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El Telégrafo
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Salesianos invirtieron $ 6,4 millones en su nuevo colegio en Tarqui

Los estudiantes están  contentos con las nuevas instalaciones del colegio San José, las aulas ahora están equipadas con climatización (aire acondicionado).
Los estudiantes están contentos con las nuevas instalaciones del colegio San José, las aulas ahora están equipadas con climatización (aire acondicionado).
Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
01 de junio de 2018 - 00:00 - Redacción Ecuador Regional

En la zona cero -así fue denominado el sector de la parroquia Tarqui, en Manta, después del terremoto del 16 de abril de 2016 (16-A)- renació un ícono de la educación del puerto manabita. Se trata del colegio salesiano San José ubicado en el corazón del otrora sector comercial por excelencia de Manta.

Con una inversión de $ 6’400.000, la comunidad salesiana local, nacional e internacional reconstruyó al emblemático establecimiento educativo que data de 1950.

Esa cifra es la mayor inyección de recursos que una entidad privada ha realizado en la zona cero después del 16-A.

Todo empezó el 10 de mayo de 2017 cuando los dueños del establecimiento educativo, liderados por el director de la comunidad salesiana de Manta, padre Luis Chávez, firmaron el contrato con la empresa Etinar de Guayaquil.

“Lo primero que se ejecutó fue el estudio del suelo”, comentó Alejandro Guzmán, director de la obra y representante de Etinar.

Había que trabajar en el mejoramiento del suelo, para ello se realizaron excavaciones y se detectó en el lugar, (parte céntrica de Tarqui), que el nivel freático (presencia de agua en la tierra) estaba ubicado a tan solo 50 centímetros de profundidad.

Con los resultados en la mano, la dirección de obra de Etinar decidió que se debía aplicar la técnica de pilotes barrenados. Entonces fueron enterrados 1.800 pilotes, a ocho metros de profundidad, ello garantizó la calidad de la construcción. “El 5% del presupuesto se destinó al pilotaje”.

Luego vino la cimentación de las edificaciones que están dividas en dos bloques: Una para aulas y otra para laboratorios. Los trabajos culminaron a inicios de mayo del presente año.

“Las 30 aulas albergan al momento 1.380 estudiantes y aceptan más alumnos hasta llegar a los 1.600 educandos que recibían clases antes del terremoto”, afirmó Chávez.

El padre señaló que después del sismo la prioridad fue, primero, ayudar a la comunidad, después se concentraron en la reconstrucción del colegio. En dos años se realizaron los estudios y diseños con profesionales en ingeniería y arquitectura.

Los salesianos sabían que seguirían en Tarqui, la tierra que los vio nacer.

El padre Chávez afirmó que confían en las nuevas técnicas de construcción que existen, por ello están tranquilos y seguros sobre la calidad de la nueva infraestructura que es sismorresistente.

Para el historiador e investigador de temas sociales de Manta y Manabí, José Elías Sánchez, quien perdió su casa en la zona cero, el nuevo San José no solo devolvió a Manta la educación de calidad que siempre ha tenido, sino que reactiva el sector de Tarqui que al momento está olvidado.

“Los directivos del San José se fueron contra todos los pronósticos y todos los informes técnicos, ellos sabían que Tarqui puede reconstruirse, por eso realizaron tremenda inversión”.

En los 15.000 metros cuadrados (m2) de construcción, donde fue implantado el proyecto, se consideraron 2.500 m2 para espacios deportivos y áreas verdes.

Espacios climatizados
Las aulas y laboratorios están equipados con tecnología de punta y son climatizadas (aire acondicionado). “Lo que buscamos es la comodidad de nuestros estudiantes, por ello hicimos el esfuerzo necesario para buscar los recursos, no fue fácil, hasta acudimos a financiamiento externo, son préstamos pagaderos hasta 30 años plazo”, dijo Sánchez.

Los estudiantes están motivados y muy contentos. Cuando se camina por los patios y pasillos del nuevo San José, “da la impresión que estamos en un colegio de otro país, es tan cómodo que no solo provoca estudiar”.

“Además trabajamos con mucha convicción en los laboratorios”, comentó Janiot Huerta, estudiante de tercero de bachillerato. “Estoy por terminar mi bachillerato, por un lado me da tristeza y por otro me reconforta saber que formaré parte de la primera promoción que sale desde las nuevas instalaciones”.

Los padres de familia valoran el esfuerzo de los salesianos. Blanca Pisco contó que en la institución se educó su hija. “Es grato volver, causa alegría ver una edificación nueva, además a veces invade la nostalgia cuando recordamos que el primer edificio fue demolido por los daños que causó el terremoto”.

Para el Municipio de Manta, la inversión es muy importante. El vicealcalde Eduardo Velásquez está seguro que la reconstrucción del colegio San José es un ejemplo.

“Sin tanta bulla lo hicieron, invirtieron una fuerte suma de recursos y ahí está. En un año desde que se firmó el contrato, Tarqui se recupera y esto es una prueba”.

Alrededor de la nueva edificación aún se realizan trabajos de reconstrucción. La nueva estructura es inclusiva. Para acceder a los bloques de aulas y laboratorios fue instalado un ascensor que está destinado a los estudiantes con capacidades especiales.

Los salones de clases tienen amplios ventanales que permiten disfrutar de iluminación natural hasta las 18:30. La vía de ingreso es adoquinada. (I)

Nueva imagen
Aporte al desarrollo
La edificación del establecimiento educativo le otorga una nueva imagen a la zona cero de la parroquia Tarqui, que hasta antes del16 de abril de 2016 fue el epicentro de las actividades comerciales de Manta.

45 estudiantes por cada aula es el aforo que tiene el plantel. En total puede albergar a 1.600 alumnos.

Un año de ejecución
Desde el 27 de abril están operativas las modernas instalaciones del flamante establecimiento. (I)

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