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Tradiciones como las fiestas de San Pedro y San Pablo son parte esencial de este grupo

La ‘cholería’, con identidad y cultura propias

La localidad pesquera de San Mateo guarda diversas tradiciones cholas. Su gente está siempre presta a ayudar a los visitantes... son gente muy amable. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
La localidad pesquera de San Mateo guarda diversas tradiciones cholas. Su gente está siempre presta a ayudar a los visitantes... son gente muy amable. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo
11 de octubre de 2015 - 00:00 - Por Joselías Sánchez Ramos

Una reflexión sobre la ciudad de Manta del siglo XXI, desde el enfoque de la identidad cultural, implica abordar 2  niveles mínimos: El uno, de manera general, como pueblo cuya ‘cholería’ es resultante histórico, de allí la necesidad de su recuperación, conocimiento y proyección cultural en el marco de la plurinacionalidad ecuatoriana; y el otro, más preciso, sobre su valor social como sustentador de la economía regional al ejercer la pesquería, agrocomercio y artesanía como actividades plenas del desarrollo humano de la mancomunidad del Pacífico.

En este trabajo se aborda una primera reflexión sobre su conciencia de pueblo y la celebración del Día del Cholo, el 11 de octubre de cada año desde 2008.

Cultura chola

La cultura chola es un conjunto de comportamientos, costumbres, valores, simbolismos y significados, modos de trabajo y relación social que caracteriza la vida de los pueblos cholos de la Costa ecuatoriana.

El pueblo cholo de Ecuador es nativo de la región litoral. Existe desde antes de la estructuración del pueblo montuvio de Ecuador y de la presencia del pueblo afroecuatoriano en la costa norte de la actual provincia de Manabí, que luego se asienta en lo que es hoy Esmeraldas y el valle del Chota.

Si bien el pueblo montuvio tiene una larga tradición que ha sincronizado con el entorno costeño, lo mismo que el pueblo afroecuatoriano, constituyendo ambos parte esencial de la plurinacionalidad ecuatoriana, no es menos cierto que el pueblo cholo se sustenta en los pueblos precolombinos, de los que hereda su cultura, creencias y economía.

A pesar de que el pueblo cholo está invisibilizado en la Constitución de la República, su presencia en la cultura nacional es visible y trascendente desde lo local, lo nacional hasta lo mundial.

Patrimonio mundial

Desde hace 4 mil años se viene tejiendo la paja toquilla entre los pueblos de la Costa ecuatoriana, desde los nativos precolombinos hasta nuestros días republicanos. El tejido tradicional del sombrero de paja toquilla es testimonio fehaciente de este arte, que ha sido reconocido por la Unesco como “patrimonio cultural inmaterial de la humanidad” desde el 5 de diciembre de 2012.

El origen de este arte del tejido del sombrero de paja toquilla se ubica en Manabí. La paja toquilla se cultiva al sur de Manabí y en la actual provincia de Santa Elena. Hacia 1630, el sombrero local comienza a tejerse al estilo español, por iniciativa de Domingo Chóez, indígena de Xipixapa. Los tejedores de Montecristi y Jipijapa se especializaron en la elaboración del sombrero según el modelo europeo, cuya exportación en 1854 alcanza niveles sorprendentes que superan al cacao.

El sombrero se promociona en la exposición mundial de París 1855. En 1863 se registran 500 mil sombreros exportados desde Guayaquil. La Construcción del Canal de Panamá generó una gran demanda. Hacia fines del siglo XIX, la tejedura de la paja toquilla es una reconocida actividad en las provincias de Azuay y Cañar.

A través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el Gobierno de Ecuador mantiene escuelas de aprendizaje para jóvenes en el sitio Pile, del cantón Montecristi, Manabí, con la finalidad de mantener viva esta tradición patrimonial.  

El arte de tejer el sombrero de paja toquilla es un patrimonio cultural de la cholería de la Costa ecuatoriana para el mundo.

Patrimonio nacional

La Fiesta de San Pedro y San Pablo es una celebración del sincretismo de la cholería de la Costa ecuatoriana. La tradicional fiesta de la cosecha se fue convirtiendo en un evento religioso del catolicismo colonial y originó una celebración sincrética conocida como Fiesta de San Pedro y San Pablo que, a pesar de los esfuerzos del clero por desaparecerla, es cada día más vigorosa en pueblos que la han convertido en fortaleza de identidad cultural.

El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, el 28 de junio de 2007, declaró a la Fiesta de San Pedro y San Pablo como patrimonio cultural inmaterial de Ecuador, como resultado de los estudios realizados por el área de investigación histórica y patrimonial. La procesión marítima de la Fiesta de San Pedro y San Pablo que se realiza en los pueblos del sur de Manabí, entre ellos Machalilla y Puerto López, fueron decisivos en esta resolución.

La Fiesta de San Pedro y San Pablo es un patrimonio cultural de la ‘cholería’ de la Costa para Ecuador contemporáneo.

Pesquería otro patrimonio

Ruth Vianna, investigadora brasileña Prometeo de la Senescyt, permaneció  2 años en Manta realizando estudios sobre el pescador artesanal en los medios de comunicación de la región. Al finalizar su investigación nos comunicó que el pescador artesanal y su milenario arte de la pesca deberían ser declarados por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad; lo plantearía a la Senescyt y a su maestro, José Marques de Melo, de la Universidad de Sao Paulo.

Karen E. Stothert, en su libro Lanzas silvadoras y otras contribuciones de Olaf Holm al estudio del pasado del Ecuador, reseña: “El mar al cual la Cultura Manteña estaba íntimamente ligada, formaba otra parte de la trilogía de sustentos auto renovables con que contaban los manteños. Su preocupación marina la vemos en el sinnúmero de motivos artísticos, peces, pelícanos, olas, etc., que se repite constantemente en la decoración de sus volantes de  huso, en sus sellos, en sus incisiones de la cerámica. El mar proveía pescado, crustáceos, conchas, caracoles y otros comestibles, como también materias primas para adornos y utensilios”.

Acotó además: “El mar para ello no era solamente su sustento, sino un camino abierto para el mundo grande y sus conexiones comerciales tanto al norte como al sur. El mar era, en su cosmología, una madre de las aguas, fuente de lluvias, que pedían los agricultores, proveedor incansable del sustento marino, el camino por donde justamente en Manta – Jocay, el héroe cultural (Viracocha) había abandonado la tierra con sus pobladores ingratos, ofreciendo volver cuando a él lo necesitaran” (Stothert, 2001)

El cholo pescador

Es la Manta – Jocay del último cuarto del siglo XX, que se convierte en el principal puerto pesquero del Ecuador gracias a las experticias del cholo pescador,  habitante autóctono de Manta, cuyos ancestros se remontan en la historia precolombina hasta las culturas que vivieron en la costa de las provincias de Manabí y Santa Elena.

Ellos heredaron de sus padres y transmiten a sus hijos las experticias pesqueras que los identifican y con cuya actividad sustenta la economía de la Manta actual aunque la riqueza que generan se perciba en otros sectores ajenos a su diario convivir.

Teócrito, poeta siracusano del siglo III a. C., relata el diálogo entre 2 pescadores, en el amanecer, antes de reanudar el duro trabajo diario y, recostados aún en el interior de su mísera cabaña, comentan el sueño que uno de ellos, Asfalión, ha tenido durante la noche. En su sueño, Asfalión consigue con esfuerzo subir un gran pez hasta lo alto de la roca sobre la que se encuentra pescando y al soltar el anzuelo descubre asombrado que aquello que acaba de pescar es un pez de oro.

Este sueño es el del pescador de todos los tiempos, la gran pesca que lo libere de los duros afanes de su oficio y de la mísera vida que proporciona. Todos sabemos que la inmensa mayoría de los pescadores jamás ha tenido su pez de oro aunque los afortunados sean otros favorecidos por los inagotables cardúmenes de peces migratorios que año a año pasan por el litoral ecuatoriano.

Día del Cholo

Con estos antecedentes es fácil comprender por qué el Municipio de Manta, en sesión ordinaria del 11 de octubre de 2008, resuelve: “Aprobar en segunda y definitiva instancia la Ordenanza que establece en San Pablo de Manta la institucionalización de la conmemoración del Día del cholo mediante un desfile y eventos conexos, organizador por la Ilustre Municipalidad de Manta, en coordinación con otras agrupaciones sociales, propias de la realidad cotidiana, de este importante grupo humano”.

Gustavo Andrade Arellano, concejal de aquel entonces, fue el más ferviente proponente de esta Ordenanza que dispone:

“Art. 1: Se declara que el 11 de octubre de cada año se conmemorará el Día del Cholo, la Ilustre Municipalidad del cantón, en conjunto con otros sectores interesados de la sociedad, organizará un desfile de carácter no marcial, a más de otras actividades de índole cultural, tradicional y deportiva, con posibilidades claras de participación colectiva a todos los habitantes”.

Celebración de hoy

El GAD municipal de Manta, su Alcalde y la Dirección de gestión cultural y patrimonio están convocando a la ciudad para celebrar el “Día del Cholo”, hoy a partir de las 10:00, en el sector del Playita Mía de la parroquia Tarqui. Se ha preparado una feria con estand de artesanías, información  y presentaciones artísticas.

Al escenario subirán la Escuela Municipal de danza con un amplio dominio de las coreografías de la Costa  ecuatoriana; Julián Delgado. El Príncipe, personaje que fue vocalista de varias orquestas del Ecuador y Venezuela; Cocoliso y las Chicas de Fuego con su repertorio popular.

Ante todo esto, es válido el comentario de queel pueblo cholorequiere ser constitucionalizado y asumido como una realidad cultural de Ecuador plurinacional. (O)

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