La alarma la encendió en 2011 un periodista de la cadena radial colombiana RCN. Y hace una semana la volvió a activar un comunicador español de la televisora Telecinco. Los familiares de las víctimas, que no son pocos, han iniciado movilizaciones silenciosas indignados por la posibilidad de que Luis Alfredo Garavito, conocido como la ‘Bestia’ por la crueldad de sus crímenes, salga pronto en libertad.

La ‘Bestia’, ahora de 60 años, purga desde 1999 una pena de 40 años de prisión por la violación y asesinato de 172 niños y adolescentes. Recibió condena por 138 casos, aunque el mismo Garavito confesó que en realidad son más de 200 las víctimas.

El criminal ostenta el segundo lugar entre los asesinos seriales más peligros del mundo, por el número de casos por los que ha sido juzgado. Muchos, sin embargo, consideran que es el más peligroso de todos por la cantidad de crímenes que aún no se le han podido probar, pero que él mismo reconoció.

Desde 1992 hasta 1999, Luis Alfredo Garavito recorrió pueblos y ciudades de Colombia disfrazado del personaje que en el momento se le ocurría. En ocasiones vestía sotana y se hacía pasar por cura, en otras fungía de director de fundaciones de ayuda para ancianos y niños o simplemente ofrecía servicios de shamanería y esoterismo. Cuando llegaba a las pensiones en las que se hospedaba se alcoholizaba, agarraba un cuchillo y salía a la plaza del pueblo en busca de sus víctimas.

La ‘Bestia’ es un charlatán por excelencia. Capaz de convencer a cualquiera que no conozca sus antecedentes. En la entrevista que concedió a RCN en 2011, entonces con 12 años en prisión, se jactó de ser un hombre nuevo, arrepentido de sus acciones, como él mismo dijo, por el hecho de que eran “acciones en conflicto con la ley y las normas morales, pero como ser humano con todo el derecho para equivocarse”, de lo contrario habría que remontarse a sus primeros padres: “Adán y Eva”.

Se compara con Jorge Luis Borges, con Adolfo Hitler e incluso con Jesucristo. Se bautizó evangélico dentro de la cárcel y predica el evangelio. Su abogado, James Girón, en 2011 contó que su defendido estaba totalmente rehabilitado, que se ha desenvuelto dentro de la cárcel con excelente conducta y que llevaba más de 8 mil horas de clases, además otros miles de horas de trabajo, elaborando manillas.

Considerando todos esos antecedentes, Girón calculaba entonces que para 2012 su defendido debía salir libre. Sin embargo, la Fiscalía de Colombia descubrió que James Girón en realidad no era abogado y que estaba usurpando funciones, por lo que el pedido de la rebaja de pena no se concretó.

Luis Alfredo Garavito en realidad acumuló 1.853 años de prisión por los 138 fallos condenatorios que recibió. No obstante, el sistema judicial colombiano, en aquel entonces, no permitía la acumulación de pena. El máximo de años que podía recibir como castigo era 40, de los que por colaborar con la justicia, estudiar, trabajar y mostrar buena conducta pueden reducirse a un poco más de la mitad.

Cinco años después de ese primer tanteo (2011 con la entrevista a RCN), volvió a insistir en la posibilidad de la rebaja la semana pasada ante el presentador de Telecinco. Garavito sostuvo en esta ocasión que según sus cálculos aún le quedan unos ocho años de cárcel antes de recobrar la libertad. El fiscal General de Colombia, Jorge Perdomo, aclaró que hasta el momento ni Garavito ni su abogado han hecho la solicitud de rebaja de la condena.

Funcionarios de justicia, incluido el Director de la cárcel de Tramacúa, en la ciudad de Valledupar, aclararon que la Ley de Menores impide la rebaja de penas para crímenes cometidos en contra de ese grupo etario.

Igualmente, la Fiscalía General de la Nación encontró y determinó que Garavito ha mentido durante el proceso, pues no ha confesado otros crímenes en contra de menores de edad cometidos en departamentos de la Costa atlántica e incluso en el sureño de Nariño. Los peritos encontraron otra libreta del asesino en serie y prendas de las víctimas que lo incriminarían. Por estos casos puede recibir nuevas condenas.

Últimos restos entregados

En enero de 2014 fueron entregados los restos de una de las últimas víctimas mortales del asesino en serie Luis Alfredo Garavito. Se trata de las osamentas de Johan Muñoz, quien desapareció en la ciudad de Pereira, en octubre de 1998, y sus restos fueron encontrados en diciembre de ese mismo año. Johan tenía 14 años cuando fue violado y asesinado.

Su madre, Gloria Muñoz, esperó 15 años para que le entregaran los restos de su hijo y sepultarlos de acuerdo con su religión. Este caso, según los peritos, de la Fiscalía fue el más difícil de resolver porque los huesos estaban revueltos en una fosa común. Debieron separarlos y realizarles diferentes pruebas genéticas, hueso por hueso.

“Siento que me he sacado un terrible peso de encima, por lo menos un poco”, comentó entonces Gloria, quien reprochó la calidad de la justicia en Colombia. “No hay derecho que un señor que mató a tantos niños pueda recuperar la libertad en unos pocos años”, dijo en una entrevista que concedió al semanario bogotano El Espectador. (I)