Primeras 4 horas de controles dejaron 19 decomisos en Quito

Vendedores ambulantes rechazaron los controles que iniciaron ayer funcionarios del Municipio de Quito en el Centro Histórico.

María Tixi, quien vende frutas, es una de las personas cuyos productos fueron retenidos por las autoridades. La mujer aseguró que “en un minuto perdió $ 50”.

Entre sollozos, la comerciante informal dijo que lo que vende a diario le permite pagar su alimentación y la de sus hijos, además de otros gastos. “No nos pueden prohibir el trabajo, nosotros salimos a las calles porque no tenemos en donde vender ni en donde laborar”, reclamó.

Mónica Tenem, presidenta de la Federación de Comerciantes Minoristas de Pichincha (Fedecomip), señaló que el Cabildo debería buscar alternativas para los comerciantes y no apelar al decomiso como castigo; una opción sería la reubicación de los vendedores.

Sostuvo que en el Centro Histórico existen cerca de 900 mercaderes informales y algunos ya fueron regularizados.

El administrador de la zona Manuela Sáenz, Jofre Echeverría, afirmó que “las ventas en el Centro Histórico se desbordaron”. Señaló que por ello los comerciantes que fueron regularizados serán reubicados en centros comerciales del ahorro, mercados y lugares destinados al expendio de productos, mientras que no todos los informales podrán continuar con sus actividades.

Gabriela Larreátegui, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), señaló que las ventas ambulantes están prohibidas en el Centro Histórico, aunque no el trabajo autónomo regularizado.

De acuerdo con Juan Zapata, secretario de Seguridad, hasta el mediodía se habían producido 19 retenciones de productos.

La Policía Metropolitana en esta ocasión tenía la disposición de que se retire la mercancía, ya que en días pasados se realizaron exhortos a los comerciantes para que no sigan en las calles del sector.