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Ceniza volcánica cayó en poblados
Habitantes de los poblados aledaños al volcán Tungurahua están preocupados por las últimas emanaciones de ceniza.
Afirman que no pueden perder a cada momento sus cosechas.
En julio se declaró la alerta naranja en todas las comunidades cercanas al coloso.
Hasta el momento, no se ha cambiado ese estado y aunque la vía Penipe-Bilbao-Baños se encuentra expedita para el tránsito, autoridades piden a los conductores tomar precauciones.
Ayer, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional señaló que se contabilizaron 65 eventos de largo periodo (sismos), 10 explosiones y 39 episodios de tremor de emisión.
El último fin de semana hubo estallidos acompañados de ceniza blanca y gris, que se sintieron en el cantón Penipe y varias de sus parroquias.
Las autoridades se pusieron en alerta para precautelar la integridad de los habitantes.
Aunque la población dice estar preparada para cualquier eventualidad, es el polvo que emana lo que más preocupa a los agricultores.
Mauro Mazón, habitante de Choglontus, invirtió más de 5.000 dólares en sus sembríos de maíz, habas y papas. Empero la caída del polvo volcánico cubrió sus plantas.
“La ceniza blanca es la que más destruye nuestros productos, pues se pega en las hojas y es difícil sacarla aunque lo intentemos con agua. Daña toda la cosecha. Invertimos para recuperarnos de lo que ya hemos perdido en otras ocasiones, pero a cada rato resultamos perjudicados”, manifestó.
A pocos metros del lugar se encuentra Tomás Tibán, habitante de Puela, quien con sus manos llenas de polvo intenta limpiar las hierbas para dar de comer a sus animales.
“Esto, ya no sirve para el ganado. No sé si es porque está amargo, pero lo dejan ahí. En mi caso, arriendo este terreno porque no tengo hierba. Es desesperante no poder hacer nada contra la naturaleza”, acotó.
Carlos Pazmiño, director de la Unidad de Riesgos de Penipe, señaló que están en permanente contacto con las instituciones de seguridad.
“Ya hemos conversado con el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), para proveer de alimento al ganado de las zonas cercanas al volcán”.
Mientras, Silvia Vallejo, técnica de turno del Observatorio del volcán manifestó que la actividad se incrementó durante la primera semana de octubre.
Se ha caracterizado, dijo, por un contenido moderado de ceniza y con la presencia de rocas incandescentes.
Comunidades como Mocha, Tisaleo y Quero, entre otras del occidente, suroccidente y noroccidente del volcán, han reportado una leve caída de ceniza desde el fin de semana.
El domingo, bloques incandescentes descendieron hasta 500 metros bajo la cumbre del volcán.