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El 'circuito corto de comercialización' favorece a los agroproductores
Mermelada, manjar de leche, yogur, néctar, fruta en almíbar, queso, quesillo, bebidas lácteas, tilapia ahumada y aliños son, entre otros, los productos que elaboran los agricultores de Zamora Chinchipe utilizando la materia prima obtenida en sus terrenos.
Blanca Márquez, agricultora que reside en la parroquia La Paz (cantón Yacuambi), aprendió a elaborar manjares, yogures y mermeladas para su venta directa a través de ferias. Gracias a los conocimientos adquiridos, ella plasmó su propia iniciativa de emprendimiento y obtiene ingresos para su hogar.
Al igual que otros productores de su provincia, recibió capacitación específicamente dirigida a la creación de valor agregado. Este proceso de aprendizaje de nuevas destrezas productivas está siendo impulsado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) a través de su Dirección Agropecuaria en Zamora Chinchipe.
Carmen Vicente, productora de la parroquia San Francisco de El Vergel (cantón Palanda), valora los conocimientos de industrialización recibidos. “Nos enseñaron a hacer yogur y mermelada y pensamos elaborarlos cada domingo para comercializarlos en las ferias. Allí podemos vender de forma alternativa nuestra producción de leche”, dijo.
La productora comentó también que tienen el apoyo del Programa de Agricultura Familiar. A través de este, ella produce hortalizas que son comercializadas mediante los circuitos cortos de comercialización (Cialcos), impulsados por la Coordinación de Redes Comerciales del Magap.
El fortalecimiento organizativo contribuye a la innovación
Para elaborar mermeladas y manjares, los productores utilizan frutas de la zona como papaya, naranja, piña y guayaba. A tal efecto, con el apoyo de técnicos especializados, aquellos han recibido capacitación para el procesamiento de la materia prima, la incorporación de prácticas correctas de higiene, la notificación sanitaria y el diseño de etiquetas apegadas a las normativas vigentes.
“El objetivo es contribuir al desarrollo social y económico de las familias rurales, a través de la transformación de la materia prima existente en la zona, creando productos con valor agregado o mejorar los ya existentes, para generar emprendimientos, en los que se presente productos de calidad y competitivos”, expresó Diana Apolo, técnica provincial del Programa Valor Agregado.
En lo que va de este año, el Magap ha trabajado con siete organizaciones jurídicas y 410 beneficiarios, entre agricultores organizados e independientes, con quienes se promueve y fortalece emprendimientos a largo plazo, tales como la elaboración de pulpa de guayaba, mermeladas y aderezos o aliños.
Los productores participan en talleres en los cuales se imparten técnicas aplicadas a la innovación en el procesamiento secundario de bienes primarios.
Además, los agricultores reciben capacitaciones y asistencia técnica para ampliar los conocimientos multidisciplinarios relacionados con el fortalecimiento organizativo.
Durante estas capacitaciones, sus organizaciones son sometidas a un diagnóstico por cuya intermediación los productores pueden identificar los puntos débiles de sus agrupaciones y, de esa manera, logran ubicar y discutir las acciones requeridas para solucionarlos.
“Gracias a la evaluación realizada a nuestra organización con el apoyo de los técnicos, nosotros pudimos saber en qué fallamos y en qué debemos mejorar para lograr mejores resultados en nuestras actividades productivas”, mencionó Gabriela Feijó, integrante de la Asociación de Mujeres Santa Rosa.
La venta directa al consumidor es un objetivo compartido
Las capacitaciones en valor agregado y fortalecimiento organizativo están siendo complementadas con la ‘Coordinación de Redes Comerciales’. Esta iniciativa, impulsada también por el Magap, permite la venta directa de productos al consumidor mediante la realización de ferias o la entrega de canastas.
Hasta el momento, las ferias se realizan en los cantones Yantzaza y Paquisha; sin embargo, se están coordinando acciones para que aquellas puedan establecerse en los cantones Palanda y El Pangui. Las canastas de productos son entregadas a servidores públicos de la Gobernación de Zamora Chinchipe, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES); la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad y del Agro (Agrocalidad) y los municipios de Centinela del Cóndor, Yacuambi y El Pangui.
La Asociación Semilla Productiva, ubicada en el cantón Yacuambi, es una muestra del éxito alcanzado con estas estrategias de fortalecimiento en producción y comercialización. Esta asociación fue sometida a un diagnóstico organizativo y, una vez identificadas sus debilidades y posibles soluciones, se motivó a sus integrantes para que trabajen en equipo y emprendan actividades que beneficien a sus familias.
Luego, continuaron con las capacitaciones que la técnica de valor agregado promueve y, con la ayuda de los Cialcos, comenzaron a vender los productos elaborados y las hortalizas que producen en huertos familiares que fueron construidos y asistidos por los técnicos del Magap.
Hoy, la Asociación Semilla Productiva tiene un mercado cautivo, mantiene sus cultivos de hortalizas y elabora derivados de la leche, la caña y el pollo. Sus bienes son comercializados mediante canastas que entregan semanalmente a consumidores locales y clientes en diferentes entidades.
A través de estas intervenciones, el Magap busca fortalecer a los productores para que generen nuevos emprendimientos, conquisten espacios en los mercados, eviten las pérdidas ocasionadas por la intermediación comercial y amplíen sus márgenes de ganancia. (I)