El control de la contaminación de alimentos por bacterias como la salmonela y la Escherichia coli movilizó al personal de salud en Latacunga.

En los últimos días, la Comisaría del ramo clausuró 4 locales: 2 asaderos, 1 marisquería y 1 restaurante por una “contaminación cruzada”. Es decir, estos locales no contaban con los espacios adecuados para la conservación individual de cada producto. “Colocaban todos los alimentos en un mismo congelador y no tomaban en cuenta que la carne podría contaminar a los demás productos. Cada cosa debe tener su lugar”, explicó el comisario Robin Tapia.

Las bacterias señaladas, que usualmente se hallan en excrementos, podrían causar en los seres humanos infecciones intestinales y extraintestinales, generalmente, graves como la corrupción del aparato excretor o vías urinarias, y provocar cistitis, meningitis, peritonitis, septicemia y neumonía.

DATOS

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) es el resultado de la división del desaparecido Instituto Nacional de Higiene, mediante el Decreto Ejecutivo 1290 de septiembre de 2012.

El Arcsa realiza también inspecciones a las farmacias de las ciudades, en base a notificaciones. En 2013 se recibieron informes de por lo menos 4 farmacias, pero no fueron  clausuradas. Atendieron las fallas inmediatamente.

La Agencia de Regulación y Control trabaja en toda la provincia con operativos de control continuos. “Creo que es preferible que los propietarios de los locales se enfoquen en atender las necesidades de sus negocios para que más tarde no tengan que pagar multas y enfrentar clausuras”, recomendó el comisario Robin Tapia.Es por eso que funcionarios de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), que es parte del Ministerio de Salud Pública (MSP), empezaron operativos de control en la capital y otros sitios de esta provincia.

Arcsa, que funciona desde el 11 de septiembre de 2013 en todo el país, se encarga de verificar las prácticas correctas en manufacturas.

Los restaurantes, marisquerías, cafeterías, asaderos y similares son inspeccionados por personal de Arcsa. Según los expertos, si el local cumple con las normas sanitarias exigidas como agua potable, estructura adecuada, personal capacitado, empleo de utensilios limpios, ubicación en lugares libres de plagas, humo y polvo, entre otros, recibe el permiso de funcionamiento. De lo contrario se notifica a la autoridad de salud.

Al momento, la providencia de las clausuras fue presentada al director de Salud, Orfait Rivera. “La sanción sirve para que el propietario repare todas las falencias”, advirtió Tapia.

Y añadió: “De 3.000 a 4.000 dólares pueden llegar las multas que deberán pagar los propietarios. No existe un tiempo determinado para que los sancionados adecúen sus locales, pero mientras no lo hagan no se levantará la clausura”.

Para Darío Torres, propietario de un restaurante del centro, cumplir con las normas de asepsia es necesario no solo por los permisos, sino como un principio de solidaridad.

“Cuando era estudiante me alimentaba afuera y algunas veces me enfermé del estómago. Por eso, trato de ofertar un producto de calidad”, aseguró.