Los expertos ambientales de la Sierra central consideran que  los rellenos sanitarios —como una forma de disposición final de los desechos sólidos de las ciudades— deberían mancomunarse para disminuir los focos de contaminación.

Este proceso está en análisis en Tungurahua y el primer paso se dio en 2011 con un acuerdo entre los municipios de Pelileo y Patate, cantones tungurahuenses vecinos.

Los rellenos sanitarios empezaron a utilizarse a escala nacional hace 30 años, para controlar los riesgos que se derivan del manejo de los desechos sólidos.

Sin embargo, con el paso del tiempo, el uso de quebradas y otros espacios naturales deshabitados, para rellenarlos con desperdicios hasta obtener la nivelación del terreno, ha cambiado.

“En la actualidad, es pertinente trabajar en mancomunidad para el manejo de los residuos. De lo contrario, lo que están haciendo las municipalidades es solo abrir huecos para enterrar la basura. Se necesita ejecutar un tratamiento único para hacer reciclaje, compostaje y lo que no se pueda reutilizar se debería disponer en un solo sitio provincial”, aseguró César Freire, gerente de Empresa Pública Municipal Mancomunada de Aseo Integral Tungurahua (Emmait-Ep), al servicio de los cantones Patate y Pelileo.

Esta organización se formó en enero de 2011, está ubicada en el barrio Pelileo Grande, sector El Derrumbo, y procesa 46 toneladas de basura cada día.

“Afortunadamente, tenemos una respuesta ciudadana del 70% al proceso de clasificación en la fuente y de ese modo reducimos la cantidad de residuos que llegan al relleno, con eso, sin duda, ampliamos su vida útil”, explicó Freire.

Contenedores

La Emmait se sumó a la instalación de contenedores de basura en sus espacios urbanos y parroquias, tal como se implementó en Ambato  hace más de una década. En marzo de 2013 se instalaron estos recipientes móviles de desechos sólidos en la parroquia Cotaló (Pelileo). Allí se colocaron 10 tachos con una inversión de $ 7 mil.

En esta ciudad y en Patate se fijaron nuevos horarios de recolección diferenciada. En Pelileo, los lunes, miércoles y viernes se retira el contenido del tacho de color verde, en el que se depositan residuos orgánicos. Los martes, jueves y domingos se recogen los residuos inorgánicos de los contenedores de color negro.

En Patate se procede igual con los residuos orgánicos, pero los inorgánicos solo se recolectan los jueves. La ordenanza que regula el manejo de los desechos sólidos de la Emmait-Ep está vigente desde noviembre de 2010.

Entre otros puntos, la normativa establece que está prohibido el reciclaje o la manipulación de los desechos en la vía pública.

Para el almacenamiento, los ciudadanos recogerán y clasificarán los desechos en los recipientes que fueron autorizados e instalados por la mancomunidad en cada cantón.

Es decir, para basura biodegradable se utilizarán los recipientes de color verde. Los desechos reciclables (papel, cartón y plástico, entre otros), en contenedores de color negro. Los residuos especiales (telas, cueros, baterías, fluorescentes, etc.) y peligrosos (laboratorios, hospitalarios, veterinarios, etc.) irán a lugares o sitios autorizados por la Emmait-Ep.

Los recipientes son de material impermeable, con una capacidad máxima de 25 kilogramos para el caso de los residuos sólidos de origen domiciliario.
Estos recipientes serán entregados por la mancomunidad y el costo será recaudado junto con la tasa mensual de recolección de los residuos, según lo especifica este cuerpo legal.

Aceptación ciudadana

Para los moradores de Pelileo y Patate, la instalación de los contenedores, el nuevo sistema de recolección de desechos sólidos y tratamiento de la basura, reduce varios problemas que han afectado las principales vías de Patate y Pelileo por varias décadas.

“Desde hace más de 10 años los desperdicios eran depositados en fundas, bolsas grandes y lonas, y abandonados en las avenidas. Si bien siempre ha existido el servicio de recolección de basura, hasta que lleguen los camiones recolectores, perros y ratas merodeaban las esquinas. Los desechos quedaban desparramados en las aceras y taponando alcantarillas, y los malos olores eran insoportables”, explicó Rosa Zamora, habitante del barrio central de Pelileo.

Este criterio es compartido por gran parte de los habitantes del cantón Patate, ubicado a 15 minutos del lugar. Uno de ellos es Francisco Mera, quien reside a pocos metros del parque central de esa ciudad.

“Pelileo y Patate somos cantones hermanos que tenemos muchas cosas en común, una de ellas es la voluntad firme de cuidar el medio ambiente. En nuestros caseríos rurales se produce gran cantidad de desechos orgánicos, pues se trabaja con especies vegetales a diario, y si bien una parte de estos desperdicios son usados por la población para elaborar abonos orgánicos, gran cantidad del material es depositado de forma técnica en el botadero de la Emmait”, señaló.

Mera explicó además que como una iniciativa cívica, moradores de los sectores Mundug, los Andes y barrios centrales de Patate realizan 4 veces por año mingas para limpiar las calles y rondas para cuidar de los bienes municipales, entre ellos los contenedores de basura.

¿Qué ocurre en Ambato?

En la capital tungurahuense, los técnicos de la Municipalidad local aseguran haber extendido la vida útil del relleno sanitario por lo menos 3 años más. Esto fue posible con la adquisición de un tractor específico para esta tarea.

“Logramos controlar el uso del relleno y con esta nueva maquinaria alargaremos su vida útil hasta mínimo 2019. A la par, empezamos los estudios para el nuevo relleno y esperamos en 6 meses especificar el lugar. El actual botadero técnico está ubicado en la vía Ambato-Píllaro y tiene un área de 20 hectáreas”, dijo Mauricio Carranza, gerente de la Empresa Pública Municipal para la Gestión Integral de Desechos Sólidos de Ambato (EPM-GIDSA).

La nueva maquinaria que compró el Cabildo es un tractor de oruga de procedencia australiana, que tiene la capacidad de compactar 21 toneladas de basura reduciendo así el tiempo de trabajo y con menos gasto. El Municipio invirtió $ 350 mil en esta máquina que tendrá una vida útil de 20 años.

El alcalde, Luis Amoroso, anunció también la compra de una barredora, una hidrolavadora, dos camiones de carga posterior, tres cajas compactadoras automáticas y un camión con sistema de gancho.

Además, anunció que está en proceso de contratación la obtención de 447 contenedores para ampliar la recolección de basura en las parroquias.

En Ambato, más de 350 mil habitantes producen unas 300 toneladas diarias de basura. El relleno recibe  desechos orgánicos e inorgánicos de 10 parroquias urbanas (Celiano Monge, Ficoa, Huachi Chico, Huachi Loreto, La Matriz, La Merced, La Península, Pishilata y San Francisco); y de las 18 parroquias rurales (Ambatillo, Atahualpa, Augusto Nicolás Martinez, Constantino Fernández, Cunchibamba, Huachi Grande, Izamba, Juan Benigno Vela, Montalvo, Pasa, Picaihua, Pilahuin, Quisapincha, San Bartolomé de Pinllo, San Fernando, Santa Rosa, Totoras y Unamuncho).

“La idea de mancomunar la disposición final de la basura es muy viable. Desde ya empezamos las reuniones con representantes de las parroquias, en primer lugar, y anunciaremos buenas noticias a corto plazo porque estamos llegando a acuerdos provinciales en cuanto a gestión desechos sólidos”, aseguró Carranza.

En la urbe hay alrededor de 1.400 contenedores de basura y con los que se compren (447) se ampliará el servicio a parroquias como Santa Rosa, Atahualpa y barrio San Luis, entre otros lugares.

Mal uso de contenedores

Pese a la utilidad que brindan en la capital tungurahuense los contenedores de basura, más conocidos como ecotachos, hay personas que no les dan un buen uso
“El servicio que ofrecen los contenedores es muy positivo. Las calles están más aseadas y ya no se acumula la basura doméstica en las viviendas. Pero no todos los utilizan bien. Hay gente que quema la basura adentro, arroja escombros de construcciones o los utiliza como servicios higiénicos”, denunció Elsie Salas,  de la parroquia Atocha.

Desde 2007, un año después de la instalación de los contenedores en la urbe, según un informe municipal, por lo menos 15 contenedores han sido incendiados en diferentes zonas de la urbe y 40 han sido golpeados por vehículos.

Estos tachos metálicos están ubicados en casi toda el área urbana, como en los barrios Ingahurco, Cashapamba, La Ferroviaria, La Dolorosa, El Recreo, El Rey, Camino El Rey y en los alrededores de los mercados, entre otros. Tienen una vida útil de 10 años y una capacidad para 2.400 litros cada uno.

Para Jaime Novoa Flores, dirigente del barrio La Península,  este acontecimiento refleja carencia de respeto a la propiedad pública y valores. “No es la primera vez que esto ocurre. En años anteriores se han quemado contenedores en diferentes sitios de la ciudad.  Esto no solo perjudica al sistema de recolección de desechos sólidos, sino además atenta contra los valores que nos caracterizan a los ambateños y tungurahuenses”, dijo Novoa.

El representante barrial señaló también que actos como este representan un gasto adicional a la administración municipal debido a que se debe reparar los ecotachos.
“Antes de la colocación de los contenedores, las bolsas de basura eran abandonadas en las calles, lo que ocasionaba contaminación ambiental y proliferación de roedores y perros callejeros”, agregó.

Para Norma Santamaría, presidenta de la Ciudadela San Francisco, es preciso que se aplique un mayor patrullaje policial en localidades de la zona alta.

“Gran parte de las quemas de estos elementos y la destrucción de otros bienes públicos se han dado en barrios como la Simón Bolívar, Letamendi y La Carolina. En varias ocasiones los moradores han hecho plantones en las delegaciones de la Policía Nacional a fin de que se amplíen los patrullajes y rondas de seguridad”, dijo Santamaría.

La Municipalidad ambateña por su parte anunció recientemente  que está prohibido colocar en vías públicas o contenedores no autorizados, desechos de gran volumen como muebles, grandes electrodomésticos y otros enseres.

De acuerdo con el Reglamento para el Servicio Público de Gestión de Desechos Sólidos, quien no cumpla con esto será sancionado con una multa del 10% del salario básico unificado. (I)

Recicladores pagan $ 0,50 para entrar en el botadero de basura de Latacunga

En el sector de Inchapo, en el kilómetro 7 de la vía Pujilí–Latacunga, se encuentra el botadero de basura de Latacunga. Allí se depositan a diario aproximadamente 80 toneladas. Actualmente hay 2 asociaciones de recicladores (24 de Septiembre y la Asociación de Servicios de Reciclaje San Miguel de Inchapo) que laboran en ese sitio de 08:00 a 17:00. En total son 60 personas que hasta hace poco no debían cancelar rubros para trabajar. Sin embargo, hace 2 semanas el Concejo Cantonal aprobó en segundo y definitivo debate una ordenanza en la que se establece el pago diario de $ 0,50 para el ingreso. De acuerdo con Diana Cañar, gerente de la Empresa Pública de Aseo y Gestión Ambiental (Epagal), es necesario que en Latacunga, al igual que en ciudades como Quito, los recicladores aporten económicamente, pues obtienen beneficios con el reciclaje. También se establecieron nuevas reglas en la venta del material rescatado de la basura. Cañar dijo que la comercialización se debe realizar únicamente a compañías que tengan licencia ambiental. En ese contexto se estableció como compradora única a la recicladora Cotopaxi. Los recicladores no están de acuerdo con esta medida. “El problema es que no todos vendemos a un solo reciclador, tenemos otros sitios y de acuerdo al kilo nos pagan”, explicó  Carmen Chasipanta, quien habló por sus compañeros. Piden una venta libre. Sin embargo, Cañar insistió en que deben acatar las nuevas reglas. También anunció nuevas reglas como la disposición de que tanto el personal de Epagal y sus camiones recolectores, así como las asociaciones de recicladores, se comprometan a realizar un mantenimiento mensual de la vía de acceso al botadero desde el parque San Felipe hasta la entrada a Inchapo.

Si los recicladores se niegan a cumplir las nuevas normativas expresó  3 propuestas: la una es vender la basura y tener recursos, la segunda es contratar a gente de parte de la empresa para que realice el reciclaje y la tercera es que laboren las asociaciones organizadas y ordenadamente y que colaboren en los procesos que lleva el Municipio. En cuanto a la recolección de basura se cuenta con 269 contenedores situados en la zona urbana latacungueña cada 500 metros. Los anteriores 250 fueron retirados el 11 de junio por parte de la empresa Global Parts debido a un laudo arbitral en el que  Epagal debe cancelar más de $ 1’500.000. Esto ha causado inconformidad con los nuevos horarios de recolección de basura, pero esta situación se normaliza. (I)

Relleno sanitario de Riobamba se entrega en agosto

Con una inversión de $ 650 mil, la municipalidad de Riobamba realiza el cierre técnico del botadero de basura del sector El Porlón y prevé la apertura de forma permanente, del nuevo relleno sanitario. Según datos del departamento municipal de higiene, la cantidad de basura que se produce en la capital chimboracense fluctúa entre 140 y 150 toneladas al día, lo que es arrojado en el botadero actual. Los desechos que eran quemados a cielo abierto causaban una contaminación visible desde algunos puntos de la urbe. En el lugar laboraban 8 personas que debían permanecer por largas horas entre montañas de basura y sin ninguna protección o equipo especial. Decenas de perros hicieron de este sitio su hogar y produjeron varias crías, además los malos olores eran inaguantables.

“Ahora todo es diferente tenemos 10 personas que están equipadas para trabajar en el lugar y esperamos que en agosto el nuevo relleno ya sea entregado a la ciudadanía” indicó Geovanny Bonifaz, director de higiene municipal.

Esta nueva obra se levanta en 3 de las 10 hectáreas de terreno que posee el cabildo en El Porlón, sector de Cerro Negro, al sur de la ciudad. Sin embargo, sus características son amigables con el medio ambiente. Cuentan con celdas emergentes, lo que involucra, entre otras cosas, un sistema de alcantarillado que lleva los desechos hasta una piscina en la cual se da tratamiento a los lixiviados (líquidos resultantes de la descomposición de la basura). Los desechos llegan al lugar en 9 vehículos de carga posterior y 7 de carga lateral, los mismos que recorren las zonas urbanas y rurales de Riobamba.
Al momento 10 personas laboran en el nuevo relleno sanitario. (I)