Visión no es un “grupo”, Radio Visión es una empresa familiar muy pequeña. La crónica publicada en este medio el 12 de los corrientes es otro intento fallido por desprestigiar a una de las emisoras más respetables del país. No sabemos lo que vendrá luego, pero es muy claro que estamos sometidos a una persecución política a dedo. Según la nota publicada en este diario trabajar es un delito. Y trabajar en proyectos de cultura es lo que han hecho tanto Radio Visión como Diego Oquendo Sánchez. En ambos casos como proveedores que cumplieron con todos los requisitos obligatorios que exige la contratación pública. Por su parte Radio Visión como una emisora cultural, prácticamente la única en el país; y por la suya Diego Oquendo Sánchez, como promotor cultural con más de 25 años de noble experiencia. De otro lado la referida publicación comete varios errores: -Radio Visión no organizó el proyecto Quito Ciudad de letras. La última edición de ese evento se realizó en 2013, bajo la gestión de Editorial El Conejo. -Diego Oquendo Sánchez, en legítimo uso de sus derechos ciudadanos, aceptó preparar el Lit Festival, Palabra de ciudad en el 2014.  Una cita literaria que convocó exitosamente a escritores nacionales e internacionales y público en general. Tercero: El Lit Festival se realizó entre el 19 y 22 de noviembre y no entre el 19 y 21 como dice su nota. -En cuanto a los contratos por pauta, insistimos, todos cumplieron con los procedimientos que obliga la ley. Si los precios pagados por el Municipio no coinciden con los tarifarios de la empresa, es porque Radio Visión como emisora cultural suele ofrecer ventajas a los proyectos de carácter cultural.

RESPUESTA DE LA REDACCIÓN

Diario EL TELÉGRAFO, para cumplir con la Ley Orgánica de Comunicación, publica el pedido de derecho a la réplica, pero rechazamos que publicar contratos públicos sea persecución política. Por transparencia debemos informar y no por eso calificamos ni perseguimos a nadie. Denominar “grupo” a Radio Visión no se refiere a la concurrencia de varias empresas, sino a la firma por parte de 2 miembros del grupo familiar Oquendo en contratos con entes culturales del Cabildo quiteño. El texto no señala en ninguna parte ilegalidad en los procesos de contratación. Respecto al error del nombre del festival literario organizado por Diego Oquendo Sánchez en noviembre de 2014 y el tiempo de desarrollo, lo asumimos y ofrecemos disculpas.