Pedro Paca aún recuerda el momento en que un estruendo lo alertó. Al salir de su vivienda observó que piedras, palos y troncos descendían en medio del lodo, llevándose todo a su paso.
Nunca imaginó que ese episodio sería el inicio de varios deslaves que acabarían con sembríos y animales de granja “y el miedo constante de que pudiera arrastrar a miembros de mi familia”, indicó Paca.
Desde diciembre de 2015, habitantes de las comunidades Santa Lucía de Chuquipogyio, Calshi y Silveria, de la parroquia San Andrés del cantón Guano, han vivido en zozobra por los deshielos del nevado Chimborazo. Más de 1.000 personas estaban en riesgo.
Los 2 primeros deslaves se presentaron en diciembre de 2015; un tercero en abril de este año y, por último, uno en mayo. “Al momento está tranquilo, pero siempre estamos a la expectativa”, señaló Milton Bravo, presidente de la junta parroquial de San Andrés.
Un estudio completo de esta problemática fue presentado ayer en Riobamba y con este se busca que las comunidades que constan en el mapa tomen las precauciones para evitar pérdidas o desgracias personales, comentó el vulcanólogo Francisco Vásconez (I)