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Loja saca provecho turístico y ecológico de sus viejos caminos
Los senderos en Loja son los protectores de los ríos, conservan los corredores verdes y las quebradas de todo el cantón. Se presentan como elemento fundamental en la conservación de la flora y la fauna.
Alberto Rodríguez, gerente de Gestión Ambiental del Municipio, cree que los senderos son una “estrategia de restauración ambiental”.
Poseen componentes de salud pública con un espacio de convivencia natural para que la ciudadanía realice caminatas, ciclopaseos, tenga zonas de descanso, juegos infantiles y gimnasios biosaludables.
Los espacios son visitados por lojanos y turistas como opción de descanso. El alcalde José Bolívar Castillo reconoce que no se trata de infraestructuras espectaculares sino reductos alejados de las ciudades tradicionales. “Aquí no hay rascacielos, pero en el camino conocerá pueblos pintorescos y gente muy pintoresca”, explica.
Los senderos activan económicamente a caseríos, barrios y parroquias rurales. Por ejemplo, en la ruta del sur encontramos a los sectores La Tebaida, Argelia, Capulí y continúa hasta Vilcabamba.
Pero más allá de la caminata y de la protección ambiental, son espacios utilizados para educación e investigación de escuelas, colegios y universidades; incluso han sido temas de tesis de grado de algunos estudiantes. Asimismo, permiten la unión de las familias, vecinos, estudiantes, juntas de desarrollo barrial e integrantes de instituciones, a través de las campañas de reforestación, mingas de limpieza y apadrinamiento de áreas.
Los senderos ecológicos están dentro de una red que forman todos los parques lineales, desde el norte hasta el sur de la capital lojana, con una extensión aproximada de 24 kilómetros de longitud.
A este proyecto se suman los senderos internos de los parques, por ejemplo el de Zamora Huayco, Daniel Álvarez y Pucará. “Lo bueno de estos espacios es que en sus trayectos encontramos variedad de lugares para disfrutar, por ejemplo en el sendero norte (12 kilómetros) está el Parque Recreacional Jipiro que luego pasa al parque de la Biodiversidad Orillas del Zamora, el Zoológico, el vivero, el orquideario, el kartódromo, gimnasio, áreas deportivas y zonas de camping”, indica Alberto Rodríguez.
En el sendero sur (12 kilómetros), que inicia en el parque Lineal La Tebaida y se extiende hacia La Argelia, destacan las áreas biosaludables y las canchas de indorfutbol y básquet. Los senderos se han convertido en los pulmones de la urbe, por ello la Municipalidad mediante el Departamento de Gestión Ambiental sigue con la reforestación con el apoyo de las Juntas de Desarrollo Barrial y colegios.
Rodrigo Muñoz, del club Xiroas, ve en el sendero la oportunidad para que la gente salga de sus casas y contemple la naturaleza que les rodea. “En Loja todavía podemos salir a caminar con la familia, amigos o compañeros de trabajo”.
Estos espacios se convierten en un destino para escuchar el sonido de los pájaros y disfrutar del viento, lejos de la contaminación vehicular.
Para complementar el primer tramo del sendero está la ruta Caxarumi-Vilcabamba, al sur de la ciudad. Se trata del antiguo camino que conectaba Loja con la parroquia Vilcabamba, pasando por Pueblo Nuevo, Tres Leguas, Rumizhitana, Landangui, Malacatos y San Pedro. (I)