Quiteña de nacimiento, esmeraldeña de corazón, poeta, escritora, maestra, coreógrafa, bailarina clásica, activista cultural, activa defensora de las mujeres; así se define Patricia Merizalde, quien trabaja incansablemente por mantener vivos el arte y la literatura en la ‘provincia verde’.

Inició en el mundo de las letras desde muy pequeña. Recuerda que en su época escolar, mientras cursaba el segundo año de educación inicial, recibió su primer galardón por una de sus composiciones: una tarjeta para su madre.

Después de un par de años, escribió su primer ensayo, cuando estudiaba en la Escuela San Francisco de Quito. “A partir de allí no me detuve”, asegura.

Patricia relata cómo  plasmaba sus inquietudes literarias en sus diarios y libros, los que se complementaron con sus actividades en el ballet, la coreografía, el teatro y la danza. “Para mí, siempre fue útil expresar lo que sentía y vivía a través de las letras y la danza. Eso me ayudó siempre a aclarar mis ideas, a reencontrarme”.

Al crecer, la artista decidió dedicarse por completo a los espacios culturales, y a transmitir en sus actividades, sus ideas y emociones.

Entre las obras escritas por Patricia se destacan varios textos de poesía, cuento y narrativas: Sensaciones y Sentires, en 1994; Salmo Sacramental de la Culpa, 1996; Movimiento Etéreo, 1998; Las Cofradías de Eros, 2012; Del Amor y otros Fuegos, poesía 1° edición 2012.

Con sus obras literarias, Patricia ha participado en festivales como Poetas Paralelo Cero; en Colombia (Buga), Perú, Cuba, México y Chile.

Además de poeta y narradora, la artista también es coreógrafa, bailarina y maestra, actividad a la que se ha dedicado durante los últimos 30 años. Es directora de Artes Escénicas, productora y conductora de radio y televisión cultural.  “Realizo mi trabajo con amor y pasión, para que todos se contagien de la belleza que inspira el arte”. (I)