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Parteras aún conservan su viejo oficio en Sucúa

El personal del Ministerio de Salud y las personas de la comunidad mantienen un vínculo estrecho, sin importar las diferencias culturales y étnicas.
El personal del Ministerio de Salud y las personas de la comunidad mantienen un vínculo estrecho, sin importar las diferencias culturales y étnicas.
Foto: Cortesía El Tiiempo
03 de diciembre de 2018 - 00:00 - Redacción Intercultural

Los partos ancestrales, en la provincia de Morona Santiago, están más vigentes que nunca. Los mismos son asistidos por comadronas que viven en distintas comunidades shuar.

El puesto de salud de Yukutais, en la parroquia Huambi, cantón Sucúa, fue el punto de encuentro entre Margarita Tsunkanká, partera de la comunidad, y Rosario Vidal, “Médico del Barrio” del Ministerio de Salud Pública (MSP), juntas realizaron un control prenatal a una embarazada de la etnia shuar.

No es la primera vez que se contactan, pues el personal de Salud y las personas de la comunidad mantienen un vínculo estrecho sin importar las diferencias culturales y étnicas. Aquello es debido a las atenciones domiciliarias que han brindado los equipos de salud en Sucúa y Logroño a más de 700 usuarios desde julio a la fecha.

Los hombres también suelen ayudar a sus esposas en ese momento complicado. Según las parteras, en ese momento necesitan a su pareja (foto).

Una camioneta espera en los exteriores del establecimiento de salud para trasladarlas por un sinuoso camino de tierra y piedras hacia la casa de la embarazada. A las dos mujeres las acompaña César Kayap, que es auxiliar del puesto de salud, e intérprete shuar en caso de ser necesario.

Margarita es una mujer de 50 y tantos años, ella explica con orgullo que su madre fue quien le transmitió los conocimientos de la medicina ancestral, todo de manera empírica, mientras la camioneta recorre los caminos polvorientos en medio de la vegetación amazónica.

Cuenta que su madre la atendió en sus siete partos, mientras la “Médico del Barrio” la escucha con atención. “En mi cuarto o quinto hijo di a luz en mi casa, pero no pude botar la placenta, estuve así 8 horas, me querían llevar al hospital y vino mi mami, me puso aceites y me hizo unos masajes y allí pude botar (la placenta), justo cuando llegó el carro para trasladarme al hospital”, comenta ahora entre risas, ante el asombro de la doctora Vidal, quien la aborda con varias preguntas sobre la emergencia.

“¡Aquí es!”, advierte Margarita, y al recibimiento sale una joven mujer embarazada desde una casa de madera.

El auxiliar del puesto de salud junto a la “Médico del Barrio” descargan sus instrumentos, que se encuentran en el cajón de la camioneta, para brindar atención prenatal a la materna, con el fin de prevenir la muerte materna y neonatal.

La “Médico del Barrio” y su equipo integral de salud son la estrategia que está implementando el Ministerio de Salud Pública a nivel nacional, con el objetivo de acercar los servicios de salud a las comunidades, reduciendo las barreras de acceso, disminuyendo la inequidad y fortaleciendo la capacidad resolutiva de los centros y puestos de salud.

Margarita interrumpe su relato sobre las anécdotas en las atenciones de partos mientras el personal de salud valora a la mujer embarazada. César, auxiliar de enfermería, toma los signos vitales de la usuaria y anota su peso.

Ahora, Vidal es quien explica su procedimiento, y la partera de la comunidad escucha atenta. La “Médico del Barrio” explica que en el Hospital Básico Sucúa existe una sala adecuada para el parto culturalmente adecuado, implementada de tal manera que la madre pueda elegir la posición durante el parto, y en respeto a su cultura. Además, el personal médico permite la toma de bebidas naturales para facilitar el proceso de dar a luz, y el acompañamiento por una persona a elección de la materna.

Existe una sala adecuada para el parto culturalmente adecuado, implementado de tal manera que la madre pueda elegir la posición (foto).

Este tema rompe el hielo entre los presentes, y enseguida Margarita empieza a explicar cómo las mujeres shuar acostumbran a dar a luz: “Nosotros caminamos cuando vamos a dar a luz”. Y recordó cómo su madre la atendía: “Cuando yo estaba a punto de dar a luz, mi mami me daba agüitas aromáticas, agüita de albahaca cuando ya estaba con dolores, y cada vez tocarle la cabecita para ver si está bajando (el bebé)”.

En eso, la partera pide que la embarazada se coloque en cuclillas, para explicar la posición en la que dará a luz, y la maniobra que utilizará la acompañante para facilitar el parto.

Explica que antes la parturienta deberá bañarse con agua de camote para acelerar el proceso. Además, indica que plantas como la guayusa, la ajeja y el piripri son elementos importantes durante y después del parto, para prevenir complicaciones y fortalecer el cuerpo de la madre.

Luego del parto, la institución de salud garantiza una atención de calidad y de seguimiento constante, tanto a la madre como al niño, a través de los centros y puestos de salud de Sucúa y Logroño, con el objetivo de reducir índices de desnutrición infantil y prevenir cualquier complicación posparto.

A su vez, los médicos recibieron información sobre los procedimientos que realizan los agentes de medicina ancestral en sus comunidades, además del manejo de plantas medicinales que utilizan para prevenir complicaciones durante el embarazo.

En lo que va del año, el Hospital Básico Sucúa atendió 395 partos normales, de los cuales 205 mujeres eligieron dar a luz en posición vertical, cumpliéndose el objetivo que tiene el MSP de brindar una atención inclusiva e intercultural.
Con este objetivo, 3 ginecólogos, 3 obstetras y el personal de enfermería fueron capacitados. (I)


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