Otro de los productos que se consumen en el tradicional Pase del Niño Viajero es la chicha de jora, la misma que es entregada a los niños que acuden a esta fiesta.

La bebida se empezó a elaborar desde hace una semana y son 5 mil litros que serán repartidos.

Para Beatriz Álvarez, preparar esta bebida es una tradición familiar desde hace 40 años. Por voluntad y devoción cada año colabora en esta fiesta. “El gasto lo hacemos toda mi familia”.

Son 12 personas que trabajan en todo el proceso, pues “por la gran cantidad de ingredientes que utilizan siempre es necesario tener varias manos”.

Diez días es el tiempo requerido para que el producto  madure y  se fermente. Este año Álvarez espera que esta cantidad sea suficiente para los asistentes. “Esperemos que alcance, ya que siempre nos falta”, indicó.

Son dos tanques -cada uno con una capacidad de 2.500 galones- que preparan. Según Beatriz, lo más difícil es bajar con todo el producto, aunque lo hacen con 15 personas. “Eso es lo más duro y ahí sí todos ayudan”.

El toque especial para la elaboración de esta bebida, destacó, son los montes que se  agregan, tales como: hierbaluisa, cedrón, canela, pero también “el gusto de quien lo elabora”. Para la repartición se emplearán ocho tanques grandes y el trabajo estará a cargo de una familia. “Siempre salimos en un camión”, indicó Álvarez.

Además, manifestó que sus parientes solo hacen la bebida para esta fecha, no para otro evento. Antes del Pase, el grupo Hermano Miguel trabaja en todos los preparativos desde el mes de junio con reuniones, bingos y kermeses para obtener fondos que permitan efectuar la siguiente caminata.