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En Ambato, la apertura de la zona rosa aún está pendiente

En la avenida Cevallos, tramo de las calles Quito y Francisco Flor, las riñas suelen ocurrir en las puertas de discotecas, bares y otros locales de diversión.
En la avenida Cevallos, tramo de las calles Quito y Francisco Flor, las riñas suelen ocurrir en las puertas de discotecas, bares y otros locales de diversión.
Foto: Carlos Novoa /El Telégrafo
19 de junio de 2016 - 00:00 - Carlos Novoa

Ambato, la cuna de los Tres Juanes, ciudad Jardín del Ecuador y tierra de flores y frutas, es además el cantón más comercial de la Sierra centro. Su red de mercados está compuesta por 16 centros de expendio de diversas mercancías, como hortalizas, cereales y otros comestibles, ganado, prendas de vestir, calzado, etc. Si bien es una de las urbes convertida en referente de cultura, emprendimiento e historia, tiene varios inconvenientes por resolver. Uno de  ellos es el caos vehicular a ciertas horas de la mañana y tarde, la ausencia de parqueaderos públicos y la falta de una zona rosa. Esto último ha generado opiniones encontradas por parte de propietarios de establecimientos de diversión nocturna, autoridades y padres de familia.

Definición

La zona rosa es un lugar específico de interacción social, encuentro y ambiente de fiesta, que ofrece alternativas de diversión para mayores de edad.

Allí funcionan de forma legal, segura y organizada bares, discotecas, karaokes y en menor proporción, billares, cafés y restaurantes. En cada país, las ciudades más grandes y desarrolladas cuentan con estos espacios dedicados al entretenimiento y que resultan necesarios para el ordenamiento territorial.

Bares en zonas centrales

En la capital tungurahuense la realidad es distinta. Actualmente, las discotecas funcionan en varios sectores del cantón, muchas en el casco urbano. Además, recientemente se han abierto bares en un tramo de la calle Manuelita Sáenz, al sur.

Byron Muñoz, presidente de la Asociación de bares, karaokes, discotecas y afines de Tungurahua (Selvialtur), señaló que todos los establecimientos que integran este gremio cuentan con los permisos respectivos.

“Los dueños de estos negocios tienen todos los documentos habilitantes emitidos por el Cabildo e Intendencia. Los continuos patrullajes y  las medidas de seguridad que se aplican al interior de bares, evitan que se produzcan riñas”, dijo.

En cuanto a la necesidad de habilitar en Ambato la zona rosa, Muñoz se refirió al tema como prioritario.

Considera que un área con estas características facilitaría la actividad de entretenimiento, ya que allí se habilitaría el espacio adecuado para cada bar y  suficientes parqueaderos, lo que atraería a un mayor número de clientes. Hace algunos años se concibió a la zona rosa en la exalgodonera, ubicada al centro-norte de la urbe, pero hubo oposición de varios sectores.

Además, el retraso en la redacción del Plan local de Desarrollo y Ordenamiento Territorial también se ha convertido en otro de los factores que demora la apertura de la zona rosa en Ambato.

Carlos Rivera, concejal que encabeza la comisión de planificación, dijo que esta demora responde a varios factores y lo explica.  

“Este asunto se ha tratado en sesión de Concejo desde hace varios años. Este es tan solo uno de los temas que se consideran en el PDOT, además del uso de suelo del sector industrial y comercial, y debido a normativas nacionales que han demorado en aprobarse, como la Ley de Tierras”.

Además, los moradores de zonas cercanas a bares y discotecas se quejan por el excesivo ruido y el consumo de licor.

Lorena Morales, moradora del barrio El Español, comenta que, cada semana, hay asaltos cerca de los bares. Más de una vez  han presentado quejas en la Intendencia, solicitando la reubicación de estos negocios.

De este céntrico sector, así como de localidades del sur, líderes barriales anuncian que continuarán con las demandas al Municipio e Intendencia. (I)

Datos

Al menos 5 discotecas existen en un tramo de la avenida Manuelita Sáenz, al sur de Ambato.

Estos locales están cerca de zonas residenciales, las cuales han presentado solicitudes de reubicación al Cabildo.

Los moradores se quejan de peleas y alteración del orden público, originado en las puertas de discotecas y karaokes.

Otro de los problemas es la aglomeración de vehículos en veredas, por lo que la presencia de agentes de tránsito es continua.

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