Aldo Intriago, vestido con ropa cómoda, recorre su finca y la muestra con orgullo. De las 60 hectáreas, hay 20 sembradas con cacao y plátano. Tiene grandes aspiraciones con esa tierra y cree en ella. La elaboración de chocolate artesanal es su proyecto.

Además apunta al desarrollo turístico que pueden alcanzar zonas como la que habita: Naranjal de Jipijapa. Es dueño de un hostal llamado Berlín, que cuenta con una piscina inspirada en la laguna azul de Islandia; baño turco, sauna y canchas deportivas, y pronto tendrá un área para pesca deportiva (tilapia). Tras una ligera llovizna se puede observar un arco iris.

Desde los 23 años, Aldo hizo su vida fuera de Jipijapa, entre Estados Unidos, Europa y Quito.
Nunca olvidó su ciudad natal y esperaba, algún día, aplicar toda su experiencia y los conocimientos adquiridos en beneficio de la tierra que lo vio nacer.

En 2012, con 34 años, retornó. La propiedad de este jipijapense se levanta en un costado de la vía de lo que pronto será el biocorredor turístico Jipijapa-Chade-Naranjal, de 7 kilómetros, donde el Gobierno provincial, en convenio con el Gobierno local, va a intervenir. Al lado de la carretera se sembrará café y 100 metros adentro se harán huertos frutales, así lo explica el principal de la dirección de Gestión Económica Ambiental del Gobierno local de Jipijapa, Pedro Falconí.

“Hace 2 meses, el alcalde Teodoro Andrade, presentó el proyecto al Consejo Provincial. Se hizo la georreferenciación con las personas que viven allí. Son más de 450 las familias que se interesaron mucho y le han dado sostenibilidad al proyecto, con el que se va a reactivar la economía del centro, sur y norte de Manabí, porque es el primer proyecto sostenible y ecosustentable de la zona”, detalla.

Falconí resalta que a 40 minutos de la zona está el puerto de Manta, donde llegan cruceros, y comenta: “Queremos que esos turistas se internen en Jipijapa y que vean un corredor turístico, tal como sucede en países como Colombia y Brasil”.

El objetivo de este proyecto es darles sostenibilidad económica a los ciudadanos que viven en el sector. Otra opción es hacer senderos ecoturísticos.

En el recorrido por esta ruta hay fincas pilotos. “No solo se va a sembrar el café, sino que se va a enseñar al turista cómo se inicia, cómo se produce, su elaboración y proceso”, acota Falconí.
Asimismo se destacará la gastronomía en la zona.  La inversión en el corredor, —informa el funcionario— es de $ 986 mil. El 20% del gasto corresponde al GAD local y el 80%, ala Prefectura.
En la primera fase del corredor turístico se construirán 12 albarradas, explicó Kausman Quiñónez, funcionario del Gobierno Provincial de Manabí.

Ramón Pinargote, quien vive en la vía Chade-Naranjal, asegura que Jipijapa es un cantón propicio para habitar por su clima y su tierra cultivable. “Nuestra gente es hospitalaria, siempre dispuesta a ayudar. Muchas personas prefieren vivir acá para escaparse del trajín de las grandes ciudades”, dice Pinargote.  
Blanca Imbacual, otra moradora, destaca que “tenemosun buen ambiente y tranquilidad para vivir”.

En la Villa de San Lorenzo, como también se conoce al cantón, hay cascadas, flora, fauna, senderos ecológicos, cultura y playas.

La directora de turismo local, Gina Soledispa, comenta que a mediados de año está previsto que arribe gran cantidad de turistas nacionales y extranjeros a observar las ballenas jorobadas.

“Estas recorren 7.400 kilómetros hasta llegar a las costas de la parroquia rural Puerto Cayo. En este lugar se aparean”, refiere.

El sector se encuentra a 26 kilómetros de la ciudad. Es una zona que posee varias playas. Su actividad pesquera y el paisaje constituyen puntos de atracción turística. La infraestructura hotelera del sector se ha desarrollado y su producción agropecuaria es relevante para Manabí. Allí unos habitantes realizan labores marinas, mientras que otros se dedican a la siembra de maíz, fréjol, yuca, hortalizas y cría de animales menores.

Para mayor información acerca de lugares para visitar en Jipijapa, las personas pueden acercarse a las oficinas de Información Turística (ITUR), que están abiertas de lunes a viernes, de 08:00 a 17:00, y fines de semana, de 08:00 a 21:00.

En el cantón se desarrollan algunos festivales de gastronomía. Uno de los platillos típicos es el greñoso, que se prepara con maíz, maní, carne de pollo o de chancho, o ambos a la vez, y las respectivas dosis de aliños, para darle un sabor único.  

“También tenemos el Festival del Maíz, en Sancán, en donde se hacen tortillas que disfrutan los viajeros que pasan por el lugar. Son exquisitas”, manifiesta Soledispa.
Parte de la gastronomía local es también el ceviche con maní, plato que se prepara hace más de 50 años.

“Es muy rico el ceviche y el toque especial lo da la crema de maní”, dice Juan Álava, conductor santanense que pasa frecuentemente por el cantón y se detiene para probar esta delicia manabita.

Para Semana Santa está planificado que varios de los comerciantes locales elaboren un festival de ceviche con maní, para aprovechar la presencia de turistas en la localidad por el feriado.

“Este plato es una delicia. Dicen que el ceviche con maní es afrodisiaco, pero yo me lo como, más que todo, por su sabor”, dice entre risas Carlos Suárez, visitante.

En esta jurisdicción se desarrolla la romería más grande de la provincia, cada Viernes Santo. Llegan miles de feligreses de todas partes del país e incluso del extranjero. El recorrido tradicional que realizan los feligreses es de 12 kilómetros.