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El Telégrafo
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El 30% de los HABITANTES es extranjero

El encanto de Vilcabamba va más allá de la longevidad

Los Estoraques de Yamburaru, formaciones de tierra en una ladera, son muy visitados. Hay quienes los consideran señales de una ciudad intraterrestre.
Los Estoraques de Yamburaru, formaciones de tierra en una ladera, son muy visitados. Hay quienes los consideran señales de una ciudad intraterrestre.
Foto: Néstor Espinosa / El TELÉGRAFO
11 de febrero de 2017 - 00:00 - Néstor Espinosa

Los turistas llegan con la intención de ganarle años a la vida. La primera acción a su arribo es respirar profundo, estirarse y buscar el río Yambala para mojarse con sus aguas. El ritual es común en Vilcabamba, donde los visitantes están convencidos de que se librarán de sus males y perderán algunas arrugas.

Desde hace 8 años esta parroquia lojana empezó a diversificar el tipo de atractivos que ofrece. Hoy no es solo la longevidad de sus habitantes lo que atrae a miles de turistas anualmente sino también sus paisajes, los emprendimientos e incluso las apariciones paranormales y los avistamientos de ovnis.

Diana Toledo es la responsable de la oficina de Turismo del Municipio de Loja en Vilcabamba, a ella no hay detalle que se le escape sobre los atractivos de esta población. Sabe exactamente lo que busca el turista; tiene las respuestas y sugerencias exactas ante las inquietudes de aquel que llega por primera vez.

Diana es una guía experta; si el visitante no está interesado en la longevidad inmediatamente lo dirige hacia el sector de Yamburara, en las afueras de la cabecera parroquial. En esa zona se unen los ríos Yambala y Capamaco para formar el Vilcabamba. “Estas aguas son milagrosas”, pondera Diana e inmediatamente detalla todos los males que sanan: asma, problemas en la piel, estrés, ansiedad y afectaciones cardiacas, entre otras.

En esa ruta está la casa de Rumaldo Alvarado, un testimonio histórico viviente de la zona, se trata de un nonagenario que fue el primero y único proveedor de adobe a toda la población de Vilcabamba. Su casa, no obstante, ya no es de adobe, es de cemento y ladrillo enlucido.

Más allá se encuentra una maravilla natural. Se trata de los Estoraques de Yamburara Alto que son largas columnas de tierra que tienen cientos de años y se mantienen intactas. Son formaciones producto de la erosión.

Los turistas que llegan hasta aquí convencidos de que Vilcabamba es un centro energético mundial consideran, sin embargo, a estas columnas como señales de la existencia de ciudades intraterrestres. “Aquí vienen personas que creen en avistamientos de ovnis”, dice Toledo, tras contar que en la población incluso se cumplen convenciones de ese tipo.

Los cerros Guaranga y Mandanga son puntos que tienen vida turística propia. A ellos llegan quienes los consideran fuentes de energía y también los amantes de la ecología y de los espacios naturales. Ambas elevaciones conservan la flora y fauna propia de la zona, especialmente orquídeas, árboles de cascarilla y otras plantas propias de los bosques subtropicales.

Desde el sector de Caxarumi, en la ciudad de Loja, existe un sendero de 40 kilómetros que lleva a Vilcabamba, a través de la orilla del río Malacatos. Esa ruta es usada por ciclistas y caminantes. Esta ruta incentiva el turismo interno.

En los últimos 20 años Vilcabamba se ha convertido en un destino cosmopolita. La parroquia, que pertenece al cantón Loja, tiene 4.500 habitantes, el 30% de ellos son extranjeros.

En Vilcabamba la población extranjera es variada, existen 17 nacionalidades diferentes, todas completamente integradas con la población local. “Aquí jamás permitiríamos que se formen guetos”, explica el alcalde de Loja, José Bolívar Castillo, quien resalta la contribución de los foráneos a la economía local con sus emprendimientos.

Uno de esos es el belga José de Saeger, quien en su local Del Páramo, de la calle Diego Vaca de Vega ofrece confites de chocolate.

De Saeger no es un emprendedor más, es sobre todo un investigador. Sabe lo que vende y cuál es su origen. Cuenta que los estudios han demostrado que en el territorio que hoy es Ecuador el cultivo del cacao se inició en la zona de la Palanda, en la provincia amazónica de Zamora Chinchipe.

El hombre se emociona cuando habla de sus productos que, según cuenta, se elaboran con 12 diferentes tipos cacao ecuatoriano.

Apoyo a emprendedores

A través de un programa denominado Bolsa Global de Emprendimientos, la Municipalidad de Loja apoya las pequeñas iniciativas productivas de la población de Vilcabamba. Es una forma de que los ingresos del turismo se repartan entre toda la población.

El Cabildo entrega una carpa y una mesa, gratuitamente, para que los comerciantes expongan sus artículos, que van desde bocaditos, pasando por artesanías elaboradas con materiales de la zona, hasta productos agrícolas.

Cada mes y durante los feriados el Departamento de Gestión Económica y Social organiza ferias en el parque central de la parroquia para que la gente oferte.

De Saeger destaca este apoyo institucional y cuenta que ha participado en varias ferias con su gran variedad de chocolates. (I)

El emprendimiento del belga José de Saeger es uno los más exitosos en Vilcabamba. De Saeger produce chocolate con 12 diferentes tipos de cacao. Foto: Néstor Espinosa / EL TELÉGRAFO

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Malacatos inicia las fiestas por su emancipación

En la misma ruta entre Loja y Vilcabamba se encuentra la parroquia Malacatos, una localidad que pasó de ser famosa por la cosecha de cascarilla, una planta con insuperables propiedades medicinales contra el paludismo, a la producción del mejor café de aroma de Ecuador.

Precisamente, desde hoy y hasta el próximo 24 de febrero, Malacatos celebrará 195 años de independencia. Con el eslogan ‘Malacatos vive su Independencia’. Hoy en la plaza central será coronada la reina de la localidad, el evento contará con la presentación de artistas locales y nacionales.

Uno de los eventos masivos más importantes será la Feria Interparroquial Rural, en este evento participarán comerciantes, emprendedores y artesanos de las 13 parroquias rurales del cantón Loja. El GAD parroquial hace énfasis en que en esta edición de sus fiestas destacarán los juegos tradicionales: carrera de coches de madera, trompos, cometas y rayuela, entre otros.

El valle de Malacatos está ubicado a 33 kilómetros de la ciudad de Loja. (I)

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