La organización Anazppa, como se llamaba allá por el año 2000, agrupaba a los indígenas de la Nacionalidad Sápara. Dicha organización contó  con el asesoramiento del  lingüista Carlos Andrade para iniciar  un complejo estudio sobre las raíces y situación de los últimos sáparos, trabajo con el cual la  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura  (UNESCO) les otorgó, el 26 de octubre del 2001, la categoría de  Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

El reconocimiento les fue otorgados por sus tradiciones orales y otras manifestaciones culturales. Además, para que exista el acompañamiento adecuado a fin de que su lengua autóctona sea conservada.  

Hoy existen aproximadamente 500 sáparas descendientes autóctonos en el país, pero tan solo el 5% de ellos habla o comprende la lengua sápara. Tan solo seis ancianos hablan con total fluidez ese idioma.

Al momento, como principal líder de la Nacionalidad Sápara del Ecuador (NASAE) figura Basilio Mucushigua, quien recuerda que en el año 2001, cuando fue  Presidente Bartolo Ushigua, se había logrado el reconocimiento de la UNESCO,  pero muchos de la nacionalidad  no  comprendieron  la magnitud del homenaje; aunque al menos se reunieron  en la comunidad Yanchamacocha para  ser informados sobre el tema.

Mucushigua se lamenta que desde la premiación no han conseguido beneficios concretos. “No hemos logrado nada. La salud, las tierras, la organización de las comunidades siguen sin ser atendidas… solo conocimos que habían entregado dinero para educación, pero a las comunidades nunca llegó nada”, dijo.

En el tema educativo, según Ricardo Ushigua, Director de la Dirección de Educación Sápara, el apoyo estatal ha sido mínimo. Tan solo mediante un convenio firmado con la organización española Sasiku han logrado la creación de partidas para docentes, adquisición de textos adaptados a la propia lengua sápara, adecuación parcial de la infraestructura en las comunidades y otras obras eventuales.

El beneficio en esta área se complementa con la asignación económica de 250 mil dólares al año por parte del Ministerio de Educación. Pero estos aportes no  provienen de ninguna instancia con motivo del reconocimiento de la UNESCO.

Además, la situación en la que se encuentra la NASAE resulta preocupante para sus miembros ya que existen dos directivas, originando una división interna. La que preside Basilio Mucushigua y la de Klever Ruiz. Esta última tramita su reconocimiento en el Consejo de Desarrollo de Las Naciones y Pueblos del Ecuador (CODENPE).

Y mientras, los sáparos se ven afectados por la pérdida paulatina de sus conocimientos ancestrales y su cosmovisión. Con el paso del tiempo, se han ido introduciendo  elementos culturales y lingüísticos de origen kichwa, debido a los matrimonios con “extranjeros” o como estrategia de supervivencia. Pero hoy se encuentran en proceso de recuperar  su identidad.

Se calcula que además de los 500 sáparas existente en Ecuador, hay otros 400 en el Perú, según los datos del Ministerio Coordinador de  Patrimonio; mientras que para los dirigentes de esta nacionalidad la cifra es de 1.500 personas.