La Unidad de la Violencia Intrafamiliar funciona desde hace un mes en la sede del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), en Latacunga.

Hasta la fecha, ha atendido 140 casos, de los cuales cinco fueron denuncias presentadas por hombres. A diario, se reciben en promedio seis demandas.

Esta dependencia reemplaza a la Comisaría de la Mujer. Con este cambio se implementaron también nuevos procesos para presentar y hacer seguimiento a  las denuncias.

El procedimiento que deben seguir las personas que deseen iniciar una causa es acercarse a la Sala de Primera Acogida, donde serán atendidas por una profesional del Derecho que conoce cada caso.

Luego, sicólogos, médicos y trabajadores sociales realizan la evaluación de los daños causados a la víctima. De ser necesario, se busca la colaboración de la Policía Nacional, específicamente del Departamento Contra la Violencia Intrafamiliar para desalojar del sitio  -si fuera el caso-, al agresor.

Cinco demandas presentadas por varones recibió la dependencia de LatacungaWalter Chicaiza Chacón, juez de la Unidad, explicó que la presencia de estos profesionales en la primera fase del levantamiento de las denuncias, ayuda a que no haya demora en la emisión de boletas de auxilio. “En caso de requerirlas, se las emite a más tardar en una o dos horas y con esos papeles, los agresores no pueden acercarse a la víctima”, puntualizó.

Para estos procesos ya no se necesita contar con un abogado particular y en caso de solicitarlo, la Defensoría Pública lo otorga. Añadió que el hecho más recurrente es el maltrato físico dentro del hogar, que en la práctica es la agresión del esposo-a a  su pareja.

También se atendieron casos de hijos que atentan contra sus padres o se golpean entre hermanos.“Llegó uno de una señora que tenía tres hijos, uno de ellos con discapacidad. La mujer estaba embarazada y había sido maltratada por su esposo porque no le había lavado el uniforme. Ella creía que era la culpable de las agresiones y tenía una autoestima baja. Los golpes que recibía, para ella, eran naturales y estaba convencida que los merecía”, relató.

El magistrado manifestó que la fémina está recibiendo ayuda sicológica para elevar su amor propio, a fin de que no permita que su esposo la continúe maltratando y extienda este trato a sus hijos.

A diario llegan  hechos como ese o el de ‘Andrea’ (nombre protegido), de 22 años, quien se encontraba junto a su madre esperando un turno en la Sala de Primera Acogida.

Lo joven relató que tiene 11 meses de casada  y que ha sido golpeada por su esposo en repetidas ocasiones. “Tenemos problemas porque yo quiero terminar mis estudios, pero él quiere que abandone la universidad y  tengamos un bebé. Aunque existan diferencias, no tiene por qué pegarme. Vine porque quiero que me ayuden”, afirmó.

A diferencia de épocas anteriores, el maltrato intrafamiliar ya no se da únicamente en contra de mujeres y menores de edad, pues ahora se produce también en los hombres. “Creo que los seres humanos, sin importar el sexo, nos merecemos respeto y buen trato”, dijo Chicaiza. Exhortó a las personas que consideren que sus derechos han sido vulnerados para que presenten las denuncias en la Unidad.