La alcaldía de quito justifica el cambio en los símbolos e identificativos de la ciudad con razones técnicas
Rodas ‘tiñe’ con los colores de SUMA a los uniformes, puentes, vallas y obras en barrios (Galería)
El 18 de mayo de 2014, 3 días después de la posesión de las nuevas autoridades locales del país, el Presidente Rafael Correa acuñó la frase ‘restauración conservadora’.
La dijo a propósito de cambios formales que había empezado a implementar la Alcaldía de Quito al mando de Mauricio Rodas.
Una de ellas fue permitir que se cantara el himno de la ciudad sin respetar la ordenanza que eliminó la entonación de la segunda estrofa, considerada colonialista.
En ese entonces, el escudo instaurado por la corona española como distintivo de la ciudad fue retomado en lugar de la estilizada ‘Q’ azul y rojo implementada por la administración de Augusto Barrera.
Para finales de julio del año anterior, había más cambios. Vallas publicitarias, buses integrados y dependencias municipales exhibían nuevos colores. La nueva marca ciudad había pasado de ser la citada ‘Q’ por el nombre de la ciudad a las letras vaciadas sobre una panorámica de la capital en la que predomina el color azul.
Los reclamos ciudadanos a través de redes sociales y de los concejales de Alianza PAIS (AP) fueron respondidos por la Alcaldía con el argumento de que el uso de una mayor gama de colores permitiría mostrar que ‘Quito es multicolor’. Con el paso de los meses, la idea de la multicoloridad quiteña fue transformándose en una paleta cuyo color predominante era el azul cardenillo.
Esa tonalidad domina los símbolos del Movimiento SUMA, fundado y presidido por el alcalde de Quito. En la contienda electoral por la Alcaldía, fue combinado con el rosa del movimiento Vive, de Antonio Ricaurte, con el que formó alianza.
La transformación del uso del color fue paulatina e incluye los logos de algunas entidades municipales. Un ejemplo de ello es la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito (EPMTPQ), que exhibe actualmente como marca de identificación el nombre de la ciudad en dicho azul.
Algo similar sucede con la marca de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS) que aunque muestra un tono de azul algo más oscuro en la palabra Quito, presenta las siglas de la entidad en cardenillo en la parte inferior.
Uno de los ejemplos más recientes de esta cromática son los nuevos uniformes de los policías metropolitanos, presentados el 1 de julio. La indumentaria de diario pasó del tradicional azul marino completo a integrar una franja que cubre el pecho y los hombros con el color característico del partido de Rodas.
La Alcaldía justificó el cambio asegurando que es de ‘fácil visualización (y) que inspira a quien lo porta a ser más comunicativo, sensible y creativo’.
Esta visión no es compartida por todos. Andrés Balarezo, director de la Escuela Multimedia del Instituto Metropolitano de Diseño, opinó que “la cromática y la identidad de marca, y menos en política, no son casuales. Eso tiene una intención y es revalorizar, repotenciar los colores de un partido que aún no tiene mucha fuerza (...), lo que direcciona a la gente hacia un partido político”.
Logos y uniformes no son los únicos elementos ‘pintados’ de azul cardenillo. En un recorrido, EL TELÉGRAFO pudo constatar que la tonalidad está presente en vallas de la Alcaldía, proyectos de salud e incluso obras como la remodelación de canchas (ver collage). (I)
DATOS
A nivel político, de acuerdo con la teoría de la mercadotecnia, el color azul es asociado con las tendencias y partidos conservadores del planeta.
En el ámbito emocional, el azul se asocia generalmente con sensaciones de frialdad, por un lado, pero también armonía, tranquilidad, serenidad, calma y, en algunos casos, salud.
La literatura sobre marketing señala que el 84,7% de consumidores menciona al color como la razón principal por la que compra un producto. De ahí la importancia del color en la identidad corporativa de las marcas.
En tanto que el 80% de los consumidores cree que el color incrementa el reconocimiento de marca. Mientras que los anuncios con color se leen un 42% más veces que los que son en blanco y negro. (I)