Publicidad
Pirámides y leyendas activan el turismo en el cantón Chilla, en la provincia de El Oro
Enclavada en la cordillera de los Andes, el cantón Chilla, de la provincia de El Oro, posee una gran riqueza turística, pero el mal estado de las carreteras dificulta el acceso a las comunidades e incluso a la cabecera cantonal, por lo que es muy poco visitado.
Las costumbres ancestrales, culturales y la leyenda de la laguna de Chillacocha se mantienen intactas en ese poblado de apenas 3 mil habitantes.
Al viajar al cantón, desde Machala, la neblina permanente se apodera de una estrecha carretera. El temor a caer al abismo hace que los choferes circulen a una velocidad prudente.
Luego de recorrer 78 kilómetros se llega a Chilla. La sorpresa ahí es que se ve muy poca gente y pocos vehículos en las calles. Apenas hay algunos ciudadanos con machete en mano, listos para las labores de agricultura. El cantón no tiene parroquias, solo el sector urbano.
María Nagua, de 51 años, ha pasado toda su vida en esta población. “A Chilla no lo cambio por nada. Aquí no hay delincuencia, todos nos conocemos y vivimos felices”.
Este desolado escenario cambia la primera semana de cada septiembre, cuando se realiza la romería de la Virgen y al menos 50 mil personas arriban al lugar. Los habitantes se preparan con 2 meses de anticipación para el peregrinaje.
Hernán Yupangui, alcalde del cantón, considera a la fiesta de la Virgen de Chilla, como uno de los eventos más importantes dentro del aspecto religioso. La Virgen es venerada como la patrona de la provincia por sus devotos.
Chilla es uno de los 14 cantones de la provincia de El Oro. Se destaca por ser el de mayor altura. Está situado en la Hoya de Chilla, ramal montañoso de la cordillera occidental de los Andes.
Según las investigaciones, basadas en escrituras del historiador Rigoberto Granda, la historia del cantón se remonta a 1729.
Una laguna encantada
La historia de la laguna de Chillacocha es una de la más comentadas en el poblado. Leila Velepucha cuenta que durante la Colonia, un hacendado de este sector llevaba a Loja 2 mulas cargadas de oro y plata para comprar un terreno, cuando, de pronto, los 2 animales perdieron el equilibrio y cayeron al fondo de la laguna.
El hacendado ordenó a los trabajadores abrir un canal para sacar el agua, pero cuando les faltaba poco para terminar el trabajo, una piedra rodó desde la parte alta y no permitió que finalicen la obra.
Otra versión que recorre la población es que la gente que ingresa a nadar se hunde y nunca se recuperan los cuerpos, por eso dicen que es una laguna encantada.
Aparte de las leyendas, las llamadas pirámides de Puebloviejo forman parte también del atractivo turístico. Están situadas en la vía a la laguna de Chillacocha.
Estas pirámides son formaciones naturales que sirven como miradores, ya que se sitúan a 2.818 m s. n. m.
Según los comuneros de la zona, en la parte superior de estas formaciones se encuentran 3 orificios de poca profundidad. Por las piedras talladas en forma de sillas y que fueron encontradas ahí, se dice que en este lugar se efectuaban rituales.
Para los amantes de la naturaleza el sitio es ideal para emprender caminatas. Además se puede observar plantas nativas como la achupalla y orquídeas. Es el hábitat de gavilanes, curiquingues, venados y conejos. (I)