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Durante 8 horas diarias, este ibarreño hurga en los desechos para hallar materiales reciclables
Gabriel recorre las calles en busca de basura
Ni los olores desagradables ni la tarea de escarbar entre toneladas de basura desaminan a Gabriel de la Cruz.
Son las 20:00 y los perros callejeros hacen añicos las fundas repletas de desperdicios. Gabriel introduce sus manos hasta el fondo de las bolsas y escarba. Quizá tenga suerte y encuentre materiales que puedan reutilizarse. Al igual que él, varios hombres y mujeres se dedican al reciclaje y su oficio exige hurgar en la basura.
A lo lejos se escucha una canción que anuncia la proximidad de los recolectores de basura, pero Gabriel no tiene ninguna melodía que advierta de su presencia. Solo el ruido del motor de su motocicleta, atada a una carretilla en la que transporta varios materiales, se reconoce a varios metros.
“Los periódicos de ayer son plata, los cartones de cocinas nuevas o electrodomésticos, también. Las botellas de plástico vacías aún más”, comenta Gabriel.
Al día recolecta alrededor de 100 kilos (kg) de material para reciclar. Su jornada empieza a las 17:00 y se prolonga hasta la medianoche.
Recorre solo las calles en busca de basura mientras otros descansan. En su motocicleta transita las calles Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Juan de Velasco y Teodoro Gómez. Circula por el centro para buscar nuevos materiales. Así transcurre la noche. Son 8 horas diarias de un incesante trabajo que exige mucha observación. “Tengo una cita con la basura”, dice Gabriel al referirse a su labor.
Los fines de semana recolecta cerca de 75 kg de materiales, lo que representa $ 5,25 para su desayuno del siguiente día. “Los centavos cuentan mucho para mí, de 7 en 7 centavos por cada kilo, puedo lograr $ 7 al día, a veces $ 10 si tengo suerte, ya es algo para mi sustento”.
Gabriel se dedica a este oficio desde hace 3 años. De esta forma, se gana la vida. (I)