Son múltiples los beneficios de la lactancia materna en la salud oral. Así como tiene ventajas nutricionales e inmunológicas, también trae múltiples beneficios en la función masticatoria y respiratoria del recién nacido.

A través de diferentes estudios se ha comprobado que la lactancia favorece el mejor desarrollo de los maxilares y facilita la erupción y alineación de los dientes.

La odontóloga ecuatoriana Cecilia Molina, responsable de la estrategia de Salud Oral del Ministerio de Salud, lo corrobora al indicar que mientras más tiempo lacta un bebé, menos probabilidades tiene de desarrollar dientes torcidos.

¿El tiempo en que los bebés lactan incide en la salud dental?

Sí, por supuesto. La lactancia nos permite el desarrollo de los huesos. Específicamente, en lo que se refiere al paladar, hay una formación adecuada cuando hay lactancia. Mientras más tiempo lacte el bebé, tendrá una mejor formación del hueso. Además, la leche materna ofrece protección cuando los primeros dientes empiezan a brotar a partir de los 6 meses de edad.

¿Qué función cumple el paladar en la salud oral?

La formación correcta del paladar se da cuando aparecen los dientes nuevos. Si el paladar tiene una forma de herradura, es decir, muy cerrada (paladar ojival), lo más probable es que los dientes se coloquen como barajas, en desorden y torcidos. Mientras más tiempo lacta tiene más posibilidades de tener los dientes bien alineados.

¿Entonces es el ejercicio de succionar lo que hace que el paladar mejore?

Sí, sobre todo que pueda crecer y, por supuesto, mejorar.  

¿Hay estudios que permitan determinar si hay diferencias entre la dentadura de los niños que viven en las zonas rurales y los que habitan en las áreas urbanas?

Sí, hay constancia de que en las zonas rurales hay una mejor formación dental. Los niños indígenas, por ejemplo, lactan más tiempo y, por lo tanto, tienen los dientes más rectos que los niños urbanos. Lo penoso es que como muchas madres tienen que reincorporarse a su trabajo después de tres meses, los niños no pueden continuar lactando por el tiempo suficiente y tienen la posibilidad de tener estos problemas dentales.  

¿Cómo surgió esta investigación?

Bueno, soy docente de la Universidad Central y me interesó leer la tesis de algunos estudiantes sobre este tema. También soy investigadora de la Universidad San Francisco, en mi tiempo libre.  Por eso puedo decir que se han desarrollado estudios sobre esta temática. Algunos se enfocan en el aspecto de la fluorosis dental (manchas blanquecinas y cafés que se producen por el exceso de flúor en el agua), mala posición dental y presencia de caries.

¿En qué zonas del país hay más casos de fluorosis?

En especial, en Cotopaxi, Chimborazo y Tungurahua. En estas tres provincias, por estar muy próximas a los volcanes, hay mayor cantidad de flúor en el suelo, en el agua y en las vertientes que atraviesan esta zona. El hecho es que a través de ellas viaja el flúor en el agua. Cuando la madre está gestando y toma este líquido, el bebé seguramente tendrá mayor prevalencia de flúor. Por esta razón se recomienda que en estas zonas no se consuma el agua de vertientes, porque tiene exceso de flúor.

Todavía se cree que los niños y niñas heredan la dentadura de los padres. ¿Esto es cierto?

Es un mito muy difundido; se suele afirmar que si la madre tiene una mala dentadura, su hijo o hija también la tendrá. Todo dependerá de los hábitos dietéticos del niño, por eso intervenimos con educación para la salud y prevención.

¿Los niños y niñas que nunca lactaron están condenados a tener dientes torcidos?

Sí, en realidad la lactancia es muy importante para la estimulación y el crecimiento, pero hay que indicar que la dieta también se convierte en un factor fundamental. Aunque  la madre no pudo o decidió no dar de lactar a su hijo o hija, si tiene una buena dieta durante su infancia puede tener una buena salud dental. Si durante su niñez consumió alimentos de consistencia dura, sus dientes se estimularán y tendrá un buen desarrollo dental. Si solo utiliza las papillas, como en la ciudad, arroz, dieta blanda, tendrá dientes torcidos.

¿Hay algún mecanismo que permita determinar si la dentadura del niño está desarrollándose bien?

Sí, hay indicadores que nos permiten saber si es que el niño tiene o no una dieta adecuada. Entre los dientes de leche debe haber una separación de 2 y 3 milímetros, eso es lo normal, pero si a los 3 años tiene una sonrisa perfecta, como un artista de cine, quiere decir que los dientes nuevos, que son mucho más grandes, se ubicarán de mala manera. Si tiene los dientes como un tiburoncito no tendrá problemas de esa índole cuando sea joven.  

¿Hay otras formas de estimular los dientes?

Bueno, hay aparatos. Cuando han transcurrido 7 años, ya se puede saber si hubo un problema. Si los dos dientes centrales salen torcidos hay que acudir a un dentista. (I)

Su propuesta

Políticas de salud oral  
Cecilia Molina Jaramillo vio la necesidad de crear políticas exclusivas para el tema de la salud oral. La especialista destaca que, en la actualidad, las enfermedades orales son  las cuartas más caras de tratar a escala mundial.

Trayectoria e investigación

Catedrática de la Universidad Central del Ecuador
La odontóloga se ha mostrado preocupada por la existencia de productos que pueden aumentar la prevalencia de caries, como son ciertos tipos de ácidos o limón con sal industrializado. Las nuevas políticas pretenden abordar ese tipo de determinantes para la salud oral.