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Desde la parte más alta de este lugar se puede observar hasta la isla Puná

Yacuviñay, la ciudad perdida de los incas

El complejo está en el sector de Pueblo Viejo, el cual se ubica a 15 kilómetros de la ciudad de Paccha, cabecera cantonal de Atahualpa. Un estudioso de ruinas incas cree que se trataría de una ciudadela agrícola. Foto: Fabrico Cruz / El Telégrafo
El complejo está en el sector de Pueblo Viejo, el cual se ubica a 15 kilómetros de la ciudad de Paccha, cabecera cantonal de Atahualpa. Un estudioso de ruinas incas cree que se trataría de una ciudadela agrícola. Foto: Fabrico Cruz / El Telégrafo
06 de septiembre de 2015 - 00:00 - Redacción Regional Sur

Atahualpa es uno de los seis cantones de la parte alta de la provincia de El Oro y es allí donde se encuentra uno de los complejos arqueológicos más grandes del sur ecuatoriano: Yacuviñay.

Se trata de un conjunto habitacional de la época incaica que se se extiende en cerca de 100 hectáreas. En estas ruinas se han encontrado gran cantidad de piezas arqueológicas y osamentas humanas, algunas de las cuales reposan en el museo del Frente de Rescate Cultural de Paccha, la cabecera cantonal.

El historiador y catedrático de la Universidad Central de Quito, Manuel Espinosa Apolo visitó este sitio con el fin de enriquecer sus conocimientos y trasmitirlos a sus alumnos.

El experto en cultura inca se atreve a decir que se trata de una ciudadela agrícola, es decir que el sitio estaba cubierto de una serie de terrazas o andenes para la producción de legumbres y frutas. “Lo que podemos ver aquí, es que hubo habitaciones de los funcionarios incas que estaban encargados de administrar todo lo que producían estos andenes. Hay muros con estilo pirca y piedras ensambladas, con estilo imperial”, dijo el historiador, quien también ha recorrido lugares arqueológicos de Perú.

En el lugar existe un baño inca perfectamente ensamblado, también hay espacios de piedra utilizados para la adoración al agua y sol, explicó Espinosa.

Toda la infraestructura se asemeja a una ciudad perdida de los incas. La construcción contaba con acueductos, cisternas, baños, etc. “En el momento que hagan las excavaciones y restauraciones se podrá ver con más claridad”, dijo el catedrático.

Marco Espinosa, oriundo del cantón y conocedor de las ruinas arqueológicas, cree que Yacuviña se remontaría a 1533, momento histórico en que los hermanos Huáscar y Atahualpa, como herederos del Tahuantinsuyo, se disputaban su territorio.

Según los relatos históricos, Huáscar se ganó la voluntad de algunos caciques Cañaris para que se plegaran a sus tropas, desatándose entonces una sangrienta batalla en la que triunfó Atahualpa.

Para llegar al sitio de las ruinas se debe caminar aproximadamente 20 minutos desde la cabecera cantonal, Paccha.

El inca Atahualpa, enardecido por la supuesta traición, ordena la persecución y exterminio de los Cañaris. Los estudios del Frente de Rescate Cultural de Paccha sugieren que en su éxodo, parte de esta tribu se adentró en la cordillera Dumarí, estableciéndose en Yacuviñay; como lo confirman las ruinas que hoy yacen como testigo del establecimiento del pueblo Inca.

El nombre del sitio arqueológico está compuesto por 2 palabras de origen quichua: Yacu que significa “agua” o “río” y Viñay que equivaldría a “para siempre”. Se podría traducir Yacuviñay como “Agua eterna”.

El nombre hace hincapié en uno de los mayores atributos de la zona, que posee un conjunto de ojos de agua y otras corrientes subterráneas del líquido. Aprovechando esa circunstancia se construyeron varios baños junto a estas fuentes naturales.

El complejo arqueológico tiene aproximadamente 100 hectáreas y está dividido en 5 conjuntos que son: El Mirador, Cruciforme, Residencial, Uzhnu y Templo Catequila.

El sitio tiene pocos años de haber sido intervenido por las autoridades nacionales de Cultura; sin embargo, no era desconocido por los pobladores de Paccha, que sabían de su existencia desde siempre.

Potencial turístico

El alcalde de Atahualpa, Exar Quezada, considera que rescatando las ruinas de Yacuviñay habría una fuente de ingresos para el cantón. “Esto representa un valor arqueológico inmenso y lo más importante que tenemos en la ciudad. Actualmente las principales fuentes de ingreso son la ganadería y la minería, pero en Yacuviñay tenemos un potencial turístico alto, que con una buena inversión sería la principal fuente económica”, aseguró el alcalde Quezada.

El burgomaestre resaltó la importancia de Yacuviñay por su ubicación estratégica, pues desde la cima de la cordillera Dumarí se puede observar hasta la isla Puná; además existe  una vía que conecta con Santa Rosa en pocas horas.

Es uno de los trayectos más cortos entre la Costa y la Sierra y posiblemente forme parte de la legendaria ruta del Inca.

Sin embargo, el burgomaestre reconoce que Atahualpa es un municipio pequeño, su presupuesto anual es de cerca de $ 1,5 millones, de los cuales, el 80% se va en gastos administrativos, por ello espera la ayuda gubernamental. El cantón cuentan con 6 mil habitantes.

Para llegar a Yacuviñay se toma la ruta Machala-Santa Rosa-Piñas, hasta Paccha. Aunque también existe otra vía más corta que es la Pasaje-Paccha; sin embargo, debido al mal estado de la carretera muchos turistas e investigadores prefieren la primera opción.

Desde hace 2 meses, el Gobierno Nacional inició la rehabilitación de la vía Pasaje-Paccha, con un monto de inversión de $ 60 millones.

Al llegar a la cabecera cantonal, hay aproximadamente 15 kilómetros hasta llegar a Yacuviñay, de allí hay que caminar aproximadamente 20 minutos para ir al sitio de las ruinas.

Universidad de Alemania investiga el lugar

Varios investigadores de la universidad de Bonn, de Alemania, visitan el lugar periódicamente, con el fin de levantar información actualizada acerca del descubrimiento arqueológico de Yacuviñay, así lo confirmó el alcalde Quezada. “A mediados de septiembre nos vamos a reunir con ellos (investigadores), para constatar los avances de las investigaciones. Lo que queremos es gestionar recursos para rescatar todo el complejo arqueológico”, dijo el funcionario.

Varios problemas afectan la zona arqueológica, uno de ellos es la presencia de ganado que pastorea por el sitio. Además, las raíces de caña guadúa derriban los muros antiguos y los visitantes que llegan a Yacuviñay sin un plan adecuado de manejo afectan las estructuras.

Estas observaciones las hizo el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural a fin de que se evite el deterioro del complejo; sin embargo, el lugar sigue sin ningún tipo de mantenimiento. (I)

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