Pan, colada morada y babaco. Estos tres productos se expenden durante todo el año en hornos tradicionales, comedores y mercados de Ambato, Pelileo, Patate y más cantones vecinos.

Cada año a inicios de noviembre la demanda de estos alimentos aumenta significativamente, pues constituyen la comida tradicional en la fecha de conmemoración de los fieles difuntos.

Si bien la venta de arreglos florales, velas, rosarios, lápidas, entre otros, dinamiza la economía local, el expendio de los mencionados productos representa una excelente oportunidad comercial para núcleos familiares y gremios productivos.

Colada morada

Uno de los grupos beneficiados con esta actividad es la Asociación Gastronómica Dos de Noviembre, que labora en el conocido barrio ambateño Atocha, ubicado a cinco minutos del casco urbano.

“Somos la única organización del país que mantiene la elaboración y oferta de colada morada los 365 días del año. Cada noviembre, los 19 socios expendemos aproximadamente 10.000 vasos, lo cual genera un ingreso de cerca de $ 5.500 solo en la venta de esta nutritiva bebida”, dijo Elsa Castillo, presidenta de la asociación.

Los puestos del gremio se arman bajo carpas en los alrededores del parque central de Atocha y otros en locales comerciales cercanos a la avenida Rodrigo Pachano.

Allí se degusta la colada morada con guaguas de pan, el complemento ideal. Puede servirse con empanadas de viento, de carne y queso.

“Las tradicionales guaguas son exclusivas de la época de los finados, por tal motivo el resto del año damos variedad a los comensales. Por ello ofertamos empanadas, el combo está valorado en $ 1,50”, señaló Luisa Martínez, propietaria de un comedor en Atocha.

Cerca del sector se encuentran tres cementerios de barrios del norte de Ambato, por lo cual es el lugar preferido de las personas que visitan las tumbas de sus seres queridos.

En Antocha el costo del vaso de colada varía entre $ 0,50 y $ 0,75; si es complementado con empanadas, el valor es de hasta $1,50.

Guaguas de pan

El pan es un producto comestible que caracteriza a Ambato, sin embargo no es la única ciudad tungurahuense que lo elabora. En Patate, cantón ubicado a 30 minutos de la capital provincial, se preparan diferentes tipos de pan de la época en hornos tradicionales.

“Los pedidos de guaguas comienzan desde mediados de octubre y provienen de todas partes de la provincia de Tungurahua. La calidad del pan que se elabora fuera de Ambato también es buena; esto se debe al cuidado que tienen en los procesos de elaboración, mano de obra calificada y excelencia de los ingredientes”, explicó Humberto Moreta, dueño de la Panificadora del Valle.

La panificadora abrió sus puertas en 1976, año desde el cual se destaca por proveer a familias, locales comerciales, empresas públicas y planteles educativos de la provincia, del sabroso pan de temporada.

“Varios municipios, Prefectura de Tungurahua, colegio Bolívar, entre otras instituciones, son clientes a los que proveemos del producto. El proceso de elaboración inicia a las 02:00 y termina a las 17:00, tiempo en el que se abarcan tres turnos y se producen alrededor de 9.000 unidades”, dijo Patricia Moreta, hija del propietario de la panificadora.

El horno más antiguo tiene 43 años, el cual se usa alternadamente con uno moderno. Se estima que entre el miércoles y la tarde de este viernes 2 de noviembre se producirán más de 2.000 guaguas de pan que serán entregadas en Ambato, Pelileo y otros cantones vecinos. El precio unitario de la guagua es de $ 0,60.

No solo en Ambato de elabora pan de buena calidad, también son apreciadas las guaguas que se preparan en Patate. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo

Degustación de fruta

Además de estos alimentos, la venta de babaco, fruta típica de la región andina y con altos valores nutricionales, tiene fuerza en noviembre.

“Es un producto con gran contenido de antioxidantes, es diurético y desintoxicante. Por ello facilita la digestión de la colada. En muchos lugares es incluido en sus ingredientes”, señaló Lorena Chávez, agricultora del sector Runtún, en el cantón Baños de Agua Santa.

En este conocido punto se cultiva gran cantidad de babaco, desde donde se distribuye a toda la provincia. “Esta fruta también se consume en trozos, en zumos, helados y mermeladas. El precio unitario es de $ 0,50 en los puntos de venta populares y $ 0,70 en los supermercados”, agregó Chávez. (I)

La mayoría  del babaco producido en Tungurahua sale de Runtún, en Baños, pero también de caseríos de Pelileo. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo