El descanso nocturno, un buen ambiente laboral, la práctica deportiva y una buena alimentación son aspectos que inciden directamente en el desempeño de los trabajadores.

Ya sean carpinteros, mecánicos, albañiles, obreros de fábricas, jornaleros o trabajadores de las industrias textil y del calzado, entre otras, todos requieren de estos elementos para un excelente rendimiento.

De ello depende, por ejemplo, la agilidad mental, una actitud positiva, la capacidad para resolver problemas, la resistencia al trabajo bajo presión y demás exigencias del mundo laboral.

Los servidores, funcionarios, oficinistas o empleados públicos son también un importante sector de la población económicamente activa.

Si bien sus labores son más intelectuales y se desarrollan en oficinas de ministerios como el de Inclusión, Agricultura y Educación, entre otras entidades, sus requerimientos nutricionales no están alejados de los de aquellos trabajadores que usan a diario la fuerza corporal.

Buena alimentación

Norma Fernández, nutricionista ambateña, detalla los alimentos que no deben faltar en la dieta de los trabajadores, sean oficinistas u  obreros.

“Uno de los mitos alimenticios modernos asegura que los requerimientos de un carpintero, mecánico o cualquier otro trabajador que a diario usa la fuerza corporal, distan bastante de las necesidades nutricionales de un burócrata. Si bien los primeros han de consumir más proteínas, debido al desgaste físico, ambos grupos deben consumir como mínimo 2 porciones diarias de frutas, verduras y lácteos, para rendir bien”, dijo.

Estos 3 alimentos —continuó—  son esenciales para cubrir las necesidades energéticas diarias. La única diferencia entre la alimentación de obreros y funcionarios públicos está en la cantidad de proteína que han de consumir quienes tienen un desgaste corporal mayor al día, y vitaminas que reponen el excesivo desempeño mental.

Aporte nutricional de las frutas

Las frutas aportan al cuerpo humano, entre otros nutrientes, gran cantidad de fósforo, calcio, potasio, vitamina B y sobre todo agua.

Las distintas variedades de manzana, plátano, melocotón, cereza, kiwi, pera, entre otros frutos son los alimentos más llamativos por su diversidad de colores y formas.

Pero además de lo que se ve a simple vista, forman parte de los alimentos con mayor cantidad de sustancias naturales beneficiosas para la salud.

Es curioso el hecho de que la mayoría de frutas, tanto de climas fríos como tropicales, sobrevive a la intemperie enfrentando todo tipo de condiciones y agresiones meteorológicas.

Esto, según los expertos, es posible gracias a las sustancias protectoras y antioxidantes naturales que poseen. Por tal razón su ingesta diaria aporta al cuerpo humano tales componentes que evitan el desgaste y envejecimiento prematuro.

“La cantidad de antioxidantes y elementos que combaten enfermedades de forma natural, que nos aportan las frutas es incontable. Recientemente se ha descubierto que, por ejemplo, el kiwi, una fruta originaria de Oceanía, contiene 5 veces más vitamina C que las naranjas y otros productos cítricos”, explicó Mariano Flores, nutriólogo.

En su consultorio, ubicado en el barrio Miraflores de Ambato, él recibe a diario a personas con graves deficiencias nutricionales debido a una mala alimentación.

“Pese a que es beneficioso el consumo diario de frutas, es recomendable visitar al menos 2 veces al año al nutriólogo para elaborar un plan diario de ingesta de frutas y verduras, de acuerdo a varios factores de los consumidores, como presencia de diabetes, deficiencia de potasio, hipertensión, y otros”, concluyó.

Verduras y lácteos

Otro de los alimentos esenciales para un buen desempeño laboral son las verduras.

Estos productos agrícolas son, sobre todo, importantes porque regulan el tránsito intestinal y porque las vitaminas que aportan modulan muchos procesos metabólicos.

La alcachofa, espárrago, col, brócoli, zanahorias, coliflor, apio, y otros vegetales tienen un alto porcentaje de agua y destacan también por su contenido de hidratos de carbono, minerales y vitaminas.    

Entre los nutrientes que aportan al sistema están el potasio, sodio, minerales, sales, vitaminas A, B, E, antioxidantes, cobre, magnesio y calcio.

En cuanto a los lácteos su principal aporte nutricional es el calcio. Ya sean yogures, queso, requesón, suero, mantequilla, o simplemente leche, todos aportan una importante cantidad de este componente esencial para una buena salud ósea, gastrointestinal y coronaria. (I)