El aire de Ambato es uno de los más limpios de Latinoamérica. Eso es lo que determina un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), emitido en 2014.

Al igual que Ibarra y Salvador de Bahía, en Brasil, la capital tungurahuense es señalada como una de las urbes menos afectadas por metales pesados como el monóxido de carbono y dióxido de azufre.

El organismo desarrolló el estudio en 1.600 ciudades de 91 países de todo el mundo, entre 2008 y 2012. Si bien el resultado es alentador, cerca de 5 mil vehículos nuevos se suman cada año al parque automotor de la ciudad, compuesto por 40 mil carros.

Los automotores son algunos de los principales contaminantes de la atmósfera. Esto ha impulsado al Municipio local a desarrollar programas de conservación ambiental, reducción de las emisiones de gases contaminantes y medición diaria de polución.

En zonas como la avenida 13 de abril, paso lateral, Pisque, barrio Obrero, y ciertos sectores del centro, los gases emitidos por furgones, buses, autos, camiones y taxis, tiñen las paredes con hollín.

Esto, sumado al crecimiento demográfico, industrial y minero, provoca que sobre el casco urbano se forme cada tarde una nube grisácea.

Si bien este fenómeno, observable desde el mirador del cerro Casigana, no es comparable con la contaminación que se genera en la capital y otras ciudades grandes, puede enfermar a la población.

Así lo afirma Norma Basantes, médica ambateña especializada en casos de intoxicación. “Ventajosamente en Ambato se atienden muy pocos casos de infecciones o enfermedades derivadas de la contaminación urbana. No obstante, los más afectados por este problema son los vecinos de zonas  cercanas a avenidas muy transitadas; ellos suelen presentar daños en los pulmones, ganglios, fosas nasales, corazón, piel y hasta ojos, producto de la cercanía e inhalación de gases nocivos”.

Entre los más tóxicos está el plomo, un elemento volátil que está presente en casi todas las emisiones vehiculares. La principal afectación que provoca en la salud  es la coagulación de la sangre.

“Casi todos los aditivos combustibles contienen plomo, aunque sea en mínimas cantidades. De existir una exposición diaria de 30 minutos o inhalación directa del compuesto, existe el riesgo de que se formen coágulos o trombos en el torrente sanguíneo”, agregó Basantes.      

La concentración de este y otros elementos volátiles se puede observar a diario en las paredes, ventanas, puertas y edificios de la calle 13 de Abril.

Este es uno de los cuatro accesos a la parte alta de Ambato. Por allí transitan un aproximado de seis mil automotores cada día y cerca residen alrededor de 300 familias.
“Hace tres años se presentó en el Municipio una petición de reubicación del servicio de transporte público. Hasta el momento no hemos recibido respuesta alguna”, dijo Maritza Moreno, habitante del barrio 13 de abril.

Otros contaminantes

El monóxido de carbono, oxidantes fotoquímicos, óxido de nitrógeno y dióxido de azufre son otros metales que a diario  son expulsados a la atmósfera por carros y fábricas.

Misael Andrade, experto en contaminación ambiental, explica que muchas veces las emisiones gaseosas y descargas líquidas de mecánicas, industria textil, lavadoras y establecimientos similares, pasan inadvertidas.

“Cuando se habla de polución lo primero que se viene a la mente es el tubo de escape de un camión expulsando grandes cantidades de gas. Lo cierto es que el sector industrial también contamina el ambiente de forma significativa, pues la expulsión de gases también es diaria”, señaló.

En Ambato, la mayor parte de estas empresas se ubican al norte de la urbe, al interior del Parque Industrial.

En esta zona existen curtidurías, productoras de calzado, empresas textiles, y otros negocios. Ventajosamente las descargas líquidas de estos establecimientos son tratadas en piscinas de oxidación, antes de ser devueltas al medio ambiente.

Andrade, quien ha participado en varios proyectos de  reducción de polución en la región, destaca además varios esfuerzos municipales por mantener la atmósfera limpia.

Control de calidad del aire

Se trata del plan de control permanente de calidad del aire, aplicado desde hace cuatro meses. Las mediciones diarias de gases industriales, smog, ceniza volcánica y otras sustancias, se realizan con aparatos especializados que fueron instalados en la parte alta del nuevo edificio municipal, ubicado al sur de Ambato.

Tras dos meses de ensayos, la unidad fue inaugurada el 30 de marzo del año en curso.

“Los ambateños tienen derecho a respirar aire puro, por ello se investigan las sustancias más contaminantes para implementar políticas que reduzcan las emisiones”, dijo Luis Amoroso, alcalde de la capital tungurahuense. La estación consta de un receptor de muestras, muy similar a una antena, 3 analizadores de gases y un receptor de información que es evaluado a diario por personal especializado.

Otra de las iniciativas del Cabildo para reducir la contaminación son los controles de emisiones a buses y taxis. Se realizan cada tres meses en la terminal terrestre. (I)