El comercio en la frontera, entre Huaquillas (Ecuador) y Aguas Verdes (Perú), se reactivó desde el pasado viernes, día en que salieron de vacaciones los estudiantes de las escuelas y colegios.

Familias enteras llegan hasta las oficinas de las diferentes cooperativas de transporte en Machala para comprar un tique que les permita llegar a la zona.

El viaje se hace bajo un estricto control de parte de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), que prohibió llevar a pasajeros de pie.

Aquello provoca que los ciudadanos pugnen por conseguir un boleto, en medio de largas filas.

El lunes, una familia que llegó desde Naranjal (Guayas), estuvo dos horas esperando para poder emprender viaje a Huaquillas. Sus integrantes mencionaron que su objetivo era cruzar la frontera para adquirir ropa a precios más económicos.

En Huaquillas, el comercio aumentó en los últimos días, en comparación con otros meses del año.

Las ofertas en los diferentes puestos de ropa sorprenden a los ciudadanos.

Algunos de los consultados aseguran que comprando en Aguas Verdes se ahorran unos dólares. Al menos así lo reconoce Andrés Chumpí, habitante de Santa Elena (Azuay).

No solo los ecuatorianos llegan a la frontera, también lo hacen los ciudadanos peruanos.

Ellos arriban al cantón orense con la intención de adquirir juguetes o electrodomésticos, debido a que los precios de estos son inferiores en comparación con los de su país de origen.

La Cámara de Comercio de Huaquillas ejecutó campañas para que los compradores adquirieran sus artículos en Ecuador.

Varios locales comerciales cierran más tarde sus puertas, cuando por lo regular lo hacen al caer la noche.

“La llegada de los compradores dinamiza la economía en Huaquillas, la ciudad es eminentemente comercial, y por estas fechas se vende mucho”, indicó Estefanía Espinoza, comerciante de la ciudad. Con ello coinciden sus colegas.

Cobro de impuestos
En la oficina del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) de Huaquillas también se incrementó el control desde este mes.

Los buses son revisados minuciosamente para evitar el contrabando.

Cada comprador tiene derecho a pasar una funda de ropa o cualquier otra prenda cuyo peso no puede exceder las seis libras. Es por ello que familias enteras acuden hasta la frontera para que cada uno cargue un paquete similar y así no tener problemas con la entidad.

Si los bultos superan las ocho libras, la entidad aduanera les cobra un impuesto adicional por permitir el ingreso al país.

En Aguas Verdes y Huaquillas, los comerciantes se han puesto de acuerdo para promocionar el 25% de descuento siempre que el comprador lleve a partir de media docena.

El 80% de los clientes es de Guayaquil, Cuenca y Machala.

En Machala hay caos
Debido a las compras de fin de año, el caos vehicular también aumentó en el centro de Machala.

Esto debido a que los comerciantes informales se tomaron las vías céntricas que rodean el mercado Central.

Los taxis, buses y carros particulares se quedan atascados en el centro. La calle Nueve de Mayo, desde la Sucre hasta la Pasaje, ha quedado completamente reducida. “Poco espacio queda para transitar”, señaló Arturo Tacuri, taxista machaleño.

Los comerciantes, que en su mayoría son informales, argumentaron que su presencia es solo por esta época debido a que en estos días la ciudadanía compra más.