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Al menos 18 baches grandes hay en la avenida Ordóñez Lasso
Los usuarios de la avenida Ordóñez Lasso en Cuenca y los propietarios de los predios que se hallan en sus alrededores están preocupados por el estado de la vía, a raíz de las lluvias intensas que soportó la ciudad en los últimos días.
Esta arteria, que conecta con la vía Cuenca-Molleturo-Naranjal, presenta orificios en varios sectores, lo que obliga a los choferes de autos y buses a maniobrar y eso genera peligro.
María Pintado, moradora del barrio San Martín, comentó que son tres meses desde que la avenida presenta los huecos, sin que las autoridades hayan hecho nada para arreglarlos. Agregó que, con el aumento de las lluvias y el paso de los vehículos, se ensancharon.
“Hace años que tenemos aquí este problema. Han pasado muchos accidentes, muchos carros se han chocado”, mencionó la propietaria de una ferretería que se encuentra en ese trayecto, quien prefirió ocultar su identidad.
Comentó que en algunas ocasiones, por su cuenta, rellenó los agujeros con piedras, ripio, desperdicios del bloque y otros materiales para evitar que este grave problema continúe.
La comerciante dijo que el sábado por la mañana, casi ocurre un accidente múltiple entre un taxi y dos autos particulares. Debido a que el primero intentó evitar el bache, se apegó mucho a la acera. “Por poco se lleva a mis clientes”, dijo.
En un tramo de 4,.3 kilómetros, desde la Y de Sayausí hasta el barrio Virgen del Milagro, se observan al menos 18 huecos grandes; hay un número mayor de otros, pero de menor proporción.
Incluso hay perjuicios para los locales comerciales. Arquímides Bravo, dueño de un restaurante ubicado en la intersección de la avenida con la calle Bugambilla, comentó que en el último mes vio tres accidentes de tránsito al frente del local. “La verdad nadie ha arreglado la calle y más bien los huecos se hacen más grandes. A veces hay que estar atentos porque algo puede pasar mientras uno está aquí”.
Estructura dañada
Mauricio Ochoa, exsecretario de infraestructura del Municipio de Cuenca, analizó el estado de la vía y concluyó que la estructura perdió su vida útil.
Mencionó que al mes se realizaban trabajos de bacheo para tapar las grietas, pero que con las lluvias mantenerlas así era inútil.
“Lo que se debe hacer es un mantenimiento integral, pero de nada sirve si continúan las lluvias. Es como colocar baldosas sobre el lodo”, acotó.