En el recinto Júdipa, del cantón Daule, la familia Rivas se ha dedicado a la construcción de canoas por más de 80 años. Sus embarcaciones han navegado los ríos de Guayas, Manabí e incluso del Oriente.

Pero los años dorados en que los agricultores y las piladoras encargaban embarcaciones para transportar las cosechas de arroz han quedado en el olvido con la construcción de carreteras y puentes, y con la aparición de vehículos motorizados. Ahora, la mejor época para vender llega con las inundaciones que provoca el invierno en el litoral ecuatoriano.

Los Rivas buscan dar un buen trato a la madera (guachapelí, amarillo, moral) para extender su vida útil. Trabajan de 07:00 a 18:00 al pie de una iglesia, rodeados por cultivos de arroz y de vegetación a orillas del río Pula.

Allí los artesanos venden las canoas desde $ 350. (I)