Ellas viajan por placer y ellos por negocios; los motivos por los cuales tanto hombres como mujeres deciden tomar un avión difieren, pero cada vez es menor la brecha existente entre ambos sexos a la hora de periplo.

De acuerdo con Viviana Castro, especialista en temas turísticos, la dinámica de viajes en las mujeres cambió porque, además de emprender travesías con la familia, lo hacen para cumplir con sus obligaciones laborales.

Hace solo unas décadas, las féminas que debían viajar por temas de trabajo, dejaban a sus hijos al cuidado de las abuelas, porque sus esposos prácticamente se deslindaban de esta responsabilidad; hoy son  los padres quienes se quedan al cuidado de los niños cuando ella se ausenta.  

Según un estudio publicado en el diario estadounidense The New York Times, la mayor parte de las viajeras, a escala mundial, tienen entre 40 y 45 años, mientras que en los hombres las edades oscilan entre los 30 y 40. Al mismo tiempo cada vez hay más mujeres que se desplazan a otros países solas, porque son más independientes y no necesitan al sexo opuesto para compartir sus vidas.

Si bien este fenómeno no es nuevo, cada vez surgen más paquetes turísticos concebidos exclusivamente para grupos de damas que quieren viajar con amigas y divertirse en un ambiente cómodo.

Un informe publicado en la revista Vanity Fair, advierte que el 80% de quienes buscan opciones turísticas en solitario son mujeres que tienen entre 45 y 60 años; la mayoría son solteras, divorciadas, separadas o viudas. Es así que la presencia femenina es notoria en los aeropuertos y en los cruceros.

De acuerdo con un informe de Ecuador en Cifras, en 2011 se registraron 1’022.451 salidas del país: 521.194 fueron hombres y 501.257 mujeres.

El mayor porcentaje de los ecuatorianos que entran y salen de la nación se encuentra en el grupo de 30 a 39 años, es decir en edades productivas, con un 23,93 y 23,49% equivalente a 245.864 entradas y 240.159 salidas, respectivamente.

Por otro lado, el primer motivo de viaje de las mujeres ecuatorianas es el turismo, con el 60,35%, le siguen otros como salud, trabajo, y demás, con el 35,28%, el 3,70% para eventos, por negocios el 0,38%, y finalmente un 0,29% de ellas lo hacen por estudios.

Según esta investigación, las principales ciudades de destino de los compatriotas son: Miami, Nueva York, Atlanta/Virginia, Orlando y Los Ángeles; así como Lima, Bogotá, Cali y Medellín; Madrid, Panamá y otras.

Hace solo unos años, tras realizar varias encuestas, la cadena hotelera internacional Hilton concluyó que más del 40% de las madres que viajan solas esperan con ansias la fecha de partida, ya que anticipan que durante ese período dispondrán de tiempo para ellas y permanecerán alejadas de las presiones familiares del día a día.

El informe señala, además, que 4 de cada 5 féminas que viajan solas están dispuestas a añadir días de ocio a su traslación de trabajo.

El 45% de las madres encuestadas por la cadena hotelera respondió que lo mejor de estos desplazamientos es ‘vivir cosas nuevas’ y el 42% eligió la opción: ‘descubrir nuevos lugares’. Cuando el día del viaje se aproxima y si ellas tienen hijos pequeños, se sugiere prepararlos para la separación temporal.

La psicóloga Carla Pesántez dice que lo mejor es explicarles el motivo del traslado, cuánto tiempo estará fuera de la ciudad o del país y establecer vías de comunicación para que los niños no sientan la ausencia.

Con un segmento de mercado cada vez más importante hay más servicios pensados solo para el público femenino.

¿Quiénes viajan más en Ecuador?

Según un informe de Quiport, en Ecuador los hombres todavía viajan más que las mujeres con un 53%, mientras que ellas alcanzan un 47%. Eso significa que de cada 100 viajeros, 47 son damas y 53 caballeros.

Además, el 20% del total  de viajeros  ecuatorianos toma un avión por negocios mientras que el 80% lo hace por otras razones. Según este estudio, el 56% del total de nacionales emprende desplazamientos al interior y el 44% al exterior.  

Cuando hablamos de los lugares que ocupan en un avión, apenas el 1% va en primera clase, el 18% en clase ejecutiva y el 83% en clase económica.

En el caso de ellas, hay que indicar que en las últimas décadas las ejecutivas han ganado espacios introduciéndose en un mundo absolutamente desconocido 20 años atrás.

Cada vez con mayor frecuencia dejan su país y recorren el mundo por obligaciones laborales. El número ha crecido tanto que las aerolíneas como  las cadenas hoteleras han comenzado a proponer programas, promociones y servicios dedicados a las businesswomen (mujeres de negocios).

En otro segmento del mercado, también están aquellas que tienen un alto poder adquisitivo, pero que viajan solas. En Europa, por ejemplo, este segmento se transformó en un mercado ya consolidado de la industria del turismo.

Las promociones de all girls getaways, que significa la escapada de las chicas, son fuertemente promocionadas en los mostradores de las principales agencias en Estados Unidos.

En general, cada vez hay un mayor número de mujeres con independencia económica con ganas de viajar y de hacer nuevos círculos de amigos.

Es así que el 80% de las decisiones de compras durante un viaje las realizan las mujeres, que también son las que más se interesan por temas culturales y sociales. En los últimos años se ha desarrollado el denominado turismo experiencial, que responde a una realidad actual como contestación a las nuevas demandas y exigencias del actual turista.

En realidad son numerosas las agencias de viajes que diseñan rutas por las tiendas más reconocidas, cenas en restaurantes y alojamientos en hoteles que brindan servicios especiales para las turistas.

Uno de los servicios que más apuntan al segmento femenino es el de los hoteles, donde se incluyen artículos del gusto y para el uso diario de las féminas, como amenities con cremas y jabones corporales, acondicionadores; así como pijamas, medias, antifaces y otros.

Incluso hay aerolíneas que siguen esta misma tendencia. Algunas empresas en Europa y Asia han dado el primer paso y, hoy en día, buscan atraer a estas viajeras a través de servicios personalizados como salas VIP solo para mujeres.

Sobre este tema, un estudio de Cornell University, en Estados Unidos, encontró que, a diferencia de los hombres, ellas buscan experiencias más emocionales en sus viajes, así como protegerse de robos o asaltos.

“Las mujeres le dan importancia al confort y a la calidad del descanso; valoran las actividades que las alejen de la rutina”, destaca el artículo de la página de Internet especializada Puntomice. Por otro lado, el perfil de las mujeres que viajan es diferente al de los hombres.

Ellas suelen emprender un periplo con mayor frecuencia y por estancias más prolongadas: el 44% de las viajeras incorporan experiencias de ocio y el 20% añade días de vacaciones adicionales para disfrutarlos en los destinos que visita por razones laborales. También se estresan más que los hombres y entre sus mayores preocupaciones se destaca la pérdida del equipaje y la falta de conexión a Internet.

Laura Castro, funcionaria de una operadora en Quito, advierte que las viudas o  separadas suelen viajar con sus parejas. “En nuestra cartera de clientes también tenemos a mujeres casadas que viajan con sus amigas. En muchos casos buscan desconectarse de las ataduras que las unen a su cotidianidad, oxigenarse y encontrarse con ellas mismo con libertad”.

Según Castro, todas las empresas relacionadas con el sector turístico se han enfocado en este nicho, pero en particular, en uno integrado por mujeres sobre los 45 años, que tienen la sensación de que  dieron mucho a los demás y tienen ganas de regalarse un tiempo para sí. Esta sería una de las razones por las cuales el turismo femenino ha crecido de manera significativa en el mundo.

De hecho hay cada vez más empresas de turismo que diseñan paquetes con contenido cultural y recreativo para el público que busca desconectarse de la rutina.

Al crecer el número de turistas se ha propiciado también la demanda de agencias femeninas y curiosos servicios hoteleros.

Unas de las primeras empresas que le apostó a este segmento del mercado fue Adventure Women que surgió hace 30 años en Estados Unidos. La propuesta encontró seguidoras y agencias de viajes en todo el mundo que se lanzaron también a la conquista de este colectivo.

Este tipo de viajes son elegidos por mujeres que buscan una alternativa a los ya clásicos periplos de solos y solas, que tienen entre sus principales atractivos no únicamente conocer lugares, sino también a alguien interesante. A diferencia de las jóvenes, las de mayor edad quizá prefieran los tours armados, con guías, hoteles y traslados contemplados.

Para la psicóloga Marina Castro, cada vez hay más mujeres que viajan, porque necesitan entender el propósito de sus existencias, de su camino, de su papel en el mundo y se vuelcan en actividades turísticas que les proporcionen algunas respuestas. (I)

DATOS

El 80% de quienes integran los paquetes de tours de solos y solas son mujeres que tienen entre 45 y 60 años, solteras, divorciadas, separadas o viudas.

El número de mujeres que viajan solas se incrementa año a año. Las profesionales con alto poder adquisitivo optan por cruceros, una oferta que crece.

Más profesionales femeninas de entre 30 y 50 años deciden escaparse con amigas, pero no todas van acompañadas; el 60% de ellas viajan solas. (I)

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Mujeres que viajan con mujeres, una aventura diseñada solo para ellas

¿Quiénes son las mujeres que deciden hacer sus maletas y tomar un vuelo por placer? Según la página Hosteltur, el perfil responde a una edad media de 45 años, con un nivel socio-económico medio-alto, al igual que su nivel de gasto y con formación universitaria.

Cada vez es más notoria la demanda creciente de este tipo de viajeras, un sector que está en pleno auge. No en vano un estudio de la consultora CAP Strategic Research señala a las féminas como el segmento de mayor potencial, porque ya no solo son organizadoras de las vacaciones familiares, sino también se trasladan de forma independiente.

Todas son curiosas y al hacer maletas se sienten atraídas por destinos contrastantes en relación con su lugar de origen. Frente a estas diferencias culturales, muchas encaran los paseos con grupos y acompañadas. (I)

El perfil de las damas que emprenden aventuras es diferente al de los caballeros. Ellas suelen planear un periplo con mayor frecuencia y por estancias más prolongadas. Foto: Internet