Un dramático video filmado en 2015 da la vuelta al mundo otra vez desde hace semanas. Se trata de una tortuga que es auxiliada por unos pescadores con el fin de retirarle un sorbete plástico de sus fosas nasales (http://www.worldenvironmentday.global/es/tortugas-v%C3%ADctimas-de-una-atracci%C3%B3n-fatal-por-el-pl%C3%A1stico). El animal no grita, pero es evidente que está sufriendo. Sangra y abre sus fauces. El objeto pudo ser extraído y seguramente el quelonio ya respira con normalidad.

Las imágenes son utilizadas por una ONG extranjera para generar conciencia en el planeta sobre el daño que causa ese tipo de materiales al medio ambiente.

Los plásticos y los textiles están entre los insumos más contaminantes. Su mayor impacto lo causan en el mar, pues una buena parte de la sociedad sigue arrojándolos a ríos y esteros, pero por las corrientes terminan en el océano.

La preocupación llegó a tal punto que las autoridades ecuatorianas, con buen criterio, decidieron restringir el uso de sorbetes en las islas Galápagos. Esta sería una de las primeras medidas para proteger uno de los ecosistemas más sensibles del mundo.

El planeta debe ser cuidado por sus habitantes, sin embargo, para lograr aquello, la enseñanza debe originarse desde la casa y reforzarse en la escuela y colegio. Los padres son los llamados a educar a sus hijos para que no arrojen desperdicios de ninguna clase a las calles; asimismo, ni a las playas y afluentes.

El Gobierno y los entes seccionales cumplen con su rol de educar y precautelar a través de campañas. Solo así se tendrá un mundo mejor y un Ecuador más descontaminado. (O)

HENRY ANDRADE JIMÉNEZ
Editor SD
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