El Molle de las Almas está en pie en Panzaleo con un siglo de tradición
Latacunga.-
En el barrio La Delicia de la parroquia Panzaleo, en Cotopaxi, se conserva una suerte de altar que recuerda una tradición espiritual. Es el Molle de las Almas. En ese lugar desde hace 100 años se acostumbraba a velar a los difuntos.
Según los historiadores locales, en las comunidades Jacho, Tigualó, Pataín y Uliví no había cementerio, por eso, cuando alguien fallecía, debían trasladar su féretro hacia el cementerio central de Panzaleo.
El trayecto era largo y penoso por una senda de tierra y piedra que se mantiene hasta la actualidad. Por eso se escogió un árbol de molle frondoso donde los condolientes descansaban a la sombra del arbusto espinoso.
Allí comían un refrigerio y tomaban unas copas de aguardiente. José Acosta, oriundo del lugar, recuerda que sus abuelos le contaban que en el molle también rezaban por las almas que estaban en camino hasta su última morada. De ahí su nombre, Molle de las Almas.
Además, se colocaba una cruz de madera con el nombre del difunto para que fuera recordado por las generaciones venideras. Sin embargo, en la actualidad no hay rastros de aquella costumbre popular.
“La madera es un material biodegradable, no pudo resistir tantos años”, explica Acosta, maestro de 61 años, quien sostiene que el lugar es místico y encierra varias leyendas.
Una de ellas es que al intentar derribar el molle, que mide más de 12 metros, vierte sangre como una forma de resistencia a desaparecer. Actualmente esta planta es considerada parte del patrimonio histórico y cultural de Panzaleo, en el cantón Salcedo. Está prohibido lastimarlo y menos aún derribarlo.
Pese a esto, hace poco menos de un año una volqueta derribó —por accidente— una de sus frondosas ramas. Eso no le restó su encanto y misterio.
Antiguamente en el lugar no había una sola construcción. Era un sector desolado, pero la gente no temía pasar por allí, pues consideraba que desde lo más alto aquellos que fueron velados en el regazo del árbol cuidaban a los vivos.
Un lugar turístico
El Molle de las Almas es considerado un sitio turístico en esta parroquia, cuyos habitantes viven de los servicios que ofrecen a los visitantes que transitan a diario por la carretera Panamericana que conecta Ambato con Salcedo y Latacunga.
Este pequeño lugar fue acondicionado con bancas, basureros, informativos y mapas para atraer al visitante. A unas 3 cuadras de este sitio está la carretera en donde hay restaurantes, ventas de helados y decenas de negocios más de los cuales se destacan las ventas de fritadas con mote cocido y papas.
“A diario pasan decenas de vecinos y turistas que se dirigen también a la laguna de Yambo y sus atractivos. Algunos paran en este sitio para saborear la fritada”, dice Rosa Cruz, propietaria de fritadas doña Rosita.
Sobre el mismo tema Mario Mora, presidente del GAD parroquial de Panzaleo, añade que el árbol es parte de la ruta turística que conduce al mirador de Uliví en la comuna San Francisco. Desde donde se aprecia la unión de los ríos Cutuchi y Yanayacu.
“Es un recorrido agradable. No sabía del molle y el mirador es fantástico porque permite mirar la belleza de ambas cuencas”, dice Aminta Proaño, turista quiteña. (I)