en la tabla (4⁰). Mientras tanto, José Pékerman aspira a que retornen los hombres que un día lo hicieron pretender la semifinal en el Mundial de Brasil 2014.

En Paraguay no hay tranquilidad ante lo conseguido hasta ahora por la ‘albirroja’. El temor surge a medida que otras selecciones sudamericanas sufren transformaciones (o intentos) en sus filosofías de juego, mientras que los orientales aún apelan a la férrea defensa, el balón detenido y el contragolpe. Tras la última victoria ante Bolivia (2-1), fueron pocos los que participaron de “la fiesta” que Díaz propuso organizar si terminaban el año con 7 unidades.

“Mucha arenga y poco fútbol”, tituló el portal deportivo Tigo Sports en un análisis sobre la selección conducida por el extécnico de River. En dicho artículo el columnista guaraní Robert Singer hizo preguntas claves ante el funcionamiento del combinado: ¿Cuándo vamos a ser agresivos? ¿Paraguay debe apelar a la garra porque no puede jugar bien?

Para el analista, la selección no ha dado un salto de calidad que la separe del equipo aguerrido y defensivo que condujo Paulo Carpegiani en Francia 98’. El año pasado, en Chile, Paraguay llegó a semifinales de Copa América luciendo igual: un candado en el fondo y un par de hombres en ataque a la espera de una oportunidad.

La historia no ha cambiado en eliminatorias. Paraguay gana o empata con diferencias mínimas. “Es la primera vez que nos cuesta tanto generar fútbol ante Bolivia”, denunció el crítico Horacio Galiano tras el último partido. Pero para Díaz “todo es cuestión de tiempo antes de que funcione”.

Su apuesta para la quinta fecha tiene que ver con la consolidación del 4-3-1-2 que hasta ahora le ha dado resultados limitados; aunque con algunas nuevas figuras. El extremo derecho Juan Manuel Iturbe y el delantero Antonio Sanabria se suman a la selección como revulsivos ante un ataque predecible.  

En Colombia la esperanza aún radica en la materia prima, más que en el producto terminado. Según el profesor Armando Osma, exasistente de Hernán el ‘Bolillo’ Gómez, el descenso del nivel se evidenció en la Copa América de Chile “cuando el equipo llegó con jugadores desgastados, y con bajas importantes por lesión”. “Hay desesperanza en la medida en que no se activan las piezas del equipo para volver a marcar diferencia”, comentó el estratega.

Pékerman apunta a factores temporales que afectan el rendimiento del equipo. “Indecisión, imprecisión y desconfianza”, fueron las 3 palabras con las que el DT resumió el último cotejo ante Argentina; cuando cayó en casa (0-1).

Presionado por sus detractores que piden su renuncia, Pékerman necesita que su equipo sume para ubicarse en zona de clasificación y levantar la autoestima colectiva. El panorama es complejo: una visita a la altura extrema de La Paz en donde deberán cuidarse de las sorpresas de Bolivia y un retorno abrupto al calor sofocante de Barranquilla para enfrentar a un rival directo por los cupos de clasificación como Ecuador. Ante la situación el ‘Plan Pékerman’ consistiría en dividir el equipo en 2 grupos, los repatriados serán los que enfrenten a la ‘Tri’. (I)