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Chaquetas de modelos antiguos resucitan
Al menos 20 años de antigüedad debe tener un modelo o prototipo de ropa u otro objeto de uso diario, para ser considerado vintage. Esta palabra proviene del idioma francés y hace referencia a un vino de finísimo aroma, gusto y gran valor debido al tiempo de añejamiento. Bajo este mismo concepto la actual industria de la moda categoriza y revaloriza a las prendas de vestir de generaciones pasadas.
Especialmente a la chaqueta, parte de la indumentaria diaria indispensable en la Sierra centro. “Esto se debe a las bajas temperaturas que rigen en las provincias de la zona y las prestaciones que brinda la prenda para ese clima. La tendencia vintage empezó a notarse en Ambato desde principios de 2013; modelos como el biker de los años 80 elaborado en cuero, fácilmente identificable por sus solapas anchas, prototipo apretado y vistosos broches, dominan los escaparates”, dijo Roberto Proaño, propietario del almacén All Times Fashion, ubicado en el centro de la ciudad.
Otra de las características que identifican a esta tendencia son los colores oscuros, los cuales se combinan con pantalones también ajustados y cinturones de piel y camisetas blancas. “Especialmente en los varones la combinación de chaquetas de cuero de tonalidades negras con camisas, camisetas o sacos blancos, recuerda la moda de los motociclistas de las décadas de 1950 y 1960. En el caso de las mujeres, las blazers azules u oscuras suelen combinarse con skinny (ajustados) jeans, blusas de colores claros y zapatos con tacones no muy altos”, señaló Rina Velasteguí, diseñadora de prendas de vestir y catedrática en un centro de estudios superiores de la localidad.
En las vitrinas de los almacenes y fábricas de ropa basada en piel de vacuno, además se ofertan complementos para estos conjuntos, tales como bufandas, correas, pulseras y sombreros. Estas mercancías son adquiridas a diario en tiendas comerciales del centro ambateño, barrio Ingahurco, Mall de los Andes y la parroquia Quisapincha.
“En este último sector los precios son más convenientes que en almacenes del centro pese a que allí se mantiene la manufactura, una técnica artesanal que eleva los costos. Un ejemplo: en tiendas del Mall de los Andes y otros centros comerciales de la urbe una chaqueta para varón de talla M (médium) cuesta entre $ 90 y $ 150, mientras que en talleres de Quisapincha una prenda de similares características está valorada referencialmente en $ 80”, aseguró Álex Lascano, comerciante de ropa.
Según este mercader especializado en prendas de cuero, el concepto vintage también se aplica a las materias primas usadas en Quisapincha pese a la aparición de productos genéricos con los que en otros sectores se sustituye a la piel de vacuno. (I)